Mourinho renovó en marzo pero no lo hizo público hasta sentirse respaldado por la afición

José Mourinho anunció su renovación de contrato en los últimos días del mes de mayo. El portugués marcó los tiempos y anunció cuando creyó conveniente un acuerdo rubricado en el mes de marzo, días después de la última gran crisis que ha atravesado desde que es entrenador del Real Madrid. El técnico, con el contrato en la mano, quiso esperar al momento adecuado, al instante en el que creía que era el menos perjudicial para la entidad. Lo hizo con el título de Liga ya conseguido y cuando comprobó que la afición quería su continuidad.

Las dudas que aparecieron durante la temporada en algún sector de la afición, le invitaron a esperar al término de la campaña para hacer pública la muestra de confianza recibida por parte de los dirigentes del club, al ampliarle dos años más el contrato que expiraba en el 30 de junio de 2014, aumentando hasta los 11 millones de euros los emolumentos que recibe por cada doce meses de trabajo.

Mourinho se vio fuera del club tras la eliminación de Copa del Rey ante el Barcelona. Al portugués no le gustaron ciertos comportamientos que observó dentro del club como por ejemplo el poco respaldo público que encontraron sus quejas arbitrales tras el partido del vuelta en el Camp Nou, filtrándose desde su entorno su posible salida del club. Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, director general del club, pactaron con el técnico un nuevo contrato que fue rubricado tras la Junta directiva celebrada en el mes de marzo.

El técnico ya tenía todo el poder, pero tras el nuevo respaldo institucional se sintió seguro de sus fuerzas y de la capacidad que tenía para hacer y deshacer en todo lo referente al primer equipo. Su primera decisión no fue otra que pedir no hacer pública su renovación hasta el término de la campaña y cuando no existiera duda alguna. Desde ese momento, Mourinho se puso a trabajar para dar forma al nuevo Real Madrid. La idea era clara: "La base del equipo ya está hecha, pero sobra algún jugador", confesó el técnico al presidente, que siempre ha confesado en privado que este verano no iban a producirse el aterrizaje de muchas caras nueva, tal y como está sucediendo.

La comunión entre las tres cabezas visibles del club y el poder del técnico es incuestionable. La presencia de Florentino Pérez y José Ángel Sánchez (primera vez que acompaña al equipo en los últimos seis años) es el mejor síntoma de que las decisiones se toman y parten de los tres. En todo momento se busca el consenso, el acuerdo. Y es cada día que pasa el peso de Mourinho en todas las decisiones es cada vez mayor.