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La televisión, el gran enemigo de Cristiano
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POR QUÉ COMPETICIÓN RECHAZA LAS CÁMARAS

La televisión, el gran enemigo de Cristiano

La decisión del Comité de Competición sobre el mediático Cristiano no ha sentado igual de bien en todos los barrios. La afición juzga con otros argumentos diferentes

Foto: Reacción de Cristiano Ronaldo tras su patada a Edimar.
Reacción de Cristiano Ronaldo tras su patada a Edimar.

La decisión del Comité de Competición sobre el mediático Cristiano Ronaldo no ha sentado igual de bien en todos los barrios. A través de las vías de expresión –redes sociales y foros- que tienen los aficionados al fútbol, ha habido una división de opiniones alejada de lo que debería suponer una decisión justa y ecuánime. ¿El problema? Mientras Competición sancionó según lo escrito en el acta, tal y como establecen sus actuales criterios, el aficionado juzga según lo que vio –mil y una veces- por televisión. Es decir, Competición juzgó una “patada a un adversario sin estar el balón a distancia de ser jugado”, mientras que el aficionado vio dicha “patada” y un par de manotazos a dos rivales. ¿Quién tiene una mejor versión de la realidad? ¿Debería la Justicia del fútbol apoyarse en la tecnología? Competición tiene motivos para no incluir la televisión en sus decisiones, aunque es una posibilidad que desde hace años ha valorado.

Trasladado a la calle, la Justicia ordinaria se apoya diariamente en la tecnología para resolver casos, como pueden ser las cámaras de seguridad. A partir de ahí, es el juez el responsable de atribuir mayor o menor peso a dichas imágenes en su veredicto. Son diferentes ‘reglas del juego’ a las del fútbol, donde no está contemplada esta eventualidad ya que se considera que en todos los partidos se cuenta con un acta del colegiado, pero no en todos existen el mismo número de cámaras. A los ojos de un árbitro, la acción de Cristiano Ronaldo es igual que si la hubiera cometido otro jugador menos mediático; a los 'ojos' de una cámara esta percepción cambia ya que existiría una lupa mayor sobre el jugador (equipo) mediático que si hubiera sido otro menos conocido. En este sentido, el mediático saldría perdiendo. Este es el principal motivo por el cual Competición ve más justo recurrir simplemente al acta, por muy arcaico que sea.

El acta va a misa también para Antiviolencia

El 8 de septiembre del año pasado, al tiempo que anunció su presentación nuevamente a la presidencia de FIFA, Joseph Blatter señaló que las repeticiones comenzarían a introducirse en el fútbol desde este 2015 en ciertos torneos. “Habrá una pantalla de televisión. El árbitro y el entrenador irán a mirar a la pantalla y después el árbitro puede cambiar de parecer”, explicó en lo que supuso una puerta abierta a la televisión como nuevo protagonista del fútbol. Este proceder se podría considerar como un ‘rearbitraje’, más incómodo que el caso de trasladar la tv a Competición, que dispondrían de más tiempo para analizar cada acción. Por otro lado, añade complejidad a la jugada puesto que no será tan clara, concisa y cómoda de interpretar como la ‘sencillez’ de las palabras escritas en acta arbitral.

Tan importante y vital resulta el acta actualmente, que la Comisión Antiviolencia también ha pedido al árbitro de cada encuentro que recoja en él los cánticos racistas e insultos que escuche durante el partido para actuar en consecuencia. Lo que diga el acta va a misa. De este modo, el colegiado multiplica sus tareas e intenta -junto con sus linieres y el cuarto colegiado- 'competir' con los medios tecnológicos que le rodean tanto en el césped como en la grada.

Otras jugadas iguales con menos ‘publicidad’

Circunstancias como la de Cristiano Ronaldo llegan regularmente a las manos de Competición. Sin ir más lejos, en este 2015 recibieron una similar de Rodrigo (Valencia), que tuvo como víctima a Morcillo (Rayo) y otra de Nauzet Alemán (Las Palmas) en un partido ante el Zaragoza, donde el árbitro escribió en el acta una redacción parecida a la de Cristiano: “Dio una patada a un adversario, estando el balón en juego y a una distancia de no poder jugarlo”. El caso del portugués ha sido uno más para el Comité, pero un asunto extraordinario y llamativo para medios y aficionados por el protagonista de esta ocasión. De ahí el debate y dudas generadas.

El Real Madrid, que no realizará alegaciones a la sanción, sí presentó un texto al Comité en el que argumentó un arrepentimiento del portugués nada más finalizar el partido a través de su cuenta de Twitter. Competición, ciñéndose al acta, ni lo valoró. Este hecho podría ser considerado diferente al de la televisión puesto que precisamente el valor que aporta una cámara es que describe fielmente lo sucedido en el campo pero, en el caso de la red social, ¿recibió asesoramiento Ronaldo en su escrito o salió de él mismo? Conjeturas, en cualquier caso, que se acercan más a la interpretación que pruebas reales y tangibles.

Dudas, opiniones, sugerencias… Hablar por hablar, de momento, porque la próxima vez que suceda una acción similar -salvo que cambie el criterio- el Comité de Competición seguirá juzgando lo que ponga el árbitro en el acta, un rincón donde las redes sociales, internet, la televisión y el resto de tecnologías continúan sin tener acceso.

La decisión del Comité de Competición sobre el mediático Cristiano Ronaldo no ha sentado igual de bien en todos los barrios. A través de las vías de expresión –redes sociales y foros- que tienen los aficionados al fútbol, ha habido una división de opiniones alejada de lo que debería suponer una decisión justa y ecuánime. ¿El problema? Mientras Competición sancionó según lo escrito en el acta, tal y como establecen sus actuales criterios, el aficionado juzga según lo que vio –mil y una veces- por televisión. Es decir, Competición juzgó una “patada a un adversario sin estar el balón a distancia de ser jugado”, mientras que el aficionado vio dicha “patada” y un par de manotazos a dos rivales. ¿Quién tiene una mejor versión de la realidad? ¿Debería la Justicia del fútbol apoyarse en la tecnología? Competición tiene motivos para no incluir la televisión en sus decisiones, aunque es una posibilidad que desde hace años ha valorado.

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