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Ser central en el Barça es una profesión de riesgo
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SÓLO QUEDAN PIQUÉ Y BARTRA COMO ESPECIALISTAS PARA EL TRAMO CRUCIAL DE LA TEMPORADA

Ser central en el Barça es una profesión de riesgo

Cuando uno confecciona una plantilla corta, toma sus riesgos. Es algo que viene haciendo el FC Barcelona desde que Pep Guardiola se hiciera cargo del primer

Foto: Ser central en el Barça es una profesión de riesgo
Ser central en el Barça es una profesión de riesgo

Cuando uno confecciona una plantilla corta, toma sus riesgos. Es algo que viene haciendo el FC Barcelona desde que Pep Guardiola se hiciera cargo del primer equipo, aspecto que han heredado Tito Vilanova y Jordi Roura. En todos los equipos de élite se dice que lo ideal es tener a dos jugadores por puesto, pero esto no ocurre en el equipo azulgrana en las últimas temporadas, y curiosamente donde siempre faltan efectivos es en la zaga. De la misma forma que hay dos futbolistas de garantías en prácticamente todas las demarcaciones del terreno de juego, la posición de central no cumple con este requisito.

Y en el momento en el que asoman las lesiones, llegan las lamentaciones y se encienden todas las alarmas. Es precisamente lo que ocurre en estos momentos. Con Puyol fuera de combate para un mes y medio, debido a la artroscopia a la que ha sido sometido por las molestias en su rodilla derecha, la posición de central queda un tanto huérfana. Quizá por ello el club se haya sentido molesto con el capitán al operarse sin su permiso. Y es que tan sólo Gerard Piqué y Marc Bartra quedan como auténticos especialistas para esta demarcación. Teniendo en cuenta que el canterano apenas ha jugado unos minutos…

Seguro que habrá quien diga que Mascherano viene jugando un par de temporadas en esta posición (invento muy discutible de Pep) y que Adriano ya ha jugado ahí, rindiendo a un buen nivel. Pero no dejan de ser un centrocampista y un extremo reconvertido a lateral, respectivamente. Y ahora es cuando llegan los partidos de verdad, esos en los que se notan mucho las carencias y donde te enfrentas a rivales que pueden dejarte en cualquier momento con las vergüenzas al aire y dar al traste con los objetivos de una temporada; hablamos obviamente de la Champions.

El cuerpo técnico del Barça buscó desesperadamente un central el pasado verano. Thiago Silva era el objetivo prioritario de la dirección deportiva culé, pero los petrodólares del Paris Saint Germain fueron demasiada oposición. Los azulgrana no llegaron a los 40 millones que pedía el AC Milan. Descartado el brasileño, el Barça se puso a elucubrar y decidió llevar a cabo otra ‘locura’. A sabiendas de cuál era la posición a reforzar, decidieron contratar otro centrocampista (como si no tuviera), Alex Song. Las excusas eran dar descanso a Sergio Busquets y la polivalencia del camerunés para jugar de central. Al final, ‘ni chicha ni limoná’. El ex del Arsenal ha dado descanso al internacional español, sí, y ha jugado de central, también. Pero en ninguna de las dos posiciones ha rendido como se esperaba.

¿Mala planificación o simplemente infortunio? Parece haber más de lo primero que de lo segundo, pero el caso es que, ahora, la dupla Tito-Roura necesita encontrar al ‘no central’ de mayor garantía que acompañe a Piqué. Todo apunta a Mascherano. El argentino es el que mejor rendimiento ha dado y parece ser el elegido para suplir a Puyol. Por el bien del Barça, que el ‘Jefecito’ haga olvidar al capitán, porque si no, el Barça se va a acordar de ese defensa central que tuvo que fichar en verano y que decidió cambiar por el enésimo centrocampista. Como suele decirse en el argot popular, los experimentos se hacen con gaseosa…

Cuando uno confecciona una plantilla corta, toma sus riesgos. Es algo que viene haciendo el FC Barcelona desde que Pep Guardiola se hiciera cargo del primer equipo, aspecto que han heredado Tito Vilanova y Jordi Roura. En todos los equipos de élite se dice que lo ideal es tener a dos jugadores por puesto, pero esto no ocurre en el equipo azulgrana en las últimas temporadas, y curiosamente donde siempre faltan efectivos es en la zaga. De la misma forma que hay dos futbolistas de garantías en prácticamente todas las demarcaciones del terreno de juego, la posición de central no cumple con este requisito.