Mediapro cumple: paga 115 millones a Madrid y Barça apenas días después de salir del concurso

Los pagos a los clubes de fútbol son sagrados para Jaume Roures y Tatxo Benet. Mediapro, la empresa que gestiona y que atesora los derechos televisivos de la mayoría de equipos de primera y segunda división, pasaba por caja a mediados de este mes para satisfacer sus compromisos con sus dos principales clientes, Real Madrid y Barcelona. Según aseguran fuentes conocedoras de la transacción, el plazo abonado alcanza los 60 y 55 millones de euros, respectivamente. De acuerdo con las cifras que sotto voce comentan las entidades, blancos y azulgranas son los que más dinero se embolsan al año, con unos 130 y 125 millones en cada caso.

Mediapro tradicionalmente no habla de cifras. Fuentes internas de la casa se limitaban ayer a asegurar que la sociedad “abona puntualmente las cantidades que tiene comprometidas” y que, “como siempre, lo hace dentro de los plazos fijados”. Dicho esto, prefirieron no entrar en el montante desembolsado antes del vencimiento del 15 de enero. La brecha entre los ingresos que factura el tándem Madrid-Barcelona y lo que cobra el resto de clubes es considerable. Tras madrileños y catalanes, un grupo intermedio en el que figuran Atlético de Madrid y Valencia se embolsa 42 millones. Después, Villarreal y Sevilla se mueven en torno a 25 millones. Los equipos más modestos apenas reciben 12 millones por temporada.

El pago se produce apenas semanas después de que Mediapro, también propietario de los derechos de la Fórmula 1 para España, decidiera rescindir el contrato por el que cedía los derechos de retransmisión a La Sexta al incumplir ésta con sus obligaciones económicas. Una medida que le obligará a aceptar ofertas de otras televisiones, con Antena 3 como solución más lógica. Un nuevo frente abierto para la productora catalana, que se comprometió a pagar más de 200 millones de euros por esos derechos a Formula One Management (FOM), la empresa dirigida por Bernie Ecclestone que gestiona el campeonato.

No es el único negocio en el que Roures y Benet han atravesado por dificultades en los últimos años. Por ejemplo, su apuesta por la prensa en papel, el diario Público, ha perdido casi 60 millones desde su creación y solicitaba recientemente el concurso voluntario de acreedores. La Sexta, en la que Mediapro participa indirectamente a través de Imagina, caía en manos de Antena 3 antes de Navidad. Incluso la propia Mediapro se declaraba en concurso voluntario de acreedores en junio de 2010, en medio de la pugna con Prisa en la denominada guerra del fútbol. Sin embargo, si un negocio han preservado ambos empresarios es precisamente el de los derechos del balompié: presumen de nunca haber fallado a los equipos.

El modelo es perfecto sobre el papel: tomo el dinero de las televisiones y lo traspaso a los clubes, no hay riesgos. Una burbuja que explotará cuando alguien deje de pagar, algo que favorece la precaria situación de las cadenas. “Los derechos del fútbol son suficientemente importantes como para pensar que no dependen de las autonómicas o de cualquier otra cadena. Además, el futuro siempre ha sido el pago”, se asegura desde la compañía, en relación a las dificultades financieras de los canales dependientes de las autonomías. Precisamente esta temporada finalizan los contratos con las televisiones y se abrirá una nueva subasta para pujar por las retransmisiones. Y si las autonómicas no renuevan y las privadas hacen sus ofertas a la baja, habrá que buscar otras formas de explotación.

El necesario acuerdo con Prisa

El nuevo modelo hará imprescindible un acuerdo entre Mediapro y Prisa, que ya ha apostado decididamente por sumar derechos de equipos a su nómina aprovechando la inyección de liquidez aportada por sus nuevos socios, los hedge funds y firmas de inversión incluidas en Liberty. Sin ir más lejos, a mediados del año pasado anunciaba un acuerdo con el Real Zaragoza y la Real Sociedad, que le han cedido sus derechos para el pago desde las temporadas 2012 y 2013, respectivamente. El Athletic de Bilbao también se ha comprometido con la editora de El País. Toda una declaración de intenciones sobre los siguientes pasos.

Y es que el escenario que plantea esta apuesta obligará a que Prisa y Mediapro –los dos grupos con plataformas de pago, Digital+ y Gol TV- lleguen a una entente para la comercialización futura del fútbol, en tanto hasta ahora Benet y Roures poseían los derechos en exclusiva de los equipos y los negociaba para los distintos soportes. Mediapro tiene ahora más margen de maniobra, después de que en vísperas de la pasada Nochebuena el juzgado mercantil número 7 de Barcelona rechazara las objeciones planteadas por Prisa al acuerdo alcanzado por la firma con la mayoría de sus acreedores. Una decisión judicial que para la sociedad suponía, en la práctica, el levantamiento de la administración concursal.

La suspensión de pagos acordada por Mediapro a mediados de 2010 se vendió en su día como una estrategia defensiva para anticiparse a un problema de tesorería ante la posibilidad de que Prisa incumpliera un pago de 90 millones por los derechos del balompié. Sin embargo, consciente de la inquietud que podría suscitar entre su 'clientela', lo primero que hacía la empresa era ponerse en contacto con todos los presidentes o directores generales de los clubes de Primera división para tranquilizarles. Mediapro paga más de 600 millones de euros cada año a los equipos.