"Habrá mucho sexo entre ancianos"

Ponerse a ver el lado bueno de la vida cuando uno está crucificado ¿es género tonto o genialidad? Pasa lo mismo si aparece cabalgando un caballero sin caballo. Simplemente es algo absurdo, pero convertirlo en leyenda es marca de la casa

Los Monty Python llevan décadas desparecidos, pero del mismo modo que nadie esperaba encontrase de nuevo con la Inquisición española, la troupe se vuelve a subir al escenario. Los cinco supervivientes -John Cleese (74 años),Terry Gilliam (72), Terry Jones (71), Eric Idle (70) y Michael Palin (70)- protagonizarán un único show en el teatro O2 Arena de Londres, el próximo 1 de julio de 2014. Las entradas saldrán a la venta el 25 de noviembre.

Jones aseguró hace unos días que sólo esperaba sacar suficiente dinero para pagar la hipoteca. Después de todo, Cleese hizo lo propio en su último show en solitario en 2011, El tour de pensión alimenticia para enfrentarse a un divorcio que le costó 20 millones de libras. No está muy claro si los dos meses de gira le compensaron económicamente. En términos puramente artísticos, desde luego, fue un auténtico fracaso, con críticas que le llegaron a describir como “patético”. Esta mañana, en la rueda de prensa, la respuesta ha sido mucho más romántica. “Simplemente queremos saber si seguimos siendo divertidos”. Creer una versión u otra queda a decisión personal.

La rueda de prensa no ha defraudado. Con el actor Warwick Davis como maestro de ceremonias, un “cameo” del alcalde de Londres Boris Johnson, recuerdos de la niñez y unas respuestas que nada respondían los cómicos se han metido en el bolsillo a la prensa de ambos lados del Atlántico. Son muchos los que se preguntan cómo su humor ha podido pasar fronteras, pero ni ellos mismo lo saben. “Somos los primeros sorprendidos… aunque creo que la tontería es universal”, recalcó Jones.

Idle -que dirigirá el espectáculo- prometió ofrecer “algo de comedia, patetismo, música y sexo de ancianos”. Entre los cinco suman 357 años por lo que “habrá un servicio médico detrás del escenario por lo que pueda pasar”.Han pasado más de 30 años desde que los Python actuaran juntos en el Hollywood Bowl en Los Ángeles, en septiembre de 1980, y 40 desde la última vez se subieron a un escenario en el Reino Unido.

"La gente realmente quiere volver a ver los viejos éxitos, pero no queremos hacerlos de una manera predecible", dijo el director y actor. "El principal peligro que tenemos es que el público conoce mejor el guion que nosotros mismos”, recalcó.

También habrá material que no se había mostrado antes. Entre otras cosas para justificar el precio de la entrada: la más cara será 95 libras, la más barata 26. “En cualquier caso serán 200 libras más económicas que las del concierto de los Stones”, apuntó Cleese.

De alguna manera, toman el pulso a sus seguidores desde 2006, con el musical Spamalot del West End, inspirado en la película de El Caballero de la mesa cuadrada. Las entradas se agotan prácticamente todas las noches, así que estaba claro que los fans estaban hambrientos. Había ganas de volverles a ver actuar. Lamentablemente, el tour por Australia tendrá que esperar teniendo en cuenta, como apuntó Idle, “que hay planetas que están más cerca”.

La pregunta ahora es si cinco pensionistas pueden reavivar la irreverencia iconoclasta que en 1969 conmocionó y deleitó a partes iguales. Aunque, tal y como explican, “con 70 años es más fácil hacer el tonto que antes”.

Hace 44 años, los Pyton se saltaron todas las reglas. Irrumpieron en escena en octubre de 1969 en la BBC. Su estilo surrealista y anárquico fue descrito entonces como “chocante” y “nuevo”. La cadena pública sólo emitió cuatro series y 45 episodios, pero aquello fue suficiente para dejar una huella indeleble.

Cuando el show giraba hacia pretensión intelectual, con bromas complicadas acerca de la filosofía, de repente, uno le golpeaba a otro en la cabeza con un pez gigante. Era un guion del absurdo perfectamente orquestado por seis genios de la improvisación-guionizada. Los políticos, la historia, la Iglesia… nada ni nadie les intimidaba. ¿Podrán sorprender con algo?