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El Real Madrid destroza al Espanyol y da más argumentos a Pep para que se olvide de la Liga
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LOS DE POCHETTINO NADA PUEDEN HACER ANTE LA MÁQUINA DE MOURINHO

El Real Madrid destroza al Espanyol y da más argumentos a Pep para que se olvide de la Liga

El Real Madrid sigue sumando puntos, goleadas y victorias como el que no quiere la cosa. La sensación que transmite en ocasiones es difusa, pero obedece

Foto: El Real Madrid destroza al Espanyol y da más argumentos a Pep para que se olvide de la Liga
El Real Madrid destroza al Espanyol y da más argumentos a Pep para que se olvide de la Liga

El Real Madrid sigue sumando puntos, goleadas y victorias como el que no quiere la cosa. La sensación que transmite en ocasiones es difusa, pero obedece a esa tremenda superioridad que tiene sobre dieciocho equipos de la Liga. El otro, el único no inferior al Real Madrid, es el Barcelona, que curiosamente está situado a un mundo, a diez puntos y resignado a ceder el trono liguero al equipo blanco. Esa  distancia con el resto de equipos, le llevan a programar los partidos en plan ahorro de energía, sin un gasto de más salvo que decidan divertirse y golear, como fue lo que pasó ante el Espanyol, que se llevó cinco como el que no quiere la cosa y gracias a Casilla, que evitó que la manita fuera doble. 

Mourinho y los suyos saben que antes o después tendrán la ocasión de plasmar esa superioridad en el marcador. Y lo sucedido ante el Espanyol es el fiel reflejo de esa situación que semana tras semana se repite en todos los partidos que el equipo blanco disputa especialmente en su estadio. Se llevaron cinco goles de regreso a Barcelona como el que no quiere la cosa. El equipo madridista ni sudó. No le hizo falta. Y esa es la realidad de nuestra Liga, la que dice que el Real Madrid suma 67 puntos y 85 goles a trece partidos del final.

Los 'periquitos' se rindieron al Madrid

El Espanyol llegaba precedido de buena fama, aspirante a Champions. En el banquillo, un entrenador objeto de debate respecto a su futuro, que algunos en el Bernabéu le ven de blanco por cierto. Jugadores de futuro como Coutinho (tuvo tiempo de romper la cintura a un señalado Carvalho antes de que le quitara Pochettino) , Álvaro, Weiss, Didac... pero nada de eso fue argumento suficiente para presentar candidatura a llevarse algo positivo en su visita al recinto blanco. Nada. En cuanto el Real Madrid pisaba el acelerador, la resistencia del Espanyol desaparecía y sus jugadores rendían pleitesía a los madridistas que se atrevían a tirar paredes imposibles que terminaban en gol. Así llegaron los goles de Khedira y el de Higuaín (en dos ocasiones), con Özil y Kaká (ayer se parecía al jugador que fue Balón de Oro en 2007 e incluso marcó uno de los cinco) de asistentes de lujo. Antes Ronaldo no supo decir que no a una invitación a marcar hecha por Rodríguez al regalar un balón en el borde del área de Casilla. 

Mourinho sube el nivel de sus jugadores, eleva su caché. Al menos en el Real Madrid. A la calidad que todos sabemos que tienen, el portugués consigue que sus jugadores pongan una intensidad al juego que no está al alcance de ningún otro equipo. En días en el que tampoco ponen sobre el césped un juego excelso, lleno de belleza plástica, el ritmo, el paso machacón constante que ponen desde el minuto uno, termina por hundir a cualquier rival. El Espanyol no supo qué hacer superada la media hora de juego. El gol de Ronaldo, llegado tras un inocente fallo al sacar el balón, ayudó lo suyo, pero es que antes de ese gol la exigencia del técnico se transforma en un ritmo que no hay equipo que aguante y le termina por convertir en un once vulgar, tal y como sucedió al de Pochettino.

El Bernabéu quiere cantera

Lo curioso es que el Espanyol se presentó en el Bernabéu con cierto aire de atrevimiento, descarado diría yo. La presencia del pinturero Coutinho, el goleador Álvaro y el habilidoso Weiss hacía pensar que Pochettino salía con ganas de plantar cara en el dominio del balón. De hecho el primer remate del partido fue de Romaric, pero ahí se quedó la pólvora de un Espanyol que poco a poco fue entregando la cuchara a ritmo de gol y, en especial, de las apariciones de jugadores como Ronaldo, mostró un registro de remates digno de mención, Özil, Kaká e Higuaín. Los Moreno, Rodríguez, Javi López o Forlín sufrían cada vez que las bestias blancas amenazaban con aparecer. A partir del gol de CR7, minuto 23, dimitieron de manera definitiva. No querían ver el balón ni en pintura y cuando lo tenían lo regalaban a los madridistas. Nada pudieron hacer ante lo que se les venía encima.

Los minutos finales sirvieron para que el Espanyol presentara credenciales en el área de Casillas, pero sin peligro alguno. No era su día. Mourinho escuchó a la grada y se permitió el lujo de sacar diez minutos a Morata, como antes hizo con Callejón. Y es que la grada del Bernabéu quiere cantera, gente de la casa y más si el partido está decidido. Incluso el delantero del Castilla estuvo a un paso de marcar el sexto de la noche.

Ficha técnica:

Real Madrid: Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Carvalho. (Varane, min. 45), Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Özil (Callejón, min. 67), Kaká, Cristiano Ronaldo; e Higuaín (Morata, min. 81).

Espanyol: Casilla; Javi López, Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Dídac; Forlín, Romaric; Weiss, Verdú, Coutinho (Sergio García, min. 45); y Álvaro (Baena, min. 45).

Goles: 1-0, min. 23: Cristiano Ronaldo; 2-0, min. 38: Khedira. 3-0, min. 47: Higuaín. 4-0, min. 66: Kaká. 5-0, min. 78: Higuaín.

Árbitro: Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a Carvalho (min. 30) por parte local y a Forlín (min. 55) y a Baena (min. 82) por parte visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo sexta jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante cerca de 77.000 espectadores.

El Real Madrid sigue sumando puntos, goleadas y victorias como el que no quiere la cosa. La sensación que transmite en ocasiones es difusa, pero obedece a esa tremenda superioridad que tiene sobre dieciocho equipos de la Liga. El otro, el único no inferior al Real Madrid, es el Barcelona, que curiosamente está situado a un mundo, a diez puntos y resignado a ceder el trono liguero al equipo blanco. Esa  distancia con el resto de equipos, le llevan a programar los partidos en plan ahorro de energía, sin un gasto de más salvo que decidan divertirse y golear, como fue lo que pasó ante el Espanyol, que se llevó cinco como el que no quiere la cosa y gracias a Casilla, que evitó que la manita fuera doble.