Ballesteros se marcha del Bernabéu sin hacer falta y con una manita en la espalda

Sergio Ballesteros es uno de los preferidos de la grada del Santiago Bernabéu y la visita de ayer no fue menos. En diferentes ocasiones, algunos seguidores del Real Madrid, los que ocupan la grada del fondo sur, se acordaron del central y de su familia. Lo sucedido en la enfermería del Ciutat de Valencia estaba aún fresco en la memoria y el central fue el centro de los gritos de los aficionados.

En esta ocasión Ballesteros ofreció su mejor versión, al menos la más limpia. Al fornido defensa no le hizo falta realizar falta alguna. Ni la presencia de Cristiano Ronaldo, al que vio de lejos cierto es, alteró al veterano central, que en esta ocasión ni visitó la enfermería, ni se acercó al vestuario del Real Madrid. Impecable comportamiento de un buen jugador al que su carácter y los nervios le han jugado más de una mala pasada. Ni Mourinho, ni Pepe, ni Ronaldo sufrieron a un defensa que en esta ocasión se mostró tibio, como su equipo. 

Cristiano Ronaldo volvió a ser decisivo, tanto en el apartado anímico como en el deportivo. Su simple presencia calentando en la banda tras el gol del Levante sirvió para que el Bernabéu despertara y metiera a los madridistas en el partido tras el letargo inicial. "Me gusta jugar siempre y en todos los partidos, pero acepto lo que diga el entrenador. Hemos cumplido. Hay que seguir ganando. No creo en milagros, es casi imposible pensar en ganar la Liga. Hay que ganar confianza para la Champions y la Copa. En ocasiones parece que tenemos que recibir un gol para despertar. Nos está pasando desde hace bastante tiempo y me preocupa".

El portugués lanzó un guiño a Casillas para después restar importancia a su renovación. "Es bueno que esté aquí con nosotros. Estamos contentos con su vuelta. Puede ayudar mucho. Es uno más. ¿Mi futuro? No es importante. El Real Madrid puede contar conmigo. Nos quedan muchas cosas por hacer juntos. La renovación no importa y sí que el Real Madrid gane partidos y títulos y aquí estoy yo para ayudar".

El que disfrutó del partido fue Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, que se calzó las botas para hacer el saque de honor del partido, acompañado de Jose Manuel Margallo, ministro de Asuntos Exteriores, y de Florentino Pérez. Hugo Sánchez, envuelto en polémica en México, estuvo en el palco de honor, buscando refugio y gloria pasada.