Peligra la transmisión por televisión de las primeras jornadas de la Liga de fútbol

Medriapro y Sogecable continúan adelante con su guerra por controlar el fútbol. Las dos operadoras han entrado en plena e incruenta batalla y el perjudicado puede ser el aficionado al fútbol. La falta de acuerdo entre las dos empresas debido a las posturas de fuerza que están adoptando, utilizando a algunos equipos de fútbol de Primera División, parece el acuerdo necesario e imprescindible para que exista el fútbol televisado. ¿Recuerdan la guerra de hace cinco años y por la que por momentos se dejó de ver el fútbol por televisión, para luego pasar a una barra líbre indiscriminada? Pues está a tres semanas de repetirse de nuevo.

Para que un partido pueda emitirse, con independencia del operador que sea, tiene que existir un acuerdo entre los dos equipos. En teoría, y por la defensa de los derechos de imagen de todos los clubes, los dos deben dar la autorización a la transmisión del mismo. En caso contrario, si el de casa da el ok y permite el acceso de las cámaras, el rival podría denunciar la situación o la operadora a la que tenga vendido los derechos. 

Ahora mismo hay dos bandos, ya que algunos de los equipos o bien han roto vínculos con anteriores operadores o bien han terminado contrato y han cambiado de bando. Este movimiento lo hizo Mediapro y ahora devuelven la moneda a Roures. Prisa, a través de Sogecable es la que ha dado el paso de romper el panorama actual. Getafe, Betis, Osasuna, Celta, Espanyol, Zaragoza, Atlético, Athletic, Real Sociedad, Valencia y Sevilla. Los nueve primeros mantiene litigio con Mediapro al romper el contrato que tenían firmado tras la resolución de competencia de que los contratos de más de tres años no tenían validez.

La solución pasa por un acuerdo de las operadoras. No hay otra solución o las cámaras no podrán entrar en muchos estadios. Los clubes de Primera están más divididos que nunca y todo por el color del dinero, el que Sogecable ha ofrecido para pasar a controlar el negocio del fútbol.

Los horarios, tan criticados desde algunos medios afines, son los 'pactados' entre la LFP y la AFE para evitar que en el mes de agosto se jugara a las cuatro o seis de la tarde, horas que el sindicato no admitió pese a decisión de Mediapro de jugar en la misma franja horaria que durante el resto del año, es decir a las 12, 4, 6, 8 y 10 de la noche.