Aunque Tito afirme que Messi y Villa "se llevan muy bien", dentro del campo no congenian

“Messi y Villa se llevan muy bien, no hace falta que hagamos una demostración pública”. Tito Vilanova intentó apagar la polémica que se desató la semana pasada en Champions cuando, sobre el terreno de juego del Celtic Park, el argentino recriminó al asturiano que no le pasara el balón. Le siguió con la mirada hasta que se cruzaron y se produjo el choque de los delanteros que según su entrenador “se llevan muy bien”, pero frente al Mallorca volvieron a demostrar que dentro del campo siguen sin conectar. Ayer Messi se llevó todo el protagonismo y marcó un par de goles superando los anotados por Pelé en un año natural, mientras Villa veía terminar el partido desde el banquillo después de firmar una actuación gris. ¿La razón? La posición en la que jugó Villa, escorado en la banda, lejos de su hábitat natural, el área.

En el minuto 66 el asturiano dejaba su sitio a Alexis. Algo más de una hora en la que el asturiano apenas participó en el juego del Barcelona; a los 35 minutos apareció su primera y única oportunidad, pero Geromel se encargó de que no llegase a buen puerto. Un Villa desaparecido y deslucido no encontró su lugar en el Iberostar Estadi porque Tito le situó escorado hacia la banda derecha. Aunque el asturiano se empeñaba en adentrarse en el campo para fijar a los centrales dejando vía libre a Messi, no conseguía hacerse con un hueco para poder lucirse con el balón. En el Barcelona ese espacio del terreno de juego es propiedad exclusiva del argentino. La labor de Villa pasaba por trabajar para el equipo abriendo espacios para que Alves subiera con peligro por la banda derecha, pero cuanto más se aleja al internacional español del área, más perdido se encuentra.

En algunas ocasiones, el ego del futbolista (y más el de los goleadores) les hace pecar de egoístas. Villa confesó que quiso ser titular antes de tiempo, cuando no estaba a tope tras la grave lesión que sufrió a finales del año pasado. Eso es parte del pasado. El máximo goleador de la Selección está al cien por cien, recuperando su mejor forma y su olfato vuelve a estar a punto: siete goles en lo que va de temporada (cinco en Liga, uno en la Supercopa de España y otro con la Selección) teniendo en cuenta que comparte labor goleadora con el mejor delantero del mundo. Y para que Messi siga revalidando este título, Villa se ha visto obligado a cambiar su ubicación dentro del campo igual que hicieron en su día Eto’o o Ibrahimovic.

Pelé ya es historia para Messi

El siete azulgrana se convirtió en un testigo de lujo de la goleada del Barcelona, en la que el protagonista volvió a ser Leo Messi. Una vez más. El delantero argentino firmó un doblete que le permitió superar a la marca de 75 goles que hizo Pelé en 1958. Con 76 dianas, el único futbolista que tiene por delante es el delantero alemán Gerd Müller que anotó 85 tantos en 1972. El argentino está a diez, un reto que no es imposible conociendo a Messi.