Equipos, jugadores y afición, en contra de que la Supercopa viaje a China

El anuncio del acuerdo para disputar la Supercopa de España en Pekin puede tener respuesta en los equipos, nada conformes con la decisión adoptada por la Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha actuado sin consultar con ellos. Cierto es que la competición pertenece a la Federación que dirige Ángel María Villar, pero al fin y al cabo los que la disputan son los equipos que optan a ganar la Liga de Primera División o la Copa del Rey.

Además, los dos grandes creen que el viaje hasta China en los últimos días del mes de agosto podría condicionar el resto de la pretemporada y tendrían que acondicionarla al partido, teniendo que renunciar a las habituales giras veraniegas que tanto alivian el presupuestos del fútbol español. A día de hoy no está descartado que los equipos rechacen la propuesta que se llevará a la Asamblea del próximo mes de julio.

Con la Supercopa se da la curiosa circunstancia de que no es una competición profesional. En España, son reconocidas como competiciones profesionales por el Consejo Superior de Deportes la Liga de fútbol y la ACB. El resto no lo son, de ahí que la Supercopa esté dirigida completamente por la Federación. Es más, los derechos audiovisuales de la competición pertenecen a la RFEF, que luego hace partícipes del dinero recaudado a los equipos participantes. Los dirigentes de la Liga de Fútbol Profesional han reclamado en varias ocasiones el cambio de catalogación de la Supercopa y piensan volver a insistir en ello próximamente. Pretenden, al menos, compartir competencias.

Lo que no esperaban en la sede de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas es que fueran los jugadores y más los internacionales, como Sergio Ramos, los que alzaran la voz a tener que viajar hasta China para la disputa de la Supercopa a partir del próximo verano. "No es necesario desplazarse tan lejos para jugar al fútbol. Preferiría que las aficiones disfrutaran del partido y lo pudieran hacer en sus estadios". Hay que recordar que los internacionales españoles tienen, al margen de los viajes que sus equipos tienen previstos para este verano, otro largo desplazamiento previsto para el 15 de agosto. Y es que España jugará un amistoso de Puerto Rico el citado día.

La afición al fútbol, en general, también se ha mostrado contraria a la decisión adoptada por la Federación y por la que recibirá 40 millones de euros. Los foros y las diferentes encuestas realizadas hablan de un rechazo mayoritario a la idea de ver la disputa de la Supercopa por la mañana y a miles de kilómetros de distancia.