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La Fórmula 1 está pendiente de Corea del Norte mientras intenta despertar a China
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EXISTE MÁS INTERÉS DEL GRAN CIRCO POR EL GIGANTE ASIÁTICO QUE AL CONTRARIO

La Fórmula 1 está pendiente de Corea del Norte mientras intenta despertar a China

Este domingo se celebrará la décima prueba en el Gigante Asiático. China, el país encargado de devorar récords económicos a nivel global, hizo realidad en 2004

Foto: La Fórmula 1 está pendiente de Corea del Norte mientras intenta despertar a China
La Fórmula 1 está pendiente de Corea del Norte mientras intenta despertar a China

Este domingo se celebrará la décima prueba en el Gigante Asiático. China, el país encargado de devorar récords económicos a nivel global, hizo realidad en 2004 el sueño que llevaba barruntando desde la década de los noventa: albergar una carrera de Fórmula 1. No es una más del calendario, su simbolismo comercial provoca que sea una carrera señalada por el Gran Circo y no sólo por el aspecto deportivo, sino por la oportunidad de hacer negocios que supone para sus patrocinadores. También, en esta temporada, el GP de China está marcado por cierta preocupación debido a los acontecimientos de su vecino Corea del Norte.

No se ha encendido ninguna alarma pero sí que la F1 ha estado -y está- pendiente de lo que suceda en Pyongyang. La incertidumbre respecto a este tema supera la tensión que se ha generado en los últimos años en Bahrein. Las escuderías saben que en Bahrein existe un control que les permite trabajar con tranquilidad pero en el tema de Corea del Norte hay cierto estupor ante la advertencia de 'hacer algo' esta semana como conmemoración del nacimiento del fundador del Estado norcoreano, Kim Il-sung, el 15 de abril. Pese a que EEUU y Corea del Sur sean los principales focos de amenaza, en China no bajan la guardia por su proximidad. El asunto acapara la atención internacional y más cuando Estados Unidos ha fortalecido su defensa en el Pacífico con el envío de destructores y sistemas antimisiles. Barack Obama se lo ha tomado en serio y las dudas existen en el paddock de Shanghai.

Dejando de lado el aspecto político de la actual situación, el GP de China representa una oportunidad única para el Gran Circo. Que el país más poblado del Globo tenga interés en la Fórmula 1 supone el primer paso para tratar de hacer cultura en sus habitantes. China, como para cualquier empresa, es un mercado suculento y crear afición allí reportaría un extraordinario beneficio. Quién sabe si en un futuro a largo plazo hasta hubiera que hacer dos carreras allí... por población no será. Aunque la actual realidad indica que falta mucho para llegar a ese punto ya que, a pesar de la buena entrada en cada gran premio, de momento, no se ha despertado el interés deseado.

Más interés de la F1 por China que al contrario

Además del atractivo por multiplicar fans, está el que concierne al 'business' de los patrocinadores. China es uno de los motivos por el que cobra sentido estar patrocinando a un monoplaza de F1 aunque, lejos de lo que pueda aparentar, son los patrocinadores los que tienen que salir a buscar el 'business' fuera del circuito ya que los empresarios chinos aún no se sienten especialmente fascinados por eso de asistir al paddock de un gran premio.

De la necesidad de tener una parada en China se dio cuenta Bernie Ecclestone y Max Mosley (expresidente de la FIA) entre los años ochenta y noventa, haciendo el primer intento por aterrizar allí en 1998. Falló ya que el circuito construido en Zhuhai -provincia de Guangdong- no cumplía los requisitos mínimos. Unos años más tarde, en 2004, se haría realidad este proyecto y Rubens Barrichello fue el primer ganador. Una victoria muy importante para Ferrari ya que China se ha convertido en el segundo mercado para la Scuderia después de Alemania, con ventas superiores a 700 unidades y una red de 25 concesionarios.

Primero la F1 y después, el resto

"Estoy encantado de que hayamos decidido esperar y venir a Shanghai (en referencia al anterior intento en Zhuhai). Sinceramente creo que la llegada de la Fórmula 1 a China será recibido con entusiasmo por el mundo del motorsport de aquí". Ecclestone no se equivocó cuando cerró el acuerdo en 2002 ya que en 2005 llegarían las motos y actualmente hay paradas del mundial de Turismos y del de Resistencia.

"Miramos hacia el futuro para establecer el campeonato de F1 en el país con más población del mundo", señaló Mosley en ese 2002. Tardaron más de una década en cumplir su objetivo pero, como viene siendo normal, la visión de la F1 se adelantó al resto de eventos deportivos... incluso a los Juegos Olímpicos. Quizás las semillas que llevan plantando durante diez años empiecen a dar sus frutos pronto y un piloto chino en la parrilla aceleraría el proceso.

Este domingo se celebrará la décima prueba en el Gigante Asiático. China, el país encargado de devorar récords económicos a nivel global, hizo realidad en 2004 el sueño que llevaba barruntando desde la década de los noventa: albergar una carrera de Fórmula 1. No es una más del calendario, su simbolismo comercial provoca que sea una carrera señalada por el Gran Circo y no sólo por el aspecto deportivo, sino por la oportunidad de hacer negocios que supone para sus patrocinadores. También, en esta temporada, el GP de China está marcado por cierta preocupación debido a los acontecimientos de su vecino Corea del Norte.

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