Un problema para el Real Madrid llamado Karim Benzema

Karim Bezema se ha convertido en un problema para el Real Madrid. El Bernabéu le tomó la matrícula hace tiempo. No le perdona una, pese a que ya suma dos goles y dos asistencias en tres partidos de Liga. Esa no es la cuestión. El problema con el que se ha encontrado el francés es que, además de la afición, la directiva del club blanco y el propio Carlo Ancelotti ya no están dispuestos a mostrar más indulgencia con su actitud.

De niño mimado de Florentino Pérez (viajó hasta Lyon para cerrar su fichaje) ha pasado a estar señalado, a tener la necesidad de demostrar que en su cuerpo hay algo más que buen fútbol, circunstancia que el aficionado madridista ya empieza a dudar debido a su actitud en la parte final de la pasada campaña y en estos primeros partidos de Liga. Incluso, se ha comentado que esa cercanía del presidente le ha servido en más de una ocasión para detener su salida del club blanco. Primero con la llegada de Mourinho, al que frenó en su deseo de ver marchar al francés y ahora con el rumor que se ha instalado en el estadio madridista.

Ancelotti le exigió trabajo en público, nada contento con lo que estaba viendo. Es más, el italiano intentó sin éxito la permanencia de Higuaín ante la desconfianza que le producía el francés, algo que no ha conseguido cambiar. Además, el presidente del Real Madrid le ha pedido algo más, advertencia que venía acompañada de la alargada sombra del traspaso. Tal y como adelantó El Confidencial, la directiva llegó a pensar en una solución drástica tras el primer partido de Liga ante el Betis, pero no encontraron el recambio ideal. No había tiempo, o al menos eso pensaron desde la zona noble del Bernabéu. Lo cierto es que el ex del Lyon ha conseguido poner de acuerdo a un madridismo cada día más desesperado con su actitud. La historia se repite en Francia. Al margen de parodias y críticas, algunas de ellas de dudoso gusto, Deschamps ya se ha cansado, por lo que dejóen el último partido en el banquillo a Benzema y sus más de 1.200 minutos sin marcar.

El galo es un tipo especial. Ayer jueves, en la presentación de la tercera equipación del equipo madridista (naranja) y en el inicio de su quinta temporada como jugador del Real Madrid, el delantero se dirigió a los medios de comunicación en francés. No se atreve con el castellano pese a que lo habla más que correctamente. Nunca ha terminado de adaptarse. No se lleva mal con los compañeros, pero tampoco ha hecho mucho por adaptarse a Madrid. Se mueve rodeado de amigos llegados de Francia y los que le conocen dicen que es un tipo normal pero que apenas deja entrever ese espíritu que tanto se valora entre los aficionados madridistas.

Ahora tiene por delante cuatro meses para demostrar que es válido para ser el nueve titular en el Real Madrid. Su rival, Álvaro Morata, parte con los avales de la bendición del público del Bernabéu y con los goles que está consiguiendo con la selección sub 21 (máximo goleador del pasado campeonato de Europa de la categoría y autor de cinco tantos en los dos últimos partidos). El canterano ha conseguido el OK de la afición con algo tan básico como la entrega y las ganas de jugar.