Es noticia
Manolo Jiménez, de sentir “vergüenza” y pensar en la dimisión a seguir creyendo en la salvación
  1. Deportes
  2. Fútbol
HOY EXPLICARÁ ANTE LOS MEDIOS CUÁL ES SU SITUACIÓN A CORTO PLAZO

Manolo Jiménez, de sentir “vergüenza” y pensar en la dimisión a seguir creyendo en la salvación

La solución para el Real Zaragoza se antoja complicada. Los jugadores parecen haber asumido que el destino del equipo es descender a Segunda y no hacen

Foto: Manolo Jiménez, de sentir “vergüenza” y pensar en la dimisión a seguir creyendo en la salvación
Manolo Jiménez, de sentir “vergüenza” y pensar en la dimisión a seguir creyendo en la salvación

La solución para el Real Zaragoza se antoja complicada. Los jugadores parecen haber asumido que el destino del equipo es descender a Segunda y no hacen nada por intentar que la caída sea, al menos, digna. Incluso el entrenador ha tocado fondo. Las contundentes palabras de Manolo Jiménez el sábado por la noche en La Rosaleda dejaron en evidencia su abatimiento. El andaluz está harto y su tono indujo a pensar en una despedida. Nada de eso. Manolo Jiménez va a pelear hasta el final o hasta que él sienta que estorba porque sigue creyendo en la salvación. Parece que es el único.

No es la primera vez que se le pasaba la idea por la cabeza. Cuando el mercado de invierno cerró, Manolo Jiménez comprobó que todas sus peticiones habían caído en saco roto y empezó a ser consciente de lo que había hecho cuando respondió positivamente a la propuesta de Agapito Iglesias. La dimisión tomaba forma en la cabeza del técnico zaragocista pero su profesionalidad pesó más. Lo mismo pasó el sábado pasado en Málaga. Jiménez se planteó seriamente desmarcarse de la pesadilla que vive el Real Zaragoza y quiso darse un tiempo de reflexión mientras su presidente se iba a cenar por ahí, ignorando que el entrenador de su equipo se sentía más solo y desubicado que nunca.

El técnico del club maño ha convocado este martes a los medios para matizar y explicar las razones de su salida de tono. Manolo Jiménez aprovechará para dar a conocer su situación actual y su futuro a corto plazo. El entrenador zaragocista intentará calmar los ánimos y buscará una vía para conciliarse con los jugadores ya que la brecha que se abrió el sábado puede ir a más y supondría el golpe definitivo para la plantilla. La dimisión parece que está casi descartada pero es algo que sólo pasa por la mente del sevillano. Si los peores presagios se cumplieran, el Real Zaragoza tendría que pasar al plan C que no es otro que Esnáider, el entrenador del filial el cual también está en puestos de descenso. 

Sin relación con el presidente

La ‘rajada’ del ex del Sevilla ha sido la gota que ha colmado un vaso que se ha ido llenando poco a poco con los despropósitos de una plantilla que ni puede, ni quiere luchar por salvar a un histórico de la Liga. Jiménez fue un valiente cuando asumió el mando del Zaragoza, un puesto que había sido rechazado por varios entrenadores. Con él, el equipo mejoró su juego y su imagen. Incluso volvieron a saborear la victoria en Cornellá. Fue un mero espejismo. Los números son demoledores: 5 puntos de los 24 que ha jugado Jiménez. La afición sigue respaldándole porque saben que el problema no es el entrenador sino el presidente.

Lo cierto es que Manolo y Agapito apenas han cruzado palabra desde que el primero llegó al Real Zaragoza el 1 de enero. El técnico andaluz mantiene el contacto con la directiva a través de Prieto, uno de los aduladores de Iglesias. Jiménez se siente ignorado y defraudado con el proyecto que le presentó el dirigente soriano porque todo se quedó en promesas que no han llegado. Ni lo harán. Sacar algo bueno de este equipo es imposible. Todos los frentes se desmoronan. Muchos piensan que lo mejor sería copiar la estrategia a Ferrari y empezar a pensar en la próxima temporada. De lo que no hay duda es que las catorce jornadas que quedan se van harán muy largas en La Romareda

La solución para el Real Zaragoza se antoja complicada. Los jugadores parecen haber asumido que el destino del equipo es descender a Segunda y no hacen nada por intentar que la caída sea, al menos, digna. Incluso el entrenador ha tocado fondo. Las contundentes palabras de Manolo Jiménez el sábado por la noche en La Rosaleda dejaron en evidencia su abatimiento. El andaluz está harto y su tono indujo a pensar en una despedida. Nada de eso. Manolo Jiménez va a pelear hasta el final o hasta que él sienta que estorba porque sigue creyendo en la salvación. Parece que es el único.