El arma de Blade Runner, estrella en una subasta de cine

Corría 1982 cuando Ridley Scott puso en la pantalla a los replicantes y dio comienzo a la era de los humanoides y los cyborgs en el cine, un concepto posmoderno que no caló en principio en la taquilla pero que acabó marcando toda la cultura en los años 80. En Blade Runner, Harrison Richard Deckard Ford pertenece a una división policial que trata de desenmascarar a los androides pistola en mano. Ahora el arma que le acompaña durante toda la película forma parte de una subasta de objetos del cine que promete alcanzar cifras millonarias: se esperan hasta tres millones de dólares durante dos días de puja. 

En Blade Runner Ford usaba un arma sin nombre que en realidad era una creación surgida a partir de un rifle Steyr-Mannlicher modelo SL y un revólver Bulldog de Charter Arms con tuercas, tornillos y hasta luces LED. Una de las características más particulares, y la que posiblemente generó más controversia entre los fans del filme por su uso, es que poseía un doble gatillo. Cualquiera que fuera su función, el que se quiera llevar a casa el arma tendrá que desembolsar como mínimo 100.000 dólares, de acuerdo con las estimaciones de la casa de subastas.

La pistola, a la que muchos llaman sin pudor el santo grial de las armas de ficción, pertenecía hasta ahora al productor Jeff Walker, aunque no es el único objeto interesante en la subasta. Los fans de Tim Burton podrán hacerse con una de las marionetas originales de La novia cadáver y los mas freaks, llevarse algo de la vasta colección de Forrest Ackerman, uno de los grandes promotores de la ciencia ficción en Estados Unidos, que falleció el pasado mes de diciembre con 92 años de edad.

Los objetos que Ackerman atesoraba recorren gran parte de la historia del cine estadounidense y pertenecieron a algunos de sus protagonistas más destacados. Está, por ejemplo, un anillo que solía llevar el húngaro Bela Lugosi cuando interpretaba a Drácula, o el monóculo que usó el alemán Fritz Lang durante el rodaje de su clásico Metropolis. La subasta, organizada por la firma Profiles in History, se celebrará el 30 de abril y el uno de mayo en la localidad californiana de Calabasas, aunque cualquiera con acceso a internet podrá hacer una puja.