Soy un piloto de combate español y este es mi trabajo en el Ejército del Aire: "Listos en menos de 15 minutos"

En una reciente entrevista en el pódcast 'Búscate la vida', el piloto de combate español Antonio Mancebo ofrece una visión detallada de las responsabilidades y el día a día en el Ejército del Aire español. La vida de un piloto de combate, según Mancebo, no solo implica surcar los cielos a velocidades vertiginosas; también exige una preparación constante para responder a cualquier situación en cuestión de minutos.

"El 80% de nuestro tiempo se centra en el entrenamiento. Volamos unas tres o cuatro veces por semana, realizando diversas misiones que pueden incluir desde combates aéreos simulados hasta rutas de baja cota o ataques a flotas", explica Mancebo. Esta rutina metódica es crucial para mantener afinadas sus habilidades, preparándolos para el 20% restante de su tiempo, dedicado a misiones reales.

Una de las funciones más críticas del Ejército del Aire es la vigilancia constante del espacio aéreo nacional. "Todos los días en España hay dos pilotos de alerta, listos para despegar en menos de 15 minutos", dice Mancebo. Esta capacidad de respuesta inmediata es vital para manejar situaciones de emergencia, como aviones comerciales en apuros o incursiones no autorizadas en el espacio aéreo.

Antonio Mancebo relata un incidente en el que la rapidez y eficacia del Ejército del Aire quedaron demostradas cuando un avión canadiense despegó de Madrid con problemas en su tren de aterrizaje. "Uno de nuestros cazas despegó de Torrejón, se colocó al lado del avión en problemas, y le tomó fotografías al tren de aterrizaje. Estas fotos permitieron a los ingenieros confirmar que el tren estaba seguro para aterrizar", comparte Mancebo, subrayando cómo estos pilotos actúan como una verdadera policía aérea.

Además de las emergencias, los pilotos también se entrenan en escenarios que imitan situaciones reales, lo que incluye interceptar aviones que pierden comunicación o proceden de rutas inusuales. "Actuamos bajo reglas de enfrentamiento muy estrictas. No podemos tomar acciones ofensivas, pero sí seguimos y reportamos", aclara el piloto. Esta disciplina garantiza que cada intervención se maneje con el máximo profesionalismo y según las directrices legales.

Para los pilotos como Mancebo, el Ejército del Aire no solo es un lugar de trabajo, sino una plataforma que exige excelencia continua y ofrece la oportunidad de servir a su país de una forma poco convencional, pero vital para la seguridad nacional. Desde las maniobras aéreas hasta la preparación para cualquier contingencia, la vida de estos pilotos está gobernada por un riguroso régimen que asegura estar siempre preparados para proteger el espacio aéreo español en un abrir y cerrar de ojos.