La 'Liga de los récords' de Mourinho se pone a tiro para el Barcelona

Lograda la Liga para el Barcelona, divisan en la entidad azulgrana un nuevo récord para recordar un campeonato cuyo mérito ha estado en entredicho: los 100 puntos logrados por el Real Madrid de José Mourinho la temporada pasada. En medio de un clima más tendente a la renovación que a la continuación del proyecto más existoso de la historia de la entidad azulgrana, quieren los de Tito Vilanova darle el mérito a una temporada plagada de dificultades extradeportivas y que sin embargo ha vuelto a saldarse con un nuevo título. Quinta temporada consecutiva, desde que en 2008  Guardiola cogiera el banquillo del primer equipo, que el equipo azulgrana logra engrandecer las vitrinas con un nuevo éxito.

La marcha de Guardiola cayó en seno del barcelonismo como un fin de etapa a la época más dorada del club. El de Santpedor, más que un entrenador, cambió para siempre el sentir derrotista  y en ocasiones pusilánime del club azulgrana. El paso del tiempo erosionó el ánimo del vestuario. Pep Guardiola ya no percibía el mismo entusiasmo de campañas anteriores y por ello decidió que lo mejor para el club y para él era su marcha. Suele incidir Simeone, cuya figura en el Atlético de Madrid guarda cierta similitud con el ex entrenador azulgrana, en la necesidad de renovar el aire en un vestuario para seguir manteniendo intacta  la ambición y el pulso competitivo que te permita mantener pelear por los títulos.

Con el ánimo de mantener la idea del proyecto iniciado cinco años atrás, la directiva, recomendada por Andoni Zubizarreta, nombró como sucesor del de Santpedor a Tito Vilanova. Una decisión que fue aplaudida por prensa y afición, tomada como un gesto de madurez por la secretaría técnica.  Tras lograr la temporada pasada la Copa del Rey, se antojaban medidas más drásticas que el simple relevo del entrenador. La marcha de éste a Nueva York a causa de la recaída sufrida en la enfermedad que ya le mantuvo apartado del equipo la campaña pasada, produjo un vacío de poder y una autogestión que ha pasado factura al rendimiento del equipo.

La impotencia del grupo en Múnich y su posterior dimisión en el Camp Nou sacudió hasta los cimientos las estructuras del club, comenzando a aflorar voces en la directiva que exigen una profunda renovación del equipo. No quieren sin embargo en la entidad azulgrana cambios sonados en la plantilla. "Las cosas a veces hay que pensarlas bien, pensar que tenemos una gran plantilla, una base muy importante y jugadores muy jóvenes. Se reforzará como se iba a hacer hace dos meses. No habrá revolución", declaraba Tito Vilanova días después de caer ante el Bayern de Múnich y que significaba su reaparición en la escena pública.

A pesar de las discutidas voces crecientes entorno a las modificaciones necesarias de la actual plantilla lo cierto es que el grupo de Tito Vilanova ha realizado un campeonato de Liga espectacular. Sustentado en una primera vuelta intachable y desconectado el Madrid desde octubre, los de Vilanova han mantenido un hambre voraz en el campeonato doméstico capitaneados por Leo Messi. El argentino,que ha pasado de ser  la consecuencia del juego para ser principio y fin del gol, ha tapado con sus goles las deficiencias mostradas por el equipo atrás. La mayor verticalidad en el juego que ha imprimido Tito Vilanova, en una búsqueda por descifrar los problemas del equipo la temporada pasada ante Chelsea o Madrid, ha provocado una mayor vulnerabilidad atrás.   Esa mayor verticalidad ha logrado explotar la enorme pegada de los azulgrana, logrando hasta el momento 105 goles, a 16 de los 121 logrados por el Madrid de José Mourinho la temporada pasada, en la ‘Liga de los récords’. Conquistada una Liga discutida, buscan en el Barcelona que sea eterna. Objetivo: 100 puntos.