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El Borussia demuestra a Mourinho que su Real Madrid no llega para aspirar a todo en Europa
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TAL Y COMO DEMOSTRÓ EL BAYERN DE MÚNICH LA TEMPORADA PASADA

El Borussia demuestra a Mourinho que su Real Madrid no llega para aspirar a todo en Europa

Partido de Champions, intenso, entre dos equipos que no especularon, que buscaron la portería de Casillas y Weidenfeller sin descanso durante los noventa minutos. Ni Borussia

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El Borussia demuestra a Mourinho que su Real Madrid no llega para aspirar a todo en Europa

Partido de Champions, intenso, entre dos equipos que no especularon, que buscaron la portería de Casillas y Weidenfeller sin descanso durante los noventa minutos. Ni Borussia Dortmund ni Real Madrid se conformaron en momento alguno con el empate. Querían los tres puntos, la victoria, pero el equipo blanco no contaba con la maldición que le persigue en Alemania y que le impide ganar (una victoria de veinticuatro partidos). Sin hacer un mal partido, el Real Madrid no dio continuidad al juego en ningún momento. Los de Mourinho aparecían por oleadas, gracias a los impulsos de Di María y Ronaldo o con alguna gota de calidad de Benzema y Özil. Poco ante el vigor y la profundidad alemana que terminó imponiéndose por dos goles a uno, lo que le vale para colocarse como líder en el grupo con un Manchester City sin apenas opciones perdido en la cuarta plaza con un solo punto.

Mourinho tuvo casi media hora para reaccionar pero no supo poner remedio a una derrota que entra dentro de lo posible y que es un aviso respecto a las aspiraciones europeas del Real Madrid. El club blanco busca la 'Décima' y de los dos partidos fuertes que ha disputado en esta competición, uno lo ha perdido, ante el Borussia, y el otro lo ganó en el último minuto, Manchester City. Nuevo toque de atención después de lo de la temporada pasada ante el Bayern. La duda es saber si este es el límite europeo de un Real Madrid que buscó la victoria pero que no pudo encontrarla.

El campeón alemán recuperó su mejor línea, recordó el equipo imperial que le ha llevado a conquistar los últimos campeonatos alemanes. Los amarillos recuperaron la velocidad, la profundidad, el juego por bandas que le valieron para imponerse al Bayern en las dos últimas temporadas. Klopp sabía que la debilidad blanca iba a llegar con Ramos y Essien en los laterales y sus jugadores insistían una y otra vez en la misma jugada. Y así llegó el triunfo y la superioridad del Borussia. Los jugadores del equipo alemán buscaban al ghanés y éste, fuera de sitio, se veía superado mientras que el campeón del mundo olvidaba el excelente nivel que muestra cuando juega en el centro de la defensa. En el centro, Pepe y Varane sufrían con los movimientos de Lewandowski y, en especial, con el balón en los pies.

La lesión de Khedira, un gran contratiempo

Göetze, Reus y Grosskreutz manejaron el ritmo del partido, en especial a partir de la ausencia de Khedira, jugador fundamental en este Real Madrid. Los tres centrocampistas del Borussia se impusieron y leyeron mejor el juego que los centrocampistas madridistas. Además, los locales tenían por detrás a Bender y Khel para eso tan en boga en el fútbol actual que no es otra cosa que dar equilibrio y frenar al rival, algo que el Real Madrid perdió sin Khedira en el campo. A partir de ahí, plasmaban su dominio con llegadas por las bandas, buscando una y otra vez a Essien y su improvisada posición de lateral izquierdo. Reus se hartaba de buscar al ghanés. Lógico. Sabían que alguna engancharían como sucedió en la segunda parte con el gol de Schmelzer.

El inicio del partido hizo presagiar una buen noche blanca. Özil estaba con ganas pero el descomunal talento del alemán queda eclipsado con sus lagunas, con sus desapariciones. Los partidos se le suelen hacer eternos pero ayer desapareció en toda la segunda parte y su equipo lo termina acusando. Özil y Di María la tuvieron aunque no acertaron con la portería alemana. Modric, en el terreno de juego desde el minuto 18, lo intentó pero por el momento no es capaz de convertirse en protagonista de un Real Madrid que no fue capaz de atar el partido que por momentos, en especial tras la lesión de Khedira, se volvió loco. Llegadas de unos, de otros, pero era el Borussia Dortmund el que se sentía más cómodo con ese intercambio de golpes.

Los blancos lo intentan sin suerte

Los de Klopp supieron sacar provecho del garrafal fallo de Pepe para mandar el primer mensaje con el primer gol en el minuto 35. Antes, Casillas lo había evitado con dos manos a tiros de Khel que fue el que aprovechó el regalo del central para asistir a Lewandowski, éste no faltó en su cita con el gol. Lo que no esperaban los alemanes era que dos minutos después Özil se iba a inventar un pase de 50 metros para que Ronaldo sorprendiera al portero alemán en su salida en falso.

En la segunda parte el intercambio, de salida, fue brutal. En diez minutos, ocasiones para los dos equipos. Dos paradas de Casillas para seguir con ocasiones de Di María, Özil y Benzema y terminar con una de Bender. Así hasta que en el minuto 63 fue Schmelzer el que acertó a batir al portero madridista tras demasiadas concesiones defensivas del equipo blanco. Mou no supo mover al equipo o no acertó con la tecla. Quedaban 27 minutos pero los ataques blancos morían sin llevar excesivo peligro, sin ninguna ocasión clara. El Borussia Dortmund se limitó a defender y aguantar sin sufrir excesivamente.

Ficha técnica

Borussia Dortmund: Weidenfeller; Piszczek, Subotic, Hummels, Schmelzer; Kehl, Bender (Gündogan, 67); Reus (Perisic, 90), Götze (Schieber, 87), Grosskreutz; y Lewandowski.

Real Madrid: Casillas; Ramos, Varane, Pepe, Essien; Xabi Alonso, Khedira (Modric, 20); Di María, Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, 73).

Goles: 1-0, min 36: Lewandowski. 1-1, min 38: Cristiano Ronaldo. 2-1, min 64: Schmelzer.

Árbitro: Viktot Kassai (HUN). Amonestó a Sergio Ramos, Xabi Alonso y Gündogan.

Incidencias: partido de la tercera jornada de la primera fase de la Liga de Campeones disputado en el Signal Iduma ante unos 80.000 espectadores.

Partido de Champions, intenso, entre dos equipos que no especularon, que buscaron la portería de Casillas y Weidenfeller sin descanso durante los noventa minutos. Ni Borussia Dortmund ni Real Madrid se conformaron en momento alguno con el empate. Querían los tres puntos, la victoria, pero el equipo blanco no contaba con la maldición que le persigue en Alemania y que le impide ganar (una victoria de veinticuatro partidos). Sin hacer un mal partido, el Real Madrid no dio continuidad al juego en ningún momento. Los de Mourinho aparecían por oleadas, gracias a los impulsos de Di María y Ronaldo o con alguna gota de calidad de Benzema y Özil. Poco ante el vigor y la profundidad alemana que terminó imponiéndose por dos goles a uno, lo que le vale para colocarse como líder en el grupo con un Manchester City sin apenas opciones perdido en la cuarta plaza con un solo punto.

José Mourinho