Míchel encara el partido ante el Real Madrid con ‘la mordaza puesta’

El Real Madrid de José Mourinho visita este sábado una plaza difícil, el Ramón Sánchez Pizjuán. Los cinco puntos perdidos por los blancos en este inicio de Liga no le dejan margen para el tropiezo allí si no quieren que las dudas comiencen a rondar por Chamartín. Enfrente se encontrarán a un Sevilla dirigido por un histórico madridista, Míchel, quien en una semana tan especial como esta no tendrá la posibilidad de analizar públicamente y en profundidad estas y otras situaciones que rodean al choque.

Tanto la afición sevillista como la del Real Madrid deberán conformarse con la protocolaria rueda de prensa oficial que el excentrocampista internacional dará en la víspera del partido. Y es que desde el club de Nervión se avisa desde la pasada semana a todos los medios de comunicación que se ha decidido que Míchel no atienda a nadie hasta después del duelo ante el conjunto madridista.

Esta ‘ley del silencio’ sigue la línea de la moderna estrategia de comunicación que, por desgracia, cada vez se hace más común en el fútbol español. Los responsables de prensa del Sevilla aluden precisamente a la “gran cantidad de peticiones” para justificar su decisión de que es mejor no satisfacer a ninguna de ellas. Se supone que, como se buscaba en el Barça de Pep Guardiola, así intentan evitar cualquier polémica mediática que acabe por perjudicar al equipo. Pero es evidente que los únicos perjudicados son los aficionados, quienes, en una semana tan importante, se quedan sin conocer las impresiones directas y diversos puntos de vista de los protagonistas y se tienen que conformar con las interpretaciones que de buena manera haga la prensa.

Y es que el choque tiene tela. El Real Madrid acude a un estadio donde no es precisamente querido. De hecho, hasta que el buen hacer de Míchel no demostró poco a poco que su proyecto tenía futuro, en el sevillismo existían muchas miradas de reticencia hacia quien en su etapa de jugador más silbidos recibió en el Sánchez Pizjuán defendiendo los colores del equipo madrileño. Pero esto tampoco será desgranado en ninguna entrevista a lo largo de la semana…

Aparte de la ‘mordaza’ de Míchel, que por suerte no afecta a sus jugadores, en lo deportivo la realidad del Sevilla ya está totalmente impregnada del duelo ante los actuales campeones. El domingo, el club hispalense jugó un amistoso en Albania, donde se impuso por 1-2 a un club local con goles de Manu del Moral y el exmadridista Negredo. Precisamente, este último demostraba así su total recuperación del golpe que sufrió ante el Rayo en la pasada jornada y que le tuvo varios días en la enfermería. Otro que también podría llegar a tiempo de jugar ante su exequipo es José Antonio Reyes. El utrerano se recupera de un problema en uno de sus brazos y trabaja contrarreloj para ser de la partida.

Otra duda que tiene que resolver Míchel está en la portería. El también ex del Real Madrid Diego López fue expulsado en su segundo partido liguero con el Sevilla, lo que le dio la titularidad a Palop en Vallecas. El técnico será quien decida si el veterano capitán continúa de titular o si bien regresa al arco el que pasa por ser uno de los fichajes estrella de este año.