El principio del fin de la pesadilla zaragocista: Agapito se va pero la afición no se fía

El lunes Zaragoza se vistió de fiesta para disfrutar de la ‘Cincomarzada’, un festejo local, y un día después Agapito Iglesias dio otro motivo para reanudar las celebraciones: el presidente zaragocista anunciaba que ponía a la venta el paquete de acciones (suponen un 92%) que le convierte en presidente y dueño del conjunto maño desde hace seis temporadas. El comunicado oficial no dejó indiferente a nadie y las reacciones se han sucedido desde el martes. El sentimiento generalizado es que, por fin, el empresario soriano ha escuchado las peticiones de la afición pero la realidad es distinta. Y es que nadie se fía de Agapito Iglesias y muchos no creerán las intenciones del constructor hasta que no se hagan realidad.

La alarma saltó cuando se negó a desvelar el precio de las acciones en El Larguero de la Cadena SER: “Eso no es lo más importante. Lo que debe prevalecer es que haya alguien con capacidad para hacerse cargo del Real Zaragoza”. Éste es otro de los interrogantes que se plantea la afición: ¿quién va a querer hacerse cargo de un equipo como el Real Zaragoza? El conjunto se encuentra inmerso en un proceso concursal, algo que beneficia a la venta, pero carece de valor y patrimonio: apenas posee jugadores en propiedad porque muchos llegaron a través de fondos de inversión, la cantera deja mucho que desear, las oficinas fueron vendidas, el estadio pertenece al Ayuntamiento de Zaragoza… Desde luego, no son los mejores incentivos para meterse en semejante aventura. Iglesias dio un par de claves, “hay que tener ganas e ilusión”, y se atrevió a desear que espera que “venga otro que lo haga mejor que yo”. No será difícil.

La venta será dirigida por los abogados de Cuatrecasas, que se encargarán de la asesoría jurídica, y por el Gabinete Cimbra que llevará la gestión. El objetivo es conseguir un proceso de compra-venta normal e incluso las acciones podrían ser adquiridas en distintos paquetes. Se sabe que en el pasado existieron varias ofertas que se esfumaron pero ahora podrían ser rescatadas.

Alegría contenida en La Romareda

La entrevista concedida por el presidente zaragocista dejó frases dignas de ser recordadas. Agapito afirmó que en las seis temporadas que lleva al frente del equipo maño “no he robado ni me he llevado nada, he invertido más de 40 millones de euros” y aludió a su decisión de no aparecer por el palco de La Romareda pero sí a hacerlo en las zonas nobles de los estadios donde el Real Zaragoza juega como visitante: “Se me pueden achacar muchas cosas pero no ser cobarde. Me he sentido muy solo y he luchado siempre porque el Zaragoza pudiera sobrevivir”. Probablemente no puso el esfuerzo suficiente porque todo apunta a que el equipo seguirá con vida… pero en Segunda.

Agapito reiteró que su decisión responde “a la petición popular que existe” y aunque se podría pensar que los aficionados celebrarían su determinación, la situación es la opuesta. Los antecedentes del soriano invitan a las sospechas y al recelo. En más de una ocasión había manifestado en las juntas su decisión de vender el equipo para después arrepentirse y seguir desangrando al club. La alegría contenida y la prudencia se han instalado en las gradas de La Romareda porque muchos sospechan que el anuncio de la venta no es más que una cortina de humo. Incluso se ha llegado a apuntar que el equipo ya está vendido y el comunicado es una forma de aplacar los ánimos de una afición que lleva mucho tiempo luchando para sacar a Agapito del Real Zaragoza a través de distintas iniciativas. El primer objetivo ya se ha conseguido. Queda lo más complicado. Es el principio del fin de la pesadilla zaragocista.