Michu se ha convertido en la franquicia deportiva y económica del Rayo Vallecano

Michu (25 años) se ha convertido en una de las sensaciones de la Liga. Los once goles que lleva logrados en el campeonato solo tenían cabida en la mente de Sandoval. El técnico del Rayo decidió colocarle en el centro del ataque rayista ante la ausencia de delanteros y de dinero para ir al mercado a por ellos. La positiva respuesta del jugador y la visión del entrenador garantizan el acomodo deportivo y económico del Rayo. Y es que los tantos del asturiano pueden ser la salvación del equipo vallecano. Por un lado suma puntos y por el otro gana opciones para que el próximo verano el traspaso del ahora delantero lleve el balance del Rayo a números positivos, los de esta temporada claro está. 

Los cuatro millones de euros que figuran como cláusula de rescisión en el contrato de Michu invitan a pensar que algún equipo estudiará su contratación a pesar de tener contrato por un año más con el equipo vallecano. Las cuentas son claras y el gol del asturiano sale barato. Martín Presa, presidente del Rayo, y los administradores judiciales tienen claro que Michu y, probablemente, Casado y Lass darán vida económica al equipo de Vallecas. Al ex del Celta ya le han dicho que será traspasado y que a más goles, más dinero. Ley del mercado.

Michu se inició en esto del fútbol profesional en el Oviedo, algo que le iba a marcarle para siempre. La delicada situación económica del equipo asturiano le obligó a buscarse la vida lejos del Principado a partir de junio de 2007. En el Celta encontró su sitio y muy pronto empezó a destacar. La Segunda división se le quedaba pequeña y eso llevó al Sporting de Gijón a realizar una oferta al equipo gallego, pero no contaron con el jugador. Michu y su corazón carbayón le impidieron firmar por el eterno rival. Su fidelidad al Oviedo dio al traste con el acuerdo y con la posibilidad de jugar en Primera.

A los dirigentes del Celta no les sentó nada bien la decisión, tanto que recomendaron a Herrera, técnico del cuadro vigués, que no alienara al jugador. Pasaban las jornadas y el Celta no se arrimaba a los puestos que daban acceso al play off. El técnico lo vio claro y dijo a la directiva que necesitaba al medio centro ofensivo, así jugaba en el Celta, para dar el paso y pelear por el ascenso. Volvió al equipo y logró meter al once gallego en las eliminatorias por el ascenso, que no llegó, precisamente, por un penalti fallado por Michu ante el Granada en la tanda decisiva. 

Michu terminaba contrato el pasado 30 de junio y cuando todo el mundo esperaba que fuera una pieza codiciada por muchos Primeras, el tiempo decía lo contrario hasta que a finales de julio aparece el Rayo de Sandoval y Felipe Miñambres. El técnico lo tenía claro. Quería a Michu y Jonhatan Vieira. Uno sí llegó, el otro no por las altas pretensiones de Las Palmas y del propio jugador que dicen está comprometido con el Valencia.