Raikkonen tendrá que ver los toros desde la barrera

El expiloto de rallyes Kimi Raikkonen ha querido retomar la actividad que le ocupó durante los dos últimos años en la prueba de su país, el Rally de Finlandia. La respuesta por parte de su equipo ha sido rotunda: “No”. En cuestión de unos segundos sabían qué contestar por culpa de la agria experiencia con Robert Kubica. Más allá de ser un piloto al que tienen en nómina, Raikkonen resulta ser la persona entorno a la que gira el futuro de la escudería. Lotus no quiere echar a perder nuevamente un proyecto del que dependen centenares de personas y millones de euros por otro ‘capricho’.

Cuando Kubica se estrelló contra el muro de la Iglesia de la localidad italiana de Andora, se fue al traste algo más que su clasificación en un rally de tercera o un par de años de su vida profesional. Sin conocer aún cómo responderán los músculos del polaco cuando se suba a un monoplaza, lo que es un hecho es que Lotus ha debido reinventarse en un tiempo récord.

Lotus había apostado por Kubica para construir el equipo a su alrededor. Él sería el líder, la figura entorno a quien debían girar las esperanzas deportivas y los patrocinadores. Su credibilidad estaba basada en la confianza hacia un piloto a quien Fernando Alonso consideraba el mejor. Pero los cimientos de la casa que estaba construyendo el equipo de Gerard López saltaron por los aires en a principios de 2011.

Rediseñar un nuevo escenario y con diferentes protagonistas

Rediseñaron un nuevo plano con el que trabajar temporalmente sin tener conocimiento de si Robert iba a recuperarse en menos de un año o debían elegir a otra figura para crecer junto a ella. Los meses pasaron y vieron que apostar por el polaco iba a suponer un riesgo. Adiós y gracias.

Tras el susto inicial por la salud de Kubica, en Lotus (Lotus-Renault por aquel entonces) analizaron el incidente con cierto malestar por lo que consideraron un antojo del polaco. Fue, sin duda, un accidente que se pudo evitar y del que no sólo se tenía que recomponer Robert, también Lotus.

Con la ausencia de un líder en la escudería, cuando se puso a tiro Kimi Raikkonen fueron a por él. Era la persona adecuada para igualar, cuanto menos, la conducción de Kubica. Ahora, las promesas, la fe y todo el proyecto de Lotus están depositados en el finés y ningún otro rally podrá estropear ningún sueño. Los antecedes han hecho aceptar a Raikkonen, con resignación, la decisión que ha llevado a cabo su equipo. No hay otra.

Adrenalina vs piloto

Desde el punto de vista de un piloto, este tipo de competiciones les sirve para descargar la adrenalina que acumulan en un determinado periodo en el que no se suben a un monoplaza (el Rally de Finlandia es en agosto, cuando descansa la F1). A Jenson Button le gusta el triatlón, a Mark Webber la mountain bike, a Timo Glock tirarse en paracaídas, a Michael Schumacher el motociclismo… son actividades que reemplazan a las carreras de coches y que pueden suponer un riesgo (Webber pilotó, en secreto, la última parte de 2010 lesionado por una caída en bicicleta) pero también un alivio emocional.

A Kubica se le permitía disputar competiciones de ese tipo para que, a la hora de subirse en el monoplaza, fuera la persona más ‘feliz del mundo’. Sin embargo, Lotus ha decidido poner unos límites. Este aspecto es algo normal en otros deportes y, en España, por ejemplo, en el contrato que firma un futbolista profesional queda expresamente prohibido realizar actividades que puedan suponer un peligro para su salud como conducir una moto, realizar deportes de riesgo, participar en una capea… Raikkonen, al menos durante su periplo con Lotus, tendrá que ver los toros desde la barrera.