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El hombre que interrogó a Donald Rumsfeld
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documental sobre el señor de la guerra

El hombre que interrogó a Donald Rumsfeld

El documental 'Certezas desconocidas', de Errol Morris, viaja a las profundidades de la mente del ideólogo de la guerra de Irak

Foto: Donald Rumsfeld durante la grabación del documental
Donald Rumsfeld durante la grabación del documental

Hay entrevistas breves, entrevistas normales y entrevistas largas. Y luego está la entrevista que le hizo Errol Morris a Donald Rumsfeld: 33 horas repartidas en 11 días. En efecto, son cifras más de interrogatorio que de entrevista, y algo de eso ahí en Certezas desconocidas (The Unknown Known), documental de Morris sobre el antiguo secretario de Defensa estadounidense.

El filme, que llega hoy a las salas tras estrenarse enel Atlantida Film Fest, no es ninguna encerrona: Morris no puso un cuchillo en la garganta a Rumsfeld mientras le preguntaba por la guerra de Irak. Rumsfeld, por su parte, nise desmoronóal final de la entrevista, ni acabó confesandotener cadáveres enterrados en el jardín.

En efecto, Morris es un interrogadorprestigioso, cuyos modales cinematográficossuaves suelen atraera los poderosos. Al director no le interesa tanto si la administración Bush mintió o no para justificar la invasión de Irak como desvelar quién es Donald Rumsfeld y desmontar la lógica de su pensamiento político.

Morris hasta ha ideadoun artilugiopara hacer sus entrevistas/interrogatorios: el Interrotrón. Se trata de un teleprompter tuneado: el entrevistado habla siemprea la cámara durante el documental, como si se dirigiese al espectador, solo que la cámara a la que mira es a su vezun monitor que proyectalaimagen del entrevistador (Morris). En otras palabras: Morris consigue un imposible:que Rumsfeldmire a la vez a la cámara(es decir, al espectador) y al entrevistador (Morris). Los resultados son sorprendentes. Hay quién cree que Morris consigue así desvelar pliegues psicológicos nunca vistos de los entrevistados.

Las guerras de EEUU

En 2003, Morris ganó el Oscar por The Fog of War, documentalsobre otro polémico secretario de Defensa, Robert McNamara, que estuvo al frente de la maquinaria bélica estadounidense durante parte (1961/1968) de la guerra del Vietnam. Resumiendo: Los protagonistas de las dos grandes guerras de EEUU en el último medio siglo puestos bajo el foco de Morris.

Respecto a la actitud de los entrevistados, hay una diferencia notable entre McNamara y Rumsfeld. El primero diomuestras de arrepentimiento político ante la cámara de Morris, como si aprovechara los últimos días de su vida (murióen 2008) para sacudirse de encima los demonios por los caídos en Vietnam, algo que ya había hecho antes en sus memorias (In Retrospect: The Tragedy and Lessons of Vietnam), en las que habló de la"equivocación terrible" de la guerra de Vietnam, aunque a nivel simbólico no es lo mismo escribireso en la intimidad de tu habitación que soltarlo a la cámara.

Rumsfeld, por su parte, no muestra remordimiento alguno. Bien porque la guerra de Irak está demasiado cerca, bien porque Vietnam fue un fracaso más claro y mucho más sangriento para las tropas estadounidenses, bien por una cuestión de arrogancia, el caso es que Rumsfeld no solo no da un solo paso atrás, sino que aprovecha la cámara de Morris para exponer/justificar las líneas maestras de su carrera gubernamental, que se remonta al mandato de Nixon.

Que McNamara aparecieramás conciliador que desafiante generó un alud de interpretaciones políticas contradictorias sobre su filme. Hay quien ve The Fog of Warcomo un ataque a su legado, otros vislumbranun perfil amable del secretario de Defensa. Y es que, los equívocos interpretativos son habituales en el cine de Morris, al que le atraen los retratospolíticos ambivalentes. El hecho es que The Fog of War tiene múltiples significados: el que lo ve como un documental crítico con McNamara acierta; pero también acertó Rumsfeld al ponerse en manos deMorris (cosa que no hubiera hecho si hubiera pensadoque iba a ser despellejadopor el director).

Uno de los puntos fuertes de Morris es mostrar la complejidadde sus objetos de estudio con una batería de recursos cinematográficos que van más allá de la palabra (la entrevista) en sí: puesta en escena (entrevistado dirigiéndose a la cámara), montaje con imágenes históricas, iluminación, etc. También es crucial la actitud del director: no imponesu punto de vista ni ala película ni al entrevistado, sino que dejaque el espectador elabore sus propias conclusiones.

Morris logra burlar así los peligros del documental político (esquematismos, dogmatismos, tesis preconcebidas) para acabar haciendo algunos de los documentales políticos más importantes de su tiempo.O la ambigüedad convertida en una de las bellas artes.

Una vez más, el documental sobre Rumsfeld ha generado opiniones antagónicassobre si el políticoganala batalla al director o es Morris el que logra (sutilmente) quebrar el pensamientodel estadista (vean las interpretacionescontradictorias de los espectadores del Atlantida Film Fest).

La objetividad de Morris no resta filo a sus intenciones políticas.Su objetivo parecesertratar de quitarle la máscara al poder, pero no tanto para denunciar sus abusoscomo para ver/entender cuál es su verdadero rostro. Lo que, bien pensado, puede ser mucho más terrorífico que los abusos en sí.

Retorcer el lenguaje

La diferencia fundamental entre McNamara y Rumsfeld, que es también la diferencia fundamental entre Fog of War y The Unknow Known, es que el hombre que dirigió la invasión de Vietnam es mucho más cristalino que el hombre que dirigió la de Irak. Morris, de hecho, ha admitido su fracaso al tratar de explicar a Rumsfeld: acabado el rodaje, seguíasinsaber quién era en realidad el político. El antiguosecretario de Defensa de Bush aparece parapetado y casi poseído por la jerga del poder. Dehecho, The Unknow Knowessobre todo un estudio sobre el lenguaje del poder.

Rumsfeld escribió más de 20.000 memorandos durante su paso por el Pentágono. Uno de ellos, enviado el 4 de febrero de 2002, entre las invasiones de Afganistán e Irak y en pleno fervor de la guerra contra el terrorismo, da título al filme (Lo desconocido conocido): "Hay cosas que sabemos, cosas que sabemos que no sabemos y cosas que no sabemos que sabemos. Pero también hay cosas que creemos saber, aunque al final nos damos cuenta de que no". ¿Y qué demonios significa eso? Nada si lo tomamos literalmente, mucho si medimos su alcance político: pese a no tener significado alguno,los silogismos de Rumsfeld activaron la maquinaria bélica estadounidense. He aquíla principal aportación política del filme (y no es precisamente poca cosa).

Los galimatías del político (la jerga como máscara) sirven también como metáfora delRumsfeld "real" que aparece en pantalla: visto el filme crece la sospecha de que Rumsfeld hubiera sido un justo ganador del Oscar al mejor actor por su gloriosa interpretación de un secretario de Defensa extasiado enThe Unknow Known.

Hay entrevistas breves, entrevistas normales y entrevistas largas. Y luego está la entrevista que le hizo Errol Morris a Donald Rumsfeld: 33 horas repartidas en 11 días. En efecto, son cifras más de interrogatorio que de entrevista, y algo de eso ahí en Certezas desconocidas (The Unknown Known), documental de Morris sobre el antiguo secretario de Defensa estadounidense.

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