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Casillas y la defensa del Madrid dan vida al Atlético de cara a la vuelta de la Supercopa
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EL CONJUNTO ROJIBLANCO TOMA VENTAJA

Casillas y la defensa del Madrid dan vida al Atlético de cara a la vuelta de la Supercopa

Respeto, mes de agosto y otro partido en tres días. Los ingredientes de un partido soso, que acabó con un empate marcado por un fallo defensivo blanco

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Respeto, mes de agosto y un nuevo partido en tres días. Estos fueron los ingredientes de un partido soso, sin esa chispa de la que todavía carecen los jugadores en plena pretemporada. El Atlético mostró su habitual cara mientras las fuerzas le acompañaron durante la primera hora del partido. El Real Madrid mejoró en la segunda, curiosamente sin Cristiano Ronaldo y con James, autor del gol que parecía bastar para llevarse el triunfo, justo hasta que Raúl García aprovechó un despiste de Casillas y de toda la defensa blanca para empatar el partido en la primera gran ocasión rojiblanca.

La visión de juego de Kroos y el oportunismo de James bastaron para que el Real Madrid desnivelara la balanzaen un partido igualado, pero en el que la aparición del colombiano y el atrevimiento blanco ponían muy de cara el partido para el conjunto blanco. Pero el Atlético se encontró al final con un empate que buscó durante todo el partido.Del control rojiblanco de la primera mitadse pasó a un desorden en el que es felizel Real Madrid de la velocidad, el vertical. Bale, James y Kroos aparecieron más y mejor, que sin claras ocasiones, salvo un disparo del galés de golpe franco y una posterior ocasión del alemán, llevaron al Real Madrid a mostrar una mejor cara, más dinámica y con un fútbol más alegre.

Tras un más que digno homenaje a Di Stéfano sólo empañado por algunos salvajes disfrazados de rojiblancos, el Real Madrid quiso meter ritmo al partido de salida. Buscaba sorprender, tal y como hizo en la pasada eliminatoria de Copa del Rey. El Atlético esperaba ese inicio y por eso los de Simeone tenían orden de no permitir una. Sin concesiones en los primeros minutos. Gabi, Koke y Siqueira lo demostraron con faltas contundentes y entradas de todo tipo, con Bale como objetivo prioritario.Estrada cortó la dureza rojiblanca con dos amarillas, pero esa mal llamada intensidad cortó el rollo y el juego de los madridistas. A partir de ese momento, el Atlético pasó a vivir cómodamente ante la incapacidad del centro del campo del Real Madrid a la hora de crear juego o de sorprender de alguna manera.

Caras nuevas sobre el césped, pero pocas variaciones en el juego y en el espíritu de uno y otro equipo. Control del balón del Real Madrid, pero siempre bajo la supervisión rojiblanca. Los de Ancelotti tenían la pelota, la controlaban más, pero no sorprendían a los de Simeone y esa línea de presión que inicia Mandzukic y que continúan todos sus jugadores, especialmente Saúl, Koke, Gabi y Mario Suárez. El equipo blanco carecía de esa velocidad en el juego y en el movimiento de la pelota que se necesita en un equipo con las ideas tan claras como el Atlético.

Nadie sorprendía salvo que el centro del campo recuperara alguna pelota y Ronaldo, Benzema, Bale o Raúl García pudieran mostrar algo del fútbol que tienen. Ni Atlético ni Real Madrid se acercaban con peligro al área de Casillas o Moyá. A los rojiblancos les valía con ver pasar el tiempo y esperar esa oportunidad que antes o después iba a llegar, pero los actuales campeones de Copa no encontraban el ritmo necesario.

El partido se convirtió en una pelea de mediocentros. Todos los centrocampistas respondían a ese modelo de jugador, tanto del Real Madrid como el Atlético, y ahí se sentía más cómodo el equipo visitante, más acostumbrado a amontonar más jugadores en el centro del campo y de parecidas características. Lo que ganaban en seguridad lo perdían en verticalidad o en sorpresa. Modric lo intentaba, pero tenía que recorrer muchos metros para crear peligro. Demasiados. Un remate de Ronaldo de cabeza,alguna carrera de Bale y dos apariciones de Saúl fueron las escasas ocasiones de una triste primera mitad.

Ancelotti aprovechó la lesión de Cristiano Ronaldo para meter en el campo a James. El colombiano aportó velocidad e imaginación, algo que le faltó en la primera mitad, siendo además el autor del gol blanco. Cuando parecía que todo iba a terminar con victoria madridista, una indecisión de Casillas y la defensa blanca posibilitó un empate en cierta manera injusto. Incluso al final, el Real Madrid reclamó un penalti por mano de Mario Suárez. Y todo en los últimos diez minutos, entrada incluida de Di María en el terreno de juego, que fue recibido con ovación pese a su deseo de marcharse del club blanco.

Ficha técnica:

1 - Real Madrid: Iker Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric (Di María, m.78), Kroos; Bale, Cristiano Ronaldo (James, m.46) y Benzema.

1 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira (Ansaldi, m.63); Saúl Ñíguez (Griezmann, m.56), Mario Suárez, Gabi, Koke; Raúl García; y Mandzukic (Raúl Jiménez, m.79).

Goles: 1-0, m.81: James. 1-1, m.88: Raúl García.

Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán). Amonestó a Xabi Alonso (38) y Ramos (60) por el Real Madrid; y a Koke (5), Siqueira (12), Mario Suárez (58), Mandzukic (60), Raúl García (68) por el Atlético de Madrid.

Incidencias: encuentro de ida de la Supercopa de España, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, lleno, ante 82.000 espectadores. Se realizó un emocionante homenaje a la figura de Di Stéfano en los prolegómenos del partido, con una camiseta gigante con el 9 en el centro del campo junto a todos sus trofeos y grandes pancartas con imágenes históricas.

Respeto, mes de agosto y un nuevo partido en tres días. Estos fueron los ingredientes de un partido soso, sin esa chispa de la que todavía carecen los jugadores en plena pretemporada. El Atlético mostró su habitual cara mientras las fuerzas le acompañaron durante la primera hora del partido. El Real Madrid mejoró en la segunda, curiosamente sin Cristiano Ronaldo y con James, autor del gol que parecía bastar para llevarse el triunfo, justo hasta que Raúl García aprovechó un despiste de Casillas y de toda la defensa blanca para empatar el partido en la primera gran ocasión rojiblanca.

Iker Casillas