El Bernabéu no soporta a Mourinho y el portugués se refugia en su banquillo

José Mourinho volvió a sentir muy de cerca el rechazo del Bernabéu. Los aficionados del Real Madrid, esos que tiene en su poder un carnet de socio y abono no están con el portugués, tal y como volvió a quedar demostrado cuando su nombre se filtró por la megafonía del estadio madridista. Su compañero y ayer rival, Manuel Pellegrini, sí que se llevó el reconocimiento del estadio madridista, un entrenador que salió por la puerta de atrás del Bernabéu y cuya presencia sirvió de motivación para que el aficionado blanco castigara al portugués.

El técnico, ante lo que se le venía encima ni se movió del banquillo. Tal y como hizo ante el Valladolid, el ex del Inter y Chelsea decidió quedarse quieto, apuntar en su libreta y hablar al odio de Rui Faría y Aitor Karanka, dos de sus fieles, esos que cada parece tener menos en las gradas del estadio madridista. Los últimos incendios provocados por Mourinho le están pasando factura, tal y como se pudo comprobar antes del inicio del choque. Tal fue el ambiente contrario al portugués, que ni los radicales que se ubican en el fondo sur, los más próximos al técnico, corearon su nombre en todo el partido. Guardaron silencio ante la más que probable respuesta del resto del estadio y que habría dejado en evidencia al técnico.

Los dirigentes del Real Madrid no querían que se viviera un ambiente especialmente hostil contra Mourinho. Por este motivo, los guardias de seguridad del estadio quitaron un par de pancartas que se exhibían en las gradas contrarias al entrenador. La orden era eliminar cualquier resquicio de polémica. El más explícito de todos fue una que decía: 'Mourinho, se vende o regala'. Apenas duró dos minutos, el tiempo que necesitó la seguridad blanca en localizarlo. 

Gonzalo Higuaín tampoco salió bien parado de las críticas de la grada. Su entrada en el terreno de juego en la segunda parte en lugar de Karim Benzema fue 'celebrada' con una sonora pita. El rendimiento del delantero argentino este temporada y sus fallos ante el Borussia hace apenas una semana no han caído en el saco roto de unos aficionados que le exigen mucho más para seguir en el Real Madrid. 

Casillas y Cristiano, los más queridos

En el lado contrario de la balanza, el de la simpatía, el de la proximidad con el aficionado fue para Iker Casillas y Cristiano Ronaldo. El nombre del delantero fue coreado por los aficionados tras marcar el segundo tanto madridista. CR7 lo celebró con gestos en los que pretendía dejar claro que él sí que se queda, que su equipo es el Real Madrid. Poco importó que unos pocos minutos antes el delantero hubiera fallado un penalti, que los seguidores se entregaron al portugués, lanzando al viento del Bernabéu el nombre de Ronaldo.

El otro vencedor, pasivo en esta ocasión, fue Iker Casillas. Tal y como ha sucedido en anteriores partidos, el portero fue aclamado por la afición blanca. Cuando su nombre se filtró por la megafonía del estadio, la ovación fue generalizada, demostrando una vez más que el seguidor del Real Madrid sí que está de lado del capitán. No hay duda por mucho que algunos intenten desprestigiar al portero a través de diferentes redes sociales. La realidad continúa diciendo que Casillas es de los favoritos de la afición.