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Trabajar gratis en el Teatro Real: de una oportunidad laboral a una "vergüenza"
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gestores culturales ven esto una "práctica habitual"

Trabajar gratis en el Teatro Real: de una oportunidad laboral a una "vergüenza"

Con un presupuesto de 48.161.775 euros para 2016, busca para sus filas becarios bilingües inglés-español, versátiles y con dominio del alemán y las redes sociales. Todo ello, sin sueldo a final de mes

Foto: Fotografía de la fachada principal del Teatro Real de la plaza de Oriente de Madrid. (EFE)
Fotografía de la fachada principal del Teatro Real de la plaza de Oriente de Madrid. (EFE)

Bilingüe en inglés-castellano, dominio del alemán, la ofimática y las redes sociales y con capacidad para organizar ruedas de prensa, redactar textos y editar audios y vídeos. Todo ello sin un sueldo a final de mes. Esta es la oferta laboral que ofrece el departamento de comunicación del Teatro Real de Madrid desde enero a junio de 2017, con una jornada laboral de "un mínimo de cuatro horas diarias". La propuesta, que ha llegado a través del correo electrónico a varios coordinadores de diversas licenciaturas y másteres de diversas universidades de España, saltó a las redes sociales este fin de semana, recibiendo críticas por doquier, calificando de "vergonzoso" que una entidad pública como el Teatro Real ofrezca estas condiciones laborales intentando cubrir con un becario un puesto de trabajo.

Con un presupuesto de 48.161.775 euros para 2016, del que 13,6 millones proceden de las subvenciones del Estado, la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento de la capital, y que en su conjunto es un 10% mayor que en 2015, el Teatro Real ofrece no solo este empleo no remunerado en el área de comunicación, también en otras como producción, algo que no es nuevo en las instituciones públicas y privadas. Ante esta situación, El Confidencial se ha puesto en contacto con el departamento de comunicación del Teatro Real de Madrid, que considera que esta oferta laboral "se ha malinterpretado por un error de redacción", ya que no se trata de una beca sino de "un periodo de prácticas". "Son prácticas curriculares para obtener créditos para la universidad", explica una "muy disgustada" Graça Ramos, una de las responsables de esta área, que asegura que para acceder a esta oferta "no hace falta tener una licenciatura" y que está dirigida a estudiantes de cualquier carrera universitaria, aunque se valoran también estudios adicionales de música.

"Estos estudiantes no vienen a hacer cafés ni fotocopias, vienen a formarse", explica Ramos, que asegura que durante los seis meses de prácticas "se les ayuda en todo para entrar en el mercado laboral". "Son gente tan buena y tan preparada que siempre que podemos, les ayudamos", ha continuado, señalando que "todos los becarios" que han pasado por el Teatro Real tienen trabajo y cartas de recomendación firmadas por prestigiosos nombres del mundo de la música y el teatro. De hecho, según la directora del departamento de comunicación, algunos se quedan más allá de las cuatro horas que anuncia la oferta "porque quieren", sobre todo por el ambiente de trabajo.

De becarios a tener contrato con el Teatro Real

A pesar de que "muy pocos" tienen posibilidades de quedarse en el Teatro Real, hay quienes en los últimos años sí lo han logrado. Es el caso de Jorge Féliz, un joven que convirtió unas prácticas sin remuneración en una oportunidad laboral para el futuro tras lograr un contrato en esta institución pública por un periodo de tres años. Con un "interés personal por la ópera", Jorge entró como becario en el departamento de comunicación en diciembre de 2014, mientras estudiaba comunicación audiovisual. Seis meses después, y una vez terminó sus prácticas, el Teatro Real le ofreció la posibilidad de quedarse y hacerse cargo de las redes sociales y de su página web. Todo ello con un contrato laboral y un sueldo "digno", que a sus 23 años le ha brindado la oportunidad de independizarse en los próximos meses. "Todo ha sido un proceso intachable y durante las prácticas se han respetado los tiempos de trabajo", ha continuado.

Una situación similar vive Paloma Alvar. Después de haber estudiando magisterio musical en la Universidad Autónoma de Madrid, en 2015 comenzó un máster de música española e hispanoamericana en la UCM. Ese verano comenzaron sus prácticas en el Teatro Real, también en el área de comunicación, después de dos meses de becaria en la Fundación Juan March. Ahora, poco más de un año después, esta institución ha contado con ella para cubrir una plaza vacante de una trabajadora que se encuentra de baja médica. "No me habrían ofrecido esto si no hubiera trabajado aquí antes", reconoce Paloma, que afirma que durante los meses que estuvo en el Teatro Real, "la ayuda ha sido máxima" para encontrar trabajo.

Ante las críticas que ha recibido esta institución cultural por no ofrecer una remuneración, Paloma afirma en conversación con El Confidencial que de todos los sitios en los que ha trabajado, "es aquí donde más se protege y se implican con los becarios". Para reforzar esta afirmación, recuerda sus meses en Londres, hasta donde viajó para hacer un máster en el University College of London. Allí tampoco recibía un sueldo a final de mes y son los propios estudiantes quienes se buscan sus prácticas curriculares. "De hecho, me hicieron firmar un papel como que yo estaba ahí como voluntaria", denuncia, recordando que una orquesta de primer nivel mundial —de la que ha evitado dar el nombre— ofrecía un puesto de trabajo a tiempo completo durante seis meses a estudiantes.

Prácticas sin remuneración, algo habitual

Pero en el otro lado de la balanza están aquellos que, en formación o ya formados académicamente, no solo no encuentran trabajo, sino que el que hay no es remunerado. Así lo aseguran varios gestores culturales con los que este medio se ha puesto en contacto, que afirman que esto es una "práctica habitual" en todo tipo de instituciones públicas a nivel estatal, regional o local, así como en entidades de carácter privado. Muchos de los másteres de gestión cultural que se ofertan en España (entre ellos, los de la Complutense y la Carlos III de Madrid) se han convertido en un "atractivo de captación de alumnos" así como una manera de facilitar su inserción laboral.

De hecho, esta es la vía que muchas de estas instituciones —y empresas— están utilizando en los últimos tiempos. Aprovechándose de la crisis económica que vive desde hace varios años el país, con los becarios se ahorran puestos de trabajo —y con ello sueldos— y se crea un personal laboral cualificado e infravalorado económicamente que está totalmente dispuesto a trabajar gratis con la esperanza de una posible contratación en un futuro incierto, que muy pocas veces llega. Además, el sector denuncia que no solo no se invierte en sueldo, tampoco en la formación de los becarios, considerados por algunos como "aves de paso a la espera de que llegue otro".

Bilingüe en inglés-castellano, dominio del alemán, la ofimática y las redes sociales y con capacidad para organizar ruedas de prensa, redactar textos y editar audios y vídeos. Todo ello sin un sueldo a final de mes. Esta es la oferta laboral que ofrece el departamento de comunicación del Teatro Real de Madrid desde enero a junio de 2017, con una jornada laboral de "un mínimo de cuatro horas diarias". La propuesta, que ha llegado a través del correo electrónico a varios coordinadores de diversas licenciaturas y másteres de diversas universidades de España, saltó a las redes sociales este fin de semana, recibiendo críticas por doquier, calificando de "vergonzoso" que una entidad pública como el Teatro Real ofrezca estas condiciones laborales intentando cubrir con un becario un puesto de trabajo.

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