Agapito Iglesias se alimenta de la hemorragia que está matando al Real Zaragoza

Sólo les vale una vuelta de Champions y con los resultados delante, el reto se antoja muy complicado. Dando por hecho que el Real Zaragoza juega en otra liga distinta al Real Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Atlético (a los que aún se tiene que enfrentar con excepción del equipo blanco), el club maño no pinta bien en ‘su’ terreno. Sin ir más lejos, vio como el Rayo remontaba el encuentro en La Romareda hace un par de semanas. A la crisis deportiva hay que añadir el descontento de la afición provocado por la gestión de Agapito Iglesias y sus ‘secuaces’. El último episodio desvelado por El Periódico de Aragón, apunta a que el presidente utilizó el dinero de la venta de Ander Herrera para comprar una finca en una localidad cercana a Zaragoza a través de sus empresas. El Real Zaragoza se muere mientras el presidente zaragocista sigue más vivo que nunca.

En La Romareda cada día supone una sorpresa porque no se sabe a ciencia cierta qué ocurrirá. El último capítulo de la historia del club maño tiene como protagonista al mismo de siempre: Agapito Iglesias. El Periódico de Aragón desvelaba un nuevo movimiento del presidente del Real Zaragoza. Según el rotativo aragonés, Iglesias podría haberse lucrado con la venta de Ander Herrera. Y aunque Hacienda ha solicitado al juzgado mercantil de Zaragoza que investigue la operación, el Real Zaragoza anunció que va a emprender acciones legales contra dicho periódico.

Independientemente de estas idas y venidas, Hacienda ha detectado que uno de los cheques que emitió el Athletic de Bilbao ha ido a parar a ADL, filial de la empresa Codesport, propiedad de Agapito Iglesias. El preció que pagó el club bilbaíno por Ander Herrera fue de 8’5 millones más 2’7 en función de los objetivos que el jugador logre en San Mamés y parte de ese dinero fue utilizado por Zaragoza Real State para comprar una finca en La Almunia de Doña Godina, localidad situada cerca de la capital. Dicha inmobiliaria también es propiedad de Agapito Iglesias por lo que, finalmente, el dinero no ha ido a parar a las arcas zaragocistas. El objetivo de Hacienda es saber si Zaragoza Real State y, en consecuencia, el Real Zaragoza han quebrantado alguna ley y han perjudicado a sus acreedores ya que ambos están inmersos en un proceso de concurso y Hacienda es su principal acreedor.

La respuesta de Agapito

Por su parte, Iglesias ha declarado que llevó a cabo dicha operación bajo recomendación de la Administración Tributaria que aconsejó al Real Zaragoza intentar conseguir patrimonio para que la suspensión de pagos fuera viable evitando la liquidación. La junta zaragocista interpretó la recomendación a su manera y decidió vender las oficinas que tenía en propiedad al club (curisamente, la compradora fue la inmobiliaria Zaragoza Real State) y, después, compró la finca de la discordia en La Almunia. Esto sólo es el principio de otro escándalo que sacude a un club ahogado por problemas de todo tipo.