Eto'o, Ibrahimovic... ¿es Villa el siguiente de la lista negra de Messi?

La distancia crece. Messi y Villa orientan su vida deportiva por caminos divergentes. La convivencia con el argentino no es sencilla, tal y como pueden ratificar Eto’o e Ibrahimovic, que tuvieron que cambiar de ubicación y después de equipo, ante la exigencia del diez azulgrana de la existencia de que sólo existiera una poltrona en el vestuario del Barcelona. Hasta hace menos de un año, Messi no era amigo de gestos públicos, pero el panorama ha cambiado y el Balón de Oro reclama su espacio delante de todos, con cámaras de por medio, en pleno partido o durante un entrenamiento. Uno y otro hacen su vida dentro del vestuario. Cada uno tiene su vida y sus amigos, que poco tienen en común. Apenas hay relación. 

En Glasgow se vivió un nuevo episodio de ese distanciamiento que mantiene con Villa. El asturiano en esta ocasión no respondió, se limitó a mirar, observar y darse la vuelta ante la segunda pataleta del argentino en menos de un mes. Ni caso, esa fue su respuesta, gesto que simboliza la relación entre ambos en el último año. Esta escena ha sido aprovechada por la prensa inglesa para hablar de un futuro en la Premier del español, algo que no es nuevo y de lo que se hablaba hace un año, justo en el momento de lesionarse. Villa ahora solo piensa en recuperarse al ciento por ciento y ayudar a su equipo, esté el compañero que esté al lado. 

Villa reconoció días atrás su error de haber querido llegar a la titularidad en un gesto que le honra cuando todavía no estaba del todo recuperado de la lesión que sufrió en el pasado mes de diciembre en Yokohama. El asturiano quería jugar, pero siempre que lo hace se vuelca en el equipo. Como goleador que es, se le puede considerar egoísta en ciertos momentos, pero no se le recuerda gesto alguno de reproche hacia ningún compañero. Algo de lo que Messi no puede presumir, que parece tener su punto de mira puesto en el máximo realizador de la historia de la selección española.

El ex del Valencia no ha cambiado. Su forma de actuar es la misma, tanto con Guardiola antes, como con Vilanova ahora. Sin embargo, es Messi al que se le ve más irascible. A los dos enfrentamientos públicos o disparidad de criterios a la hora de elegir una opción sobre un terreno de juego, hay que unir la colleja que lanzó a Vila o el pique que tuvo con Bartra el pasado verano en un entrenamiento. El actual técnico del Barcelona no ha rebajado el rango de Messi, al contrario, pero el argentino parece sentirse más desprotegido, incluso ha tenido ocasión de pasar por el banquillo, algo prohibido por Guardiola. El argentino está nervioso y el único motivo aparente es la ausencia del entrenador que mejor le ha sabido entender y contentar en todos sus deseos. Hablamos de Pep Guardiola.