Javier Pons da el salto a Latinoamérica tras dejar la Ser y RTVE

Septiembre de 2012. Javier Pons, consejero delegado de la Cadena Ser, salía del Grupo Prisa en pleno terremoto de la cúpula directiva. Apenas seis meses después, el que también fuera director de TVE en tiempos del PSOE ya tiene nuevo proyecto en marcha. Según explica a El Confidencial el propio ejecutivo, ha puesto el foco en el mercado latinoamericano para lanzar una consultora de comunicación audiovisual –bautizada On Demand-, con la que pretende asesorar a televisiones y radios para multiplicar los canales de distribución de sus contenidos aprovechando las crecientes plataformas digitales.

En Sin rencores, Pons (Teruel, 1959) reflexiona sobre su salida de Prisa, inmersa desde hace años en un delicado juego de equilibrios con la banca para mantener su actividad. “Era el fin de un proyecto y la salida fue muy amistosa –explica-. Es un grupo con el que me he relacionado durante toda mi vida. El trabajo fue satisfactorio y para la compañía sólo tengo agradecimiento. Llevamos a cabo una ambiciosa renovación de la parrilla de la Ser que sólo podrá valorarse con la perspectiva del tiempo. Además, me permitió conocer bien los mercados de Argentina, Colombia y Perú, lo que supone todo un lujo”.

Un lujo que el ejecutivo pretende aplicar ahora a su nueva aventura empresarial. “On Demand nace con la vista puesta en Latinoamérica –continúa el ejecutivo-. Por un lado, haremos consultoría de radio y televisión, medios que pueden multiplicar sus canales de distribución por la vía digital. Nosotros, como productores de contenidos durante muchos años, podemos aportar una visión global”, afirma quien durante ocho temporadas fue director general de El Terrat, productora de programas como Buenafuente o Salvados. Además, Pons apuesta por promover la distribución de contenidos de factura española en otros mercados hispanos.

“Los dos principales grupos de televisión españoles tienen un alto nivel de producción. Y en Latinoamérica se respeta el contenido que ha tenido una buena experiencia con la audiencia en España. Hay contenidos que viajan muy bien, no en lata pero sí en la réplica de formatos. Queremos centrarnos en ficción, humor y docurrealidad”, subraya. Como desafío de fondo, sacar más rédito económico a los contenidos. “A diferencia del papel, los medios audiovisuales tienen muchas plataformas de distribución. Por ejemplo, un portal dependiente de la televisión pública china está comprando contenidos en todos los idiomas. En Latinoamérica hay mucho movimiento de esa índole. Y mayor visión para salvar el gap entre el producto y cómo monetizarlo”.

El “diseño irreal” de Zapatero

¿Y España? ¿Hay negocio en un mercado español sometido a la 'tiranía' de Mediaset y Antena 3, en plena crisis publicitaria? Pons niega que el actual duopolio haya empobrecido el panorama: “Puede parecerlo, pero también se ha aclarado todo. Ahora hay un grupo de interlocutores que saben del negocio y con los que puedes entenderte. Todo proviene de una mala ingeniería del sector por parte de los legisladores en la segunda etapa del Gobierno Zapatero. Se llevó a cabo un diseño irreal en la que se concedieron licencias de TDT a grupos no profesionales, que tenían capacidad de interlocución, pero les faltaba know-how. Eso, mezclado con la crisis económica, ha provocado una mezcla explosiva”.

Dicho esto, las oportunidades en España vendrán de la enorme potencia de fuego que atesoran esos dos grandes grupos. “El mercado se ha reducido, pero cómo va a desarrollarse plantea un reto apasionante. Antena 3 está recogiendo los frutos de un trabajo muy bien hecho en los últimos tres años y Mediaset es una maquina muy eficaz. En sus canales más pequeños, laSexta y Cuatro, se van a abrir oportunidades”, remacha el empresario. Más escéptico se muestra respecto a los plazos y la duración de la crisis publicitaria. “Las perspectivas no son buenas –expone sin ambages-. Estamos comprometidos con el mercado nacional, pero por eso vamos a otros territorios. No es una novedad que la inversión publicitaria está relacionada con el producto interior bruto (PIB) del país. Y si este no reacciona, no hay milagros. La puerta digital es la que ofrece una posibilidad”.

El número dos de RTVE entre febrero de 2007 y enero de 2010 no evita referirse a la deriva que aprecia en la que fue su casa y que, en su opinión, debería ser la alternativa al yugo impuesto por Mediaset y Antena 3. “RTVE es lo que más me preocupa en ese escenario –subraya-. La televisión pública siempre tuvo un papel dinamizador en la industria audiovisual. De hecho, es lo que recoge el Contrato Programa. Sin embargo, los pasos no van en esa dirección. Falta liderazgo y una cadena consistente que pueda competir”. No es casualidad que su salida se produjera en paralelo a la eliminación de la publicidad en la Corporación, lo que limitaba su capacidad para mantener el share. Con la cadena pública en el olvido, Pons se ha conjurado ahora para hacer las Américas.