La prensa italiana, eterna enemiga de Luis Enrique, pone fecha a su final en la Roma

Luis Enrique llegó a Roma, la ciudad eterna, con un objetivo: convertirse en el Guardiola de la capital de Italia. Meses después lo único que ha logrado ha sido vivir una continua pesadilla al frente del equipo romanista. Los malos resultados consecuencia de un equipo sin personalidad y, sobre todo, su constante enfrentamiento con la prensa y, en consecuencia, con los aficionados del equipo han llevado al asturiano a poner punto y final a su periplo italiano. Sus declaraciones apuntaban en esta dirección pero ahora el periódico Corriere dello Sport ha puesto fecha: su dimisión se hará pública tras el último partido del Calcio frente al Cesena o, como muy tarde, el lunes que viene.

Con un contrato de tres temporadas y la idea del fútbol aprendido en La Masía. Así aterrizó Luis Enrique en Roma pero la técnica y la forma de vivir este deporte no son iguales que en España. El que fuera técnico del Barcelona B ha sido sometido a una exhaustiva vigilancia por parte de los aficionados romanistas y de la prensa. Probablemente no se imaginó que la influencia de los medios en los seguidores era tan crucial en el país romano: sus fotos buscando casa en Fornello, territorio de la Lazio, junto a Iván de la Peña o su decisión de cuestionar al eterno Totti le sentenciaron. Tanto que la presión pudo con él y con su familia, uno de los factores determinantes para que Luis Enrique haya decidido rescindir el contrato con la directiva de la Roma de forma amistosa: el club no tendrá que pagarle nada.

Y es que no todos estaban en contra del asturiano. El club y los jugadores le han mostrado su apoyo durante toda la temporada. A pesar de que por primera vez en 50 años la Roma no estará ni en la Champions ni en la Europa League, la pasada jornada la plantilla al completo le pidió que permaneciese al frente del equipo según informa el citado periódico italiano. Este gesto no hizo cambiar de parecer a Luis Enrique que con sus declaraciones ya había dejado claras sus intenciones: “Podéis estar tranquilos, queda un día memos para que me vaya. No soy eterno para vuestra suerte. Es el momento de estar con mi equipo. Si no os gusta, no me importa nada”.

Ahora el Corriere dello Sport ha desvelado que tras de la derrota en casa 2-1 contra Fiorentina, a la que había precedido la humillación del 4-0 contra el Juventus, el asturiano decidió presentar su dimisión. Además añade que "los dirigentes 'giallorossi' han comprendido que es imposible cambiar una historia que ya se ha escrito". Según este medio, ha pesado sobre su decisión el "estrés del fútbol italiano" junto a la presión de la prensa italiana que en los últimos días había sido extremadamente dura con el técnico,al dedicarle titulares como el que hace unos días publicó el Corriere della Sera: "Lucho tienes razón es todo culpa tuya". Su adiós podría llegar tras el partido con el Cesena pero es más probable que se emita un comunicado oficial tras la reunión que el lunes mantendrán los dirigentes del club y Luis Enrique para cuyo puesto suena Villas Boas o el ex jugador de la Roma y ahora entrenador del Catania, Vincenzo Montella.