Di María viaja a Oporto para ponerse en manos del fisioterapeuta de confianza de Mourinho

Ángel di María se ha convertido en asunto de estado en el Real Madrid. La tercera lesión consecutiva que ha sufrido el argentino en el recto anterior de su pierna derecha han hecho saltar todas las alarmas y buscar todo tipo de explicaciones a la que ha sido la segunda recaída de la misma lesión. Por tal motivo, el pasado martes, el interior se subió a un avión privado (lo hicieron así para llevarlo en el más estricto secreto) con destino a Portugal. El internacional albiceleste aterrizó en Oporto, para después desplazarse a la localidad de Miramar. Di María se puso en manos del Doctor Braga, responsable de la clínica de fisioterapia ETG, Enfermagem e Terapias Globais, médico de confianza de José Mourinho y Jorge Mendes.

Por su consulta, de reputada fama en Portugal, suelen pasar todos los jugadores que el agente portugués tiene en nómina. Uno de los últimos en hacerlo ha sido el brasileño Anderson. El mediocentro está teniendo muchos problemas físicos y el Manchester United también le permitió pasar por la clínica de la localidad de Miramar. Di María continuará con la recuperación en Madrid, en Valdebebas, pero bajo las directrices marcadas por el médico portugués.

En la zona noble del Santiago Bernabéu hay cierta preocupación. Algunos comparan el caso del argentino con el del inglés Woodgate, central de categoría, pero al que las lesiones le impidieron jugar con asiduidad en el Real Madrid. Tras su regreso al fútbol inglés, los problemas han continuado, cortando la que se presumía iba a ser una trayectoria de lo más brillante. Otros, los más viejos del lugar, se acuerdan de Robert Prosinecki, que terminó pasando por el quirófano para poner en orden su recto anterior de la pierna derecha. El croata nunca volvió a ser el jugador que llevó a Ramón Mendoza a saltarse todas las barreras políticas y proteccionistas que marcaban los antiguos países del Este. Los tres tienen en común dos circunstancias: haber jugado en el Real Madrid y romperse reiteradamente el recto anterior de su pierna derecha, músculo vital para el futbolista al ser el más sufre en el golpeo del balón e incluso al arrancar a la hora de iniciar una carrera.

Di María se lesionó en la pierna derecha el pasado 31 de diciembre en un entrenamiento. Esta dolencia nada tiene que ver con la que sufrió ante Osasuna al intentar salvar un balón que se marchaba fuera de banda con un taconazo. Era el 6 de noviembre y el argentino se dañó el músculo isquiosural del muslo izquierdo. Mourinho quería tener listo y dispuesto al interior para que jugara ante el Barcelona en partido de Copa y al forzar se volvió a romper. Di María continuaba con molestias, pero el 16 de enero se volvió a romper. Un mes después, el argentino volvió a caer lesionado tras un choque con el racinguista Christian.

Las primeras pruebas realizadas en Madrid hablaban de una nueva rotura y de un mes más de baja tal cual informó Marca, pero tanto el jugador como el club querían tener un segundo diagnóstico, de ahí el viaje hasta Oporto. Además, buscaban una manera diferente de tratar la recuperación, ya que deducen que la manera de recuperar la lesión no ha sido satisfactoria, tal cual demuestran las dos recaídas y tres roturas del citado músculo. Desde Portugal han pedido calma, tranquilidad y nada de pensar en una vuelta rápida a los terrenos de juego. Muchos de los pacientes, entre los que se encuentran deportistas de elite, se someten incluso a tratamiento de acupuntura como método para sanar las lesiones.