Las razones por las que Alonso desata la 'euforia ferrarista'

“Fernando Alonso es el hombre para todas las condiciones posibles. Su Ferrari, probablemente, era el tercero de la parrilla en Alemania y acabó ganando. Fue otra inolvidable actuación”. Gary Anderson, exdirector técnico de equipos como Jordan o Jaguar, actualmente analiza la Fórmula 1 para la BBC y, en su texto de este lunes, cae rendido al actual estado de forma del asturiano. No fue el único ya que esa línea la mantuvieron los distintos medios ingleses y españoles y, aunque simplemente sean opiniones, los tres últimos grandes premios ponen a Fernando como el hombre a batir de cara a lograr el Mundial.

Alonso es líder con 34 puntos de ventaja, la temporada ha llegado sólo a la mitad y el español no cuenta con el vehículo más potente de la parrilla... Entonces, ¿por qué esa vitola de favorito de cara al título? La emoción del momento es un motivo… los precedentes de él y de su actual equipo son otros.

Las dos únicas veces que Fernando Alonso había llegado como líder en el ecuador del campeonato fue en 2005 y 2006, los años en los que se proclamó campeón del mundo. En ambas ocasiones lo hizo con una diferencia de más de dos carreras de ventaja con respecto a su perseguidor (69 sobre 45 puntos en 2005 y 84 sobre 59 en 2006. Una época en las que al ganador se le otorgaba una decena de puntos). Actualmente tiene una renta de poco más de una carrera sobre Mark Webber, segundo clasificado.

Ferrari y su incansable máquina para desarrollar el vehículo

En su primer mundial pudo mantener la ventaja que llevaba en verano hasta el final y, a falta de dos grandes premios, ya era matemáticamente el campeón más joven en la historia de la Fórmula 1, ante la mirada de Kimi Raikkonen y McLaren.

A la campaña siguiente, el máximo rival fue Michael Schumacher y un Ferrari que dio unos pasos de gigante en la segunda mitad de ese 2006. Pero cinco victorias en las últimas nueve carreras fueron insuficientes para alcanzar al español.

Este sprint de la Scuderia no es aislado y su músculo financiero permite evolucionar un vehículo con todas las garantías posibles hasta la última prueba. Raikkonen, en 2007, logró el título con el segundo coche de la parrilla y en el último gran premio gracias a las cinco victorias y cuatro podios en los últimos diez grandes premios. En 2010, Fernando Alonso lideraba el campeonato en la carrera debido a sus cuatro victorias y tres podios en la segunda mitad del año… aunque el desenlace de Abu Dabi no fue el esperado en Maranello.

“A veces, Fernando es demasiado bueno”

Estas experiencias previas, junto a que “a veces, Fernando es demasiado bueno”, tal y como indicó ayer la página de la televisión inglesa de Sky, alimentan las esperanzas ferraristas de alcanzar el título en 2012. En las primeras cuatro pruebas del año aguantó el tipo con el séptimo mejor coche de la parrilla y, tras los entrenamientos de Mugello, donde el F2012 subió un peldaño, el asturiano enganchó el liderato y únicamente lo soltó tras el GP de Canadá. Los 68 puntos de 75 posibles han provocado 34 puntos de diferencia con Webber y 10 más sobre Sebastian Vettel. A Hamilton, que en Alemania le consideraba rival para el título, le tiene quinto, por detrás de Raikkonen, a 62.

“Esto no es nada porque aún quedan diez carreras”. Al concluir la prueba en Hockenheim, Alonso puso cordura a tantas expectativas creadas. La euforia de las portadas no va con él y, aunque todo vaya por el buen camino, un paso en falso manda las estadísticas al garete. La mejor versión de Alonso unido a un buen Ferrari no significa una victoria segura… ¿no?