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Más presión para Llorente: los políticos vascos piden “explicaciones” al delantero
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LA SITUACIÓN SE HA TORNADO INSOSTENIBLE PARA TODAS LAS PARTES

Más presión para Llorente: los políticos vascos piden “explicaciones” al delantero

Si Fernando Llorente no tenía suficiente con la presión de buena parte de la grada de San Mamés, reprochándole de malas maneras su clara intención de

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Más presión para Llorente: los políticos vascos piden “explicaciones” al delantero

Si Fernando Llorente no tenía suficiente con la presión de buena parte de la grada de San Mamés, reprochándole de malas maneras su clara intención de no renovar por el Athletic, ahora se ha unido la clase política para echar más leña al fuego. Concretamente, dos dirigentes del PNV han alzado la voz para pedir “explicaciones” al delantero riojano sobre su decisión de no continuar en la disciplina del club de Ibaigane. El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Íñigo Urkullu, ha pedido que “el jugador o su entorno tienen que ser honestos con la afición y dar las explicaciones necesarias”, mientras que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha ido un poco más allá, calificando de “obsceno” la cifra de 5,5 millones de euros que, al parecer, el agente del jugador, su hermano Chus Llorente, pedía para renovar. “Con la que está cayendo, no está mal ganar unos mil o mil cien millones de las antiguas pesetas”, declaró a Radio Euskadi la primera autoridad de la capital bilbaína.

Quizá habría que recordar que el presidente del Athletic de Bilbao, Josu Urrutia, dejó claro en su comparecencia de prensa de la semana pasada que la decisión del ariete internacional “no era una cuestión monetaria, sino deportiva”. Lo que está claro es que del ‘caso Llorente’ está opinando todo el mundo menos el propio futbolista. Todavía nadie ha escuchado la versión del futbolista y muchos ya se han apresurado a realizar todo tipo de juicios de valor al respecto. Algunos han ido más allá y han acudido a entrenamientos del equipo, con el consentimiento del club, para insultar al jugador (también a Javi Martínez por su más que probable marcha al Bayern de Munich) o han realizado pintadas en la tienda oficial del Athletic del estilo ‘Llorente muérete español’.

La pasada semana, el exdelantero del conjunto de San Mamés Ismael Urzaiz comentaba para El Confidencial que “ésta no es la mejor forma de empezar la temporada. Si Llorente se queda, va a ser una temporada difícil para él”. El navarro hacía referencia al plano deportivo, pero la situación ha tomado un cariz casi violento, cuando menos en el plano verbal. Si bien es cierto que en el partido inaugural de Liga ante el Betis los aficionados se olvidaron del tema y se dedicaron a animar a su equipo, las declaraciones de Urkullu y Azkuna van a prender de nuevo la mecha, si es que ésta se había apagado en algún momento. Quizá sería un buen momento para reflexionar y medir mucho las manifestaciones públicas, teniendo en cuenta los ánimos tan caldeados que se viven en los últimos días en Bilbao.

En la edición de ayer, nuestro compañero Javier Gómez Matallanas, ya apuntaba que la situación de Llorente ha trascendido los límites deportivos para alcanzar el plano político. No tiene mucho sentido que a un futbolista que ha promediado prácticamente un gol cada dos partidos y que lo ha dado todo por esa camiseta se le reproche un determinado sentimiento de simpatía y cariño hacia su país. Deporte y política mezclan mal y habría que empezar a separarlos de una vez por todas. Fernando Llorente es un jugador de fútbol, muy bueno por cierto, y nada más. Ésa es la valoración que se debe hacer. Y es muy lícito que los aficionados puedan estar cabreados por su intención de no querer seguir o por cómo está llevando el asunto su representante, pero siempre desde el respeto.

Los acontecimientos se han precipitado en los últimos diez días, la situación se ha vuelto insostenible y quizá sea el momento para que Josu Urrutia reconsidere su postura de traspasar a la estrella rojiblanca. Será la mejor opción para todos: el Athletic ingresaría una buena cantidad de dinero, el ambiente dejará de estar crispado y el equipo podrá trabajar con normalidad y Llorente colmaría sus aspiraciones deportivas y dejaría de vivir una pesadilla.

Si Fernando Llorente no tenía suficiente con la presión de buena parte de la grada de San Mamés, reprochándole de malas maneras su clara intención de no renovar por el Athletic, ahora se ha unido la clase política para echar más leña al fuego. Concretamente, dos dirigentes del PNV han alzado la voz para pedir “explicaciones” al delantero riojano sobre su decisión de no continuar en la disciplina del club de Ibaigane. El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Íñigo Urkullu, ha pedido que “el jugador o su entorno tienen que ser honestos con la afición y dar las explicaciones necesarias”, mientras que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha ido un poco más allá, calificando de “obsceno” la cifra de 5,5 millones de euros que, al parecer, el agente del jugador, su hermano Chus Llorente, pedía para renovar. “Con la que está cayendo, no está mal ganar unos mil o mil cien millones de las antiguas pesetas”, declaró a Radio Euskadi la primera autoridad de la capital bilbaína.