Simeone quiere extrema agresividad en la 'encerrona' que preparan al Real Madrid

'“La única salida para la afición y para el equipo es ganar el sábado y en la final de Copa”. Esta rotunda afirmación que hizo pública el miércoles el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, concuerda con el mensaje que desde principios de semana está trasmitiendo a sus futbolistas. La visita del Real Madrid se produce en un momento crucial de la temporada, cuyas circunstancias acentúan todavía más las ansias que existen por superar al eterno rival por primera vez desde 1999.

Sin dejarse llevar por estadísticas históricas, el Cholo prepara el derbi del sábado como un partido más, aunque las consecuencias de su planteamiento podrían ocasionar polémica en las horas posteriores al duelo. Según ha conocido este diario, en el momento de determinar cuáles deben ser las claves para lograr el triunfo sobre los de Chamartín, el cuerpo técnico ha decidido que sus mayores armas serán la alta intensidad y la agresividad llevada lo más cerca posible a los límites que marca el reglamento. El argentino desea que los madridistas se encuentren incómodos los 90 minutos que estén sobre el césped del Vidente Calderón, como única manera de igualar los potenciales futbolísticos de ambas escuadras.

El Real Madrid va al Manzanares entre medias de la ida y la vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones. Sin apenas opciones de renovar el título liguero -de hecho si los de Mourinho caen ante el Atlético, el Barcelona podría proclamarse campeón este mismo sábado- Simeone entiende que los blancos no estarán por la labor de intentar sobreponerse a tanta agresividad y a un escenario enfervorecido.

El técnico madridista, José Mourinho, y como viene siendo habitual las últimas jornadas, podría reservar a varios futbolistas de cara al martes, cuando deberán remontar la goleada sufrida ante el Borussia Dortmund. Si bien, los responsables atléticos no las tienen todas consigo sobre que el portugués haga demasiadas rotaciones el sábado, ya que su rival corre el riesgo de sufrir una nueva derrota que traería consecuencias muy negativas para la preparación del vital choque de Champions.

A imagen y semejanza del ‘estilo Simeone’

Sea como sea, los colchoneros jugarán duro, a imagen y semejanza del estilo que Simeone ha representado siempre como jugador y entrenador. Elevando aún más el listón, si se puede, de lo que demostraron el domingo ante el Sevilla, en lo que fue una batalla futbolística no apta para jugadores con dudas. La intención no es ser violentos ni polémicos, sino provocar que el jugador del Madrid acabe de manera inconsciente por no meter la pierna porque le importe más estar en plenas condiciones para el martes que tratar de no perder un derbi más. Que sería, por cierto, el vigesimoquinto consecutivo sin conocer la derrota, se dice pronto…

El esperado indulto de Diego Costa, enemigo público de los defensas madridistas, echará más picante si cabe a este planteamiento. Tampoco le hubiera importado a Simeone no haber podido contar con el brasileño el sábado, ya que cree que también pueden ganar sin él. Por eso no le reservó en el Pizjuán a pesar de estar apercibido. Y es consciente de que después de este derbi queda otro mucho más importante, la final de Copa del 17 de mayo, para la que Costa, de haber sido sancionado, hubiera supuesto una nueva variante con respecto a la Liga. En definitiva, al argentino no se le escapa la importancia que tendría de cara a esa histórica final cosechar un gran resultado este sábado. Le quitaría presión a sus hombres y demostraría que a un partido se puede doblegar a un conjunto que cuenta con un presupuesto cuatro veces mayor.

Pero de lo que más orgulloso está el cuerpo técnico atlético es de llegar a este derbi con la opción real de pelearles la posición en la tabla a los actuales campeones. De conseguir la victoria, igualaría a puntos con el Real Madrid en la segunda plaza y encarrilaría de manera casi definitiva su clasificación a la Liga de Campeones de la próxima temporada. Son demasiados alicientes, un puñado enorme de incentivos que el Atlético no quiere dejar escapar en la que puede ser una tarde para el recuerdo en el Calderón.