Un Falcao antológico pone al Atlético de Madrid en la cúspide del fútbol europeo

“Las finales no se eligen, se juegan y se ganan”. Ése era el mensaje que Diego Pablo Simeone lanzaba en la previa de la Supercopa de Europa, un discurso que se aplicó a la perfección Radamel Falcao. El ‘Tigre’, que se ha convertido en un especialista en ganar finales, se tomó al pie de la letra las palabras de su entrenador y saltó al césped del Luis II con la clara intención de conquistar su segundo título en el Atlético de Madrid. El ariete colombiano, que tiene el gol entre ceja y ceja, anotó un ‘hat-trick’ al alcance de muy pocos para tumbar a un Chelsea (4-1) que partía como favorito por su condición de vencedor en la pasada edición Champions League y por su estratosférico presupuesto de niño rico.

Pero Falcao no entiende de esas cosas. Él juega para hacer goles y ganar, para eso le ficharon. Y está cumpliendo con creces. Esta vez, al igual que hizo en el Nacional Arena de Bucarest ante el Athletic de Bilbao, se erigió en el gran héroe rojiblanco para llevar a los colchoneros a un nuevo entorchado continental, el cuarto en tres temporadas. Después de mucho tiempo, el Atleti vuelve a estar de moda en el Viejo Continente. El merecido triunfo en esta Supercopa ante un desconocido Chelsea le vuelve a colocar en la élite del balompié internacional.

No pudo empezar el partido de mejor manera para los hombres del ‘Cholo’ Simeone. El técnico rojiblanco preparó un partido al más puro estilo del Atlético, ofreciendo el balón a su rival y aprovechando su magnífico contragolpe. El ‘Tigre’ pronto enseñó sus garras. Un gran pase en profundidad de Arda sobre Filipe Luis fue recogido por el brasileño para apurar línea de fondo y poner un pase de la muerte que Falcao estrelló contra el larguero al anticiparse a David Luiz. El Atleti no iba de broma, incluso ha quedado en el olvido un claro penalti sobre Koke en esta misma jugada. No hacía falta, los colchoneros estaba de dulce.

Sin que el Chelsea se recuperara del susto, los rojiblancos daban la primera gran alegría a su parroquia. Nueva contra atlética, con un gran pase al espacio de Arda que recogió Falcao para inaugurar el marcador. La sutileza con la que el colombiano superó a Petr Cech es el perfecto ejemplo de lo que es este jugador dentro del área, un ‘killer’ único en el mundo. La vaselina sobre el portero checo fue simplemente perfecta.

Di Matteo observaba desde el banquillo cómo el campeón de Europa jugaba a merced de un Atlético de Madrid gigantesco. Noqueado el conjunto inglés, Falcao palpó la debilidad de su rival y terminó por matarlo. ¿Recuerdan el primer gol de la final de Bucarest? Pues el colombiano se marcó una réplica perfecta para deleite de todos los amantes de este deporte. Y con su pierna ‘mala’, la izquierda. El 2-0 era la mejor prueba de lo que estaba sucediendo, un Atlético enchufadísimo y un Chelsea contra las cuerdas y sin capacidad de reacción.

Entre olés de la afición rojiblanca en Mónaco, los del Calderón se sentían cómodos, manejaban el partido a su antojo y jugaban con su rival cual juguete manirroto. La presión sobre el oponente, las líneas muy juntas y el enorme despliegue físico eran el gran secreto del triunfo rojiblanco. Pero aún quedaba la guinda a un primoroso primer período de los colchoneros. De nuevo una gran contra conducida por Arda Turan (le sobra calidad), finalizaba en los pies de Falcao. No era difícil adivinar el desenlace. Sí, balón a la ‘jaula’. Los seguidores españoles se frotaban los ojos, estaban viviendo un auténtico sueño, pero lo mejor de todo es que estaba sucediendo de verdad.

Fiesta rojiblanca

El encuentro parecía decidido a la conclusión de los primeros 45 minutos, pero por medio estaba el Atleti, capaz de lo mejor y lo peor. Esta vez tocaba la versión buena, nada iba a estropear la alegría colchonera. Si además tenemos en cuenta que el Chelsea había bajado los brazos ya en el primer capítulo de esta final, nada podía salir mal. Pero como siempre hay algún agorero y desconfiado, ahí llegaba Miranda para en una jugada a balón parado anotar un escandaloso 4-0, inimaginable al inicio de esta final.

La Supercopa ya tenía dueño, el partido carecía de sentido. Ya no había emoción, pero daba igual, el Atlético era de nuevo 'supercampeón' de Europa. La sufridora hinchada madrileña volvía a saborear las mieles del éxito, y ni más ni menos que ante uno de los colosos económicos y deportivos del fútbol europeo. Millones sí, pero el fútbol y el espectáculo lo puso el equipo del 'Cholo' Simeone, que justo es decirlo, le ganó la batalla en la parcela táctico a su 'colega' Di Matteo. El argentino desactivó a los 'blues' y supo leer el partido a la perfección para anotarse su segundo entorchado como técnico rojiblanco.

El gol de Cahill a veinte minutos de final fue una mera anécdota en la apoteosis española en el Principado. Lo único que quedaba ya era inmortalizar el momento en el que Gabi alzara la copa al cielo de Mónaco. El Luis II y la Europa futbolística se rindieron a un Atlético antológico, merecedor del calificativo de 'supercampeón'.

- Ficha técnica:

1 - Chelsea: Cech; Ivanovic, David Luiz, Cahill, Ashley Cole (Bertrand, m. 90); Ramires (Óscar, m. 46), Mikel, Lampard; Hazard, Torres y Mata (Sturridge, m. 82).

4 - Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe; Mario, Gabi; Arda Turan, Koke (Raúl García, m. 82), Adrián (Cristian 'Cebolla' Rodríguez, m. 56); y Falcao (Emre, m. 87).

Goles: 0-1, m. 6: Falcao levanta el balón ante la salida de Cech, tras un pase de Koke. 0-2, m. 19: Falcao, con un disparo a la escuadra por encima de Cech. 0-3, m. 45: Falcao cruza ante Cech, tras un contragolpe de Arda Turan. 0-4, m. 60: Miranda aprovecha un rechace tras un saque de falta. 1-4, m. 75: Cahill tras un rechace en el área.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Ivanovic, del Chelsea, en el minuto 29.

Incidencias: partido de la Supercopa de Europa, disputado en el estadio Luis II de Mónaco ante 14.312 espectadores, con presencia de unos 6.000 aficionados del Atlético de Madrid.