Un joven español acaricia el sueño de rodar con Ridley Scott

Sumaba 17 años cuando el manresano David Victori tuvo claro que quería ser director de cine. Ahora, tras dirigir nueve cortos y realizar varias producciones nacionales, entre ellas Son de mar como asistente de Bigas Luna, es el único español que ha conseguido estar entre los diez finalistas del concurso de Youtube "Your Film Festival". No ha sido tarea fácil: se presentaron 15.000 proyectos y el jurado dejó sólo 500. Fue el público con sus votos el que decidió quién se merecía estar en la última ronda. 

Gracias a su confianza, el corto de La Culpa será proyectado el próximo 2 de septiembre en el Festival de Cine de Venecia. Si su trabajo resulta ganador, recibirá 500.000 dólares para producir una película con el director británico Ridley Scott y el actor alemán Michael Fassbender.  "Colaborar con Scott sería un empujón para mi carrera y para todos los proyectos en los que llevo trabajando mucho tiempo", dice, ilusionado, el catalán. De todas maneras, "estar entre los 10 finalistas ya es un auténtico lujo", reflexiona. 

Victori, de 29 años, es un tipo afortunado, aunque la suerte no cae del cielo y es uno quien tiene que buscarla. Su primer contacto con el mundo del cine comenzó en 1999, cuando quiso realizar un taller en el que participaba Bigas Luna. Como todavía no tenía la edad suficiente no le dejaron participar. Pero, tras mucho insistir, consiguió hacer el casting y el resultado fue que le llamaron para trabajar con ellos. La sorpresa vino después cuando, a partir de entonces, se convirtió en el asistente personal del director español. Bigas Luna lo acogió durante más de cinco años. 

"Todo lo que me ha enseñado no lo he leído en ningún otro libro", relata agradecido. Y aunque Luna tenga una manera muy propia de hacer cine, "me ha enseñado la profesión desde dentro". Desde entonces no ha dejado de trabajar y eso le ha permitido tener la oportunidad de catar todos los puestos que intervienen en la creación de una película. Ha sido editor, cámara, director, guionista…  "Es la forma más completa de aprender y esto me ha permitido comprender la necesidad de cada departamento", recalca. 

Con todo este bagaje profesional y un director como Luna detrás, se ha labrado un extenso currículo, lo que le ha permitido conocerse a sí mismo. Considera que rodar "es un proceso de introspección". ¿Qué se puede ver de Victori en el corto de La Culpa? Es un thriller, lleno de tensión y emoción, ambientado en Barcelona y con personajes corrientes que se han visto arrastrados por circunstancias inesperadas. El director catalán destaca que por lo que se siente realmente atraído es "por el juego que se establece entre la persona que cuenta la historia y la que lo escucha. Esto es lo fundamental de mí como narrador". 

La venganza como inspiración

La Culpa es el segundo trabajo que realiza con una productora detrás, pero es el primero en el que cuenta con un presupuesto de 60.000 € gracias a las subvenciones que consiguió cuando ganó otro concurso con su corto anterior, Reacción donde, por cierto, Santi Millán es el protagonista. Cuando hace cine argumenta que le gusta poner a los personajes, aparentemente instalados en la normalidad, "en situaciones extraordinarias, extremas, para saber cómo van a reaccionar". 

La inspiración para realizar el corto vino cuando leía aquella desagradable noticia en la que una mujer iraní perdió su rostro porque un compañero de clase le lanzó ácido a la cara y se la quemó. La justicia de su país, explica, "le permitía vengarse, tomar la decisión sobre qué hacer al respecto".  

Al cineasta le costó mucho entender esa situación: "Desde la razón, opino que la venganza no lleva a ningún sitio, es un remolino final. Pero a ella, cuando ha perdido tanto, no le vayas a hablar de moralidad". A partir de entonces las preguntas no dejaron de surgir: "¿Qué pasaría si esta chica se venga?; ¿qué le espera después?" Y sobre esta última construyó el proyecto de La Culpa. 

Descubrió Your Film Festival por Internet y vio que era la primera edición. Por aquel entonces, el corto que ha presentado todavía no estaba disponible en la Red pero sí estaba terminado y producido. Así que aprovechó el tirón de las redes sociales y de la plataforma audiovisual para "ponerlo a prueba y promocionarlo". Victori considera que cuando se realiza un proyecto es necesario "moverlo por todos los festivales y optar a todos los premios posibles" con la esperanza de que la suerte llame a tu puerta. Así fue como le propuso participar a sus productores: "Lo intentamos, ¿por qué no?".

"¿Cómo se valora una historia?"

Para el catalán, concursos como el de Youtube tienen una parte buena y otra mala. Lo positivo es que "cuando me senté a editar el corto me di cuenta de que era el momento de competir, podía hacer algo". En cambio, la parte negativa es que resulta complicado entender cómo se valora una historia: "¿Cómo se juzga eso? Han llegado estos diez como podrían haber llegado otros".  

Si consigue ganar el premio le gustaría aprovechar la oportunidad de la mejor manera posible, porque esos 500.000 dólares de presupuesto serían un "cheque en blanco a la imaginación". Si no lo consigue continuará luchando por lo que le gusta: "contar historias" como guionista y director. Pero no una historia cualquiera: "Necesito que una historia sea importante para mí y tenga algún sentido" porque una película acompaña al cineasta durante muchos años y si no tiene ningún sentido "el trabajo pierde la razón de ser".