Tito Vilanova también vence en la Liga de los retos y la superación

El camino que se abrió ante él en abril de 2012 se antojaba complicado. El segundo entrenador del Barcelona había permanecido en un plano discreto, sin llamar la atención hasta que Mourinho se cruzó en su camino. El dedo del portugués hizo que los focos se centraran en Tito Vilanova, la persona que se había convertido en la sombra del mejor entrenador del mundo. Ocho meses después de su salto a la fama, Pep Guardiola comunicaba que dejaba el fútbol de forma temporal. El barcelonismo se tambaleó por unos minutos, el club no. Su apuesta era Tito. El nuevo entrenador del Barcelona estaba ante el papel de su carrera pero no ante el más importante de su vida.

En la primera rueda de prensa que concedió como técnico azulgrana, Tito tenía las cosas claras. Sabía quién le daba el relevo. Un amigo pero también el entrenador que cambió la historia del club, la persona que convirtió al Barcelona en el mejor equipo, en el referente del fútbol mundial. El club no quiso buscar fuera, apostó por lo que tenía en casa como ha hecho siempre y dio las riendas del equipo a Tito que mantuvo la base creada por Guardiola dando su toque personal al estilo de juego culé.

Si las dudas iniciales existieron, desaparecieron muy pronto porque el Barcelona de Vilanova empezó golpeando fuerte: 18 victorias en 19 partidos con un solo 'pero', el empate frente al Real Madrid en el Camp Nou (2-2) cuando la Liga aún tenía emoción. La Real Sociedad se encargó de demostrar que el equipo de Tito es humano convirtiéndose en el primer conjunto capaz de derrotar al campeón en el campeonato doméstico, algo que también hizo el Real Madrid en el Bernabéu. Junto a estos dos tropiezos y ante la Real Sociedad, las tablas iniciales ante los blancos y los empates ante Valencia, Celta y Athletic son las únicas ocasiones en las que este Barcelona ha cedido puntos. Los culés se han erigido campeones con 87 puntos en su casillero, 28 victorias, 105 goles a favor y 37 en contra. Hoy sabremos si ante el Atlético inicia su asalto a la conquista de los 100 puntos en las jornadas que quedan. Un reto menor, una conquistado el título. 

La recaída de Tito

En lo deportivo ha sido una conquista cómoda. El Real Madrid tiró el título y el Barcelona empezó a teñir de azulgrana la Liga a finales de 2012, justo cuando el equipo recibió un duro golpe. El día 19 el club suspendió todos los actos propios de la fechas y poco después hacía público el motivo: Tito Vilanova había recaído en el cáncer que había superado trece meses antes. Un día después fue intervenido con éxito de la extensión de un tumor en la glándula parótida. Jordi Roura se puso al frente del equipo temporalmente pero su suplencia iba a durar más de lo esperado. A principios de enero, Tito viajaba a Nueva York para pedir una segunda opinión médica sobre su enfermedad a los especialistas del Memorial Sloan-Kettering dirigido por José Baselga, director científico del Instituto de Oncología del Vall d'Hebrón, donde se produjo la intervención del técnico.

Tito regresó a la Ciudad Condal pero el 21 de enero puso rumbo a Nueva York para ponerse en manos del doctor Timothy A. Chan y recibir un tratamiento de quimioterapia y radioterapia. La hoja de ruta diseñada en un principio situaba la vuelta del entrenador azulgrana a principios de febrero pero Vilanova no regresó a Barcelona hasta finales de marzo para evitar contratiempos y volvió a sentarse en el banquillo el 2 de abril en el partido de Champions frente al PSG. Tito había vuelto al mirar al cáncer a los ojos y como en la ocasión anterior, ganó la batalla más importante de su vida.

Una ausencia de dos meses

A pesar de una ausencia de más de dos meses, el técnico estuvo en contacto con su cuerpo técnico. Desde la distancia seguía manejando los hilos de un vestuario que notó el vacío que había dejado su entrenador, el Barcelona era un barco sin capitán a pesar de la figura de Jordi Roura. El conjunto azulgrana se resintió ligeramente aunque el campeonato doméstico no corría peligro, algo que no sucedió en la Copa del Rey o en la Champions donde las cosas se han complicado en exceso. Pase lo que pase, el Barcelona puede presumir de haber sido el equipo más regular al mismo tiempo que han seguido batiendo récords. 

Tito Vilanova no podría haber soñado con un debut mejor al frente de este equipo. Es su Liga, un título marcado por el reto de no estropear lo hecho por Pep Guardiola y por el ejemplo de superación que ha dado el actual entrenador azulgrana. La apuesta que hizo el club en abril de 2012  por la figura de Tito que representaba la continuidad ha sido ganadora. En todos los sentidos.