Una maestra se las ingenia para abrazar a sus estudiantes pese al coronavirus

Uno de los grandes problemas que está provocando el coronavirus es que no se puede abrazar a los seres queridos. Esa falta de contacto entre amigos y familiares que no viven en la misma casa es algo que se echa de menos, pero también en otros ámbitos de nuestra sociedad. Y Kelsey Pavelka es una de las mejores muestras de ello.

Pavelka es una maestra de primaria en un colegio de Indiana, en Estados Unidos, y echaba de menos los abrazos de sus alumnos. Así que, junto a su esposa, construyó una barrera de plástico en la puerta de su casa, una forma creativa para que pudiera abrazar de nuevo a sus estudiantes, pero cumpliendo todas las medidas de seguridad.

Para lograrlo, utilizaron 12 bolsas reutilizables y mucha imaginación: Shelby Pavelka, la mujer de Kelsey, creó una barrera de plástico con agujeros para introducir los brazos en la puerta de su casa. De esa manera, cuando los alumnos de Kelsey llegaron a su casa este miércoles, pudieron abrazarla, algo que la maestra había echado de menos durante semanas.

Más vale maña que fuerza

Kelsey Pavelka ha explicado a la CNN que "la mayoría de los estudiantes corrieron hacia mi puerta chillando. Luego nos abrazamos un montón de veces y hablamos de todas las cosas que hemos estado haciendo". Era el reencuentro que unos y otros habían estado esperando y que gracias a la imaginación pudieron llevar a cabo.

Sacó la idea de un vídeo de TikTok y ha sido la fórmula perfecta para poder reencontrarse con sus alumnos

La profesora reconoce que la primera vez que vio el invento fue en un vídeo de TikTok y que era un truco que utilizaban algunas personas para abrazar a los miembros de su familia. Así que se le ocurrió hacer lo mismo, pero incorporando un taburete para que los niños pudieran subir y lograran abrazar a su maestra. Eso sí, después hay que desinfectarlo todo antes de que otro niño pueda abrazar a la profesora.

Pavelka se dedica a enseñar español a los niños del colegio en el que imparte sus clases y reconoce que "muchos padres me han asegurado que su hijo realmente necesitaba esto". Uno de los más afectados era un niño que se estaba deprimiendo por no ir al colegio, pero al que poder visitar a su profesora ha devuelto la alegría. Así, hasta un total de 14 alumnos han ido a ver a su profesora y seguirán haciéndolo hasta que puedan regresar al colegio.