¿Este Atlético de Falcao y Simeone va en serio?

Todos los años es la misma canción, ‘este año el Atleti, sí’. Luego, el paso de las jornadas va evaporando el sueño de los aficionados rojiblancos, esos que ansían volver a codearse con los grandes de nuestra Liga (Barça y Real Madrid), estar en la pelea por el campeonato nacional y volver a saborear las mieles del éxito con un título de Liga. En esta ocasión, una vez más, el arranque de temporada del conjunto colchonero ha vuelto a disparar la euforia a orillas del Manzanares. Con el ‘Cholo’ Simeone en el banquillo se ha igualado un registro fetén para los del Vicente Calderón, el del doblete. El Atlético de Madrid ha calcado los inicios de aquel conjunto entrenado por Radomir Antic y donde el propio Simeone era pieza clave junto a Kiko, Pantic, Penev, Caminero y compañía.

Cuatro triunfos consecutivos (Athletic de Bilbao, Rayo Vallecano, Valladolid y Betis) y el empate inaugural ante el Levante han colocado al conjunto rojiblanco en segunda posición, tan sólo superado por un FC Barcelona que cuenta sus partidos por victorias. Además, el Atleti se paseó en su primer partido de Europa League a domicilio (0-3 ante el Hapoel de Tel Aviv). Todos estos fríos números, unidos a la presencia de Radamel Falcao, la consistencia del proyecto, y, fundamentalmente, la confianza de los que mandan en el técnico argentino, hacen pensar que este equipo va muy en serio. ¿Hasta el punto de luchar con Barça y Madrid por el título? Son palabras mayores, pero hay muchos que piensan que sí. El equilibrio de la plantilla colchonera, con prácticamente dos hombres por puesto y con un nivel muy parejo, es el argumento que utilizan los optimistas.

La ansiada estabilidad ha llegado al Calderón de la mano del ‘Cholo’, hombre querido y respetado a partes iguales por la afición y la directiva, aspecto que no se daba en el club desde la temporada en Segunda con Luis Aragones y, obviamente, la etapa de Radomir Antic en la época del doblete. Y por aquí pueden volver los éxitos a la entidad rojiblanca, de hecho ya han comenzado a producirse con la conquista de la Europa League y la Supercopa de Europa.  

La desilusión de anteriores campañas

Pero claro, también está el bando de los pesimistas, que opinan que nos encontramos ante un capítulo más de la reciente historia atlética. Y no les falta razón. De las últimas cinco campañas, el Atleti ha comenzado en cuatro de ellas situado entre las primeras posiciones de la tabla, haciendo pensar que se convertiría en una alternativa al título liguero; nada más lejos de la realidad.

Nos remontamos, por ejemplo, a la campaña 2007-2008, con Javier Aguirre al frente de la nave rojiblanca. Tras las cinco primeras jornadas, el Atleti era quinto, con ocho puntos y las espadas en todo lo alto para luchar por todas las competiciones. El devenir de la competición le deparó al equipo una exitosa clasificación para la Champions League, pero eso sí, muy lejos del título, a 21 puntos del campeón, el Real Madrid.

La siguiente tuvo una similitud extraordinaria. Partiendo del banquillo, donde continuaba el mexicano, el equipo era séptimo una vez jugados los cinco primeros partidos. La continuidad del proyecto hacía pensar que el Atlético de Madrid podría dar ese salto de calidad, pero la historia no fue así. Nuevamente, clasificación para la máxima competición continental, pero a una distancia casi idéntica (20 puntos) del campeón, en esta ocasión el Barça.

Tras el impás de la temporada 2009-2010, donde el comienzo liguero con Abel Resino fue realmente desastroso, la 2010-2011 volvió a concitar la ilusión de una de las aficiones más fieles de este país. Quintos en la tabla (tres partidos ganados, un empate y una derrota), los de Quique Sánchez Flores llenaban páginas de periódicos, minutos de radio y televisión como la tercera opción a finalizar la campaña en lo más alto de la tabla. Con Agüero y Forlán como máximas estrellas, los entonces campeones de la Europa League volvían a quedarse en el camino en eso de conquistar su décima Liga.

Y último ejemplo. A pesar de las enormes críticas, Gregorio Manzano calcó los resultados de su predecesor en la pasada temporada. El Atlético de Madrid era cuarto, con 10 puntos, y una vez más afición y medios de comunicación lanzaban por enésima vez la misma pregunta, ¿esta vez sí? Pues no, esta vez tampoco. Con cambio de entrenador por el camino, el club finalizaba con un nuevo entorchado europeo, pero muy lejos en la competición doméstica, quinto y a 44 puntos de su eterno rival. ¿Qué puede hacer pensar que esta ocasión puede ser la definitiva? Sólo la fe inquebrantable de la hinchada del Calderón tiene una respuesta.