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Guardiola se convierte en el mejor de la historia el día en el que Bielsa perdió la cabeza
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SUPERA A TODOS LOS TÉCNICOS AZULGRANA Y EL ARGENTINO NO DESVELA SU FUTURO

Guardiola se convierte en el mejor de la historia el día en el que Bielsa perdió la cabeza

Pep Guardiola se va del Barcelona y lo hace a lo grande, con un nuevo título, el que le convierte en el entrenador azulgrana con más

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Guardiola se convierte en el mejor de la historia el día en el que Bielsa perdió la cabeza

Pep Guardiola se va del Barcelona y lo hace a lo grande, con un nuevo título, el que le convierte en el entrenador azulgrana con más títulos conquistados en toda la historia. La Copa del Rey eleva a catorce de diecinueve su balance de títulos en los cuatro años en los que ha estado al frente del banquillo azulgrana. Marcelo Bielsa sigue sin desvelar su futuro. La incógnita sobre la continuidad o no del argentino no ha sido despejada todavía. Ahora ya sabe que la afición le ha reclamado que siga al grito de "Bielsa quedate", pero las dudas se multiplican por la pésima imagen ofrecida por el Athletic en el Calderón. El entrenador agradeció el gesto de la afición. Nada más.

Guardiola quería despedirse por todo lo alto, buscaba la puerta grande, como un triunfador que es. Y ha logrado abrirla de par en par. Los titubeos producidos por el fallo en Liga ante el Real Madrid y en Champions ante el Chelsea, habían originado preguntas, dudas sobre el final del ciclo de Pep como técnico del Barcelona. Todas ellas han quedado disipadas con un triunfo de manual, de esos que han elevado los cuatro años de Guardiola a la categoría de los mejores de la historia del Barcelona.

El técnico azulgrana sonrió como pocas veces lo había hecho tras la conquista de cualquier otro título. Buscó a Vilanova y le abrazó a manera de traspaso de poderes. Se liberó cuando Xavi levantó la Copa al cielo de Madrid. El trabajo, a falta de la posterior rueda de prensa, ya estaba hecho. Tocaba disfrutar y bien que lo hizo compartiendo esa especie de sardana que el Barcelona se ha inventado alrededor del círculo central y que ha patentado a lo largo de estos cuatro años de éxitos. Eso sí, dejó que fueran los jugadores los que recogieran la Copa. Siendo fiel a su costumbre, el técnico se quedó junto a Carlos Naval en el césped y dejó que la plantilla entera subiera al palco a recibir la Copa de manos del Príncipe Felipe.

Bielsa fue la cruz de la final. La leyenda de perdedor en las grandes citas le ha perseguido durante su carrera y ayer escribió un nuevo capítulo. Tal y como ocurrió en la final de Bucarest, el técnico se equivocó en el planteamiento. Lo reconoció en sala de prensa, mirando al vacío, siendo fiel a su costumbre de parecer perdido y agobiado ante las preguntas de los periodistas. 

El exseleccionador de Chile ha conocido el sabor de la derrota en la Libertadores con Newell's Old Boys en 1992, la final de la Copa América con Argentina en 2004 y las dos con el Athletic, la Europa League y la Copa del Rey. Ayer se mostró sin capacidad de reacción. De salida descoló a sus jugadores, colocando a Javi Martínez en el centro del campo y a Ander Herrera como suplente. Además, claro está de la titularidad de jugadores como Ibai y Ekiza, nada habituales. Decisiones que desorientaron a sus jugadores, igual que otras adoptadas en las últimas semanas y que sólo sirvieron para sembrar el desconcierto, como la de querer separar en los días previos a los jugadores convocados de los que no figuraban en la lista. 

Es más, en el vestuario tomaron el once de ayer como una despedida del técnico. Los jugadores no entendieron algunas de sus decisiones después de estar repitiendo el once durante toda la campaña, lo que ha llevado a muchos jugadores a llegar fundidos a los últimos y decisivos partidos. Y es que la temporada de Bielsa se cierra con dos finales, pedidas eso sí, y un décimo puesto en la Liga.

Pep Guardiola se va del Barcelona y lo hace a lo grande, con un nuevo título, el que le convierte en el entrenador azulgrana con más títulos conquistados en toda la historia. La Copa del Rey eleva a catorce de diecinueve su balance de títulos en los cuatro años en los que ha estado al frente del banquillo azulgrana. Marcelo Bielsa sigue sin desvelar su futuro. La incógnita sobre la continuidad o no del argentino no ha sido despejada todavía. Ahora ya sabe que la afición le ha reclamado que siga al grito de "Bielsa quedate", pero las dudas se multiplican por la pésima imagen ofrecida por el Athletic en el Calderón. El entrenador agradeció el gesto de la afición. Nada más.

Pep Guardiola