Hamilton desafía el caos de McLaren

Superado el primer tercio del campeonato, Lewis Hamilton es el primero con 88 puntos después de ganar este domingo en Canadá. Jenson Button, octavo, suma prácticamente la mitad que su compañero (45). En McLaren hay un nuevo orden y ahora, el que cuenta con los galones del liderazgo, es el que se proclamara campeón del mundo en 2008. Lo ha logrado gracias a su tenacidad y a su paciencia con la escudería de Woking, que seis carreras después de su victoria en Australia con Jenson, ha logrado devolver a lo más alto a uno de sus pilotos. Quizás haya sido demasiado tiempo para un equipo que ha dispuesto durante todos los grandes premios de un monoplaza aspirante a la victoria. Lewis, por fin, está al mando.

Lo sorprendente es que haya sido en la séptima carrera. Hamilton ha demostrado en cada calificación que tenía un vehículo muy rápido. El inglés, salvo en Mónaco que fue tercero, ha situado siempre a su monoplaza en primera fila. Aunque circunstancias ajenas a su conducción impidieron que en China y en Barcelona disfrutara de la posición que se había ganado en la pista. En Shanghai fue penalizado con cinco plazas por cambiar la caja de cambios y en Montmeló salió al final porque McLaren calculó mal su depósito de gasolina.

Estos inconvenientes con los que ha tenido que vivir Hamilton no fueron los únicos, también ha ‘sufrido’ a su equipo durante la carrera. En Australia su ‘pit stop’ posibilitó a Vettel ganarle una posición, en Malasia la estrategia elegida le relegó a la tercera posición, en Bahrein la ‘pistola’ se atascó en dos cambios de ruedas, en Mónaco las decisiones desde el muro volvieron a jugar en su contra y a favor del Ferrari de Fernando Alonso. Y este domingo, en Canadá, sólo perdió un segundo de más en los boxes por un par de cambios de ruedas más que mejorable. Algo insignificante para el devenir de la prueba.

Hamilton ha pasado de criticar los suyos porque en Sakhir perdió "una buena cantidad de puntos en boxes", a aplaudir "el gran trabajo con la estrategia que ha hecho el equipo".

McLaren no ha estado a la altura del MP4-27

¿Dónde estaría ahora Hamilton si McLaren hubiera cometido la mitad de sus errores? "Es doloroso, frustrante, y difícil para el equipo", reconocía Martin Whitmarsh hace un par de semanas. Admitían que eran los responsables de que sus pilotos no estuvieran por la cumbre de la clasificación.

No han estado a la altura del MP4-27 y tampoco de Lewis Hamilton, al menos en carrera. No obstante, en la factoría, diseñando el vehículo, han sido los mejores. Porque han fabricado un coche rápido desde el principio. Sin fisuras. Una circunstancia de la que McLaren no ha sabido sacar todo el provecho que se podía esperar. Tras lo visto en Canadá, parece que sus rivales de Red Bull y Ferrari han confirmado estar ya en el mismo escalón.

Pese a todos los despropósitos, Ron Dennis puede sentirse orgulloso de tener en sus filas al actual líder del campeonato. Una sensación de alivio que choca de frente con la de su otro pupilo. "No encuentro el ritmo", destacó Button este domingo al finalizar el gran premio. El ex de Brawn GP no pone excusas más allá de su conducción. No es el bólido, sino él quien debe encontrar el equilibrio.

Button, "perdido y confuso"

Su puesto número 16 en Montreal y su octavo lugar en la clasificación dejan mal al que, a principio de temporada, se le encomendó el liderazgo de la escudería por su regularidad en 2011. Esa inteligencia para afrontar la carrera no la puede explotar en esta temporada porque, según sus propias palabras, no es capaz de dominar su propio 'caballo'.

Y no lo entiende. Ha descartado los neumáticos ("¿soy el único que no sabe conducir con estas gomas? No, imposible") y no encuentra una respuesta a por qué conduce "1,5 segundos más lento que los líderes". Sabiendo que uno de ellos es su compañero y que no puede "ir más rápido". "Tenemos buenas ideas para remediarlo pero no vemos ningún avance. Me siento perdido y confuso".

Con el 'bajón' de su compañero, el futuro de Hamilton para este campeonato se presenta despejado (líder de su equipo y de la clasificación) y jugoso. Hay que recordar que a final de temporada el británico finaliza contrato y sus pretensiones económicas están en juego… ¿quién no renovaría al alza a un piloto que ha sacado las castañas del fuego, carrera tras carrera, a su equipo?