Los 37 millones del Bayern por Götze no impiden que el Borussia se hunda en Bolsa

El noticia del fichaje de Mario Götze por el Bayern Múnich cayó como una bomba en Dortmund, donde no tuvieron más remedio que hacerlo oficial tras la filtración del diario Bild. No le quedó otra a los dirigentes del Borussia pese a que su equipo y su jugador estén inmersos en la preparación del partido de esta noche ante el Real Madrid en la Champions, probablemente el encuentro más importante de la última década en el Westlfalenstadion. Pero la Bolsa manda y la cotización del club–empezó en el año 2000- no le permitía desmentir la noticia o aplazar el anuncio bajo amenaza de ser acusado de manejar información privilegiada por la comisión nacional de valores alemana (Bundesanstal für Finanzdienstleistungsaufsicht).

Resignados, desde las oficinas del Borussia en la pequeña ciudad del Ruhr confirmaron a primera hora que, efectivamente, su gran estrella vestirá de rojo a partir del próximo 1 de julio a cambio de 37 millones de euros. Una cantidad que, paradójicamente, no contribuyó a lanzar las acciones del equipo en Bolsa. Es más, el precio de sus participaciones se desplomaron hasta los 2,85 puntos (la caída más acusada desde febrero) y el precio de la acción quedó en 3,13 euros. La caída se vio más acentuada si tenemos en cuenta que la Bolsa Alemana tuvo subió 2,30 puntos.

El mercado entiende que, por más que vayan a ingresar una importante cantidad, el equipo queda descapitalizado tras la marcha de su gran estrella, por lo que su valor baja claramente. En este sentido, horas después del anuncio el valor del club era de 192 millones, cuando el pasado lunes cerró en 198. Una bajada leve pero que marca la tendencia de un equipo que tendrá que trabajar duro para restañar el hueco que deja la marcha de Gözte.

Aunque Jürgen Klopp, técnico del Borussia, estuvo elegante en la rueda de prensa oficial de la previa de la Champions negando que estuvieran molestos con el Bayern (“No creo que tenga intención de perjudicarnos”), lo cierto es que de puertas para adentro estaban muy molestos con la maniobra bávara justo un día antes de la cita más importante del Borussia en muchos años. Una andanada en toda regla que puede perjudicarles sobre el césped, por más que Klopp defienda que sus jugadores y, en concreto Gözte, estaban aislados de todo.

Cierto o no, los dirigentes del Dortmund creen que todo ha sido un intento de desviar la atención del Bayern ante el acoso que está sufriendo su presidente Uli Hoeness, quien está siendo investigado por un presunto fraude fiscal cifrado en el 20 millones de euros. Tanto, que algunos medios alemanes aseguraban ayer que el exjugador podría haber sido detenido el pasado mes de marzo y puesto en libertad tras pagar cinco millones de euros.