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"El multiculturalismo tiene la culpa de la masacre noruega"
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EL POLÉMICO LIBRO QUE ELOGIA A ANDERS BREIVIK

"El multiculturalismo tiene la culpa de la masacre noruega"

El ensayista y editor francés Richard Millet ha despertado en el país galo los fantasmas de la supremacía blanca con su obra recientemente publicada Elogio literario de

Foto: "El multiculturalismo tiene la culpa de la masacre noruega"
"El multiculturalismo tiene la culpa de la masacre noruega"

El ensayista y editor francés Richard Millet ha despertado en el país galo los fantasmas de la supremacía blanca con su obra recientemente publicada Elogio literario de Anders Breivik (Pierre Guillaume de Roux). Alumno aventajado de los estructuralistas marxistas Gilles Deleuze y Roland Barthes y galardonado por la Academia Francesa en 1994 gracias a El sentimiento de la lengua (La Table Ronde), nunca antes había sido sospechoso de xenófobo ni mucho menos de teórico del terrorismo. Escuetamente y en un panfleto de tan solo 18 páginas, Millet justifica la matanza de Utoya, en la que fueron asesinadas 77 personas que participaban en el campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista de Noruega, como resultado “de la inmigración y el multiculturalismo que están islamizando a Europa”.

La contención no existe en las afirmaciones de este aclamado escritor parisino que cuenta con más de 50 publicaciones en su haber. La defensa de las raíces cristianas del Viejo Continente es la razón de ser de este texto, en el que se enfrasca en una dura confrontación con las políticas migratorias: “El modelo multicultural importado de los Estados Unidos supone una catástrofe para Europa porque crea un mosaico de guetos en los que el sentimiento nacional desaparece” o “las naciones europeas están siendo destruidas socialmente, al mismo tiempo que se está perdiendo su esencia cristiana a favor del relativismo”.

Para Millet el nacionalismo y el cristianismo deben ir de la mano como dos elementos claves e irrenunciables de la identidad europea. Así, llega a advertir que la descomposición de estos valores acabará desembocando en una guerra civil. Unos indicios que, dice, ya se están reflejando en la degradación de la lengua, la incorrección política, las altas tasas de inmigración y el resurgimiento de los residuos del marxismo.

Un insulto a las víctimas “pequeño burguesas e incultas”

Inicialmente el ensayista se posiciona en contra de los asesinatos del ultraderechista noruego afirmando que “no apruebo los actos cometidos por Breivik el 22 de julio de 2011” –sin denominarlos en ningún momento como terrorismo–. Sin embargo, unas páginas más adelante confiesa estar “impresionado” por ellos y dice “inclinarse ante estos actos por su perfección formal” y por su “dimensión literaria”. Su condescendencia con Breivik choca con la definición que dedica a las víctimas del terrorista: “Burgueses incultos, mestizos y pequeños socialdemócratas”.La defensa de las raíces cristianas del Viejo Continente es la razón de ser de este texto 

Las controvertidas opiniones del francés coinciden con un contexto de creciente violencia en las banlieues parisinas –habitadas principalmente por inmigrantes– y con el refuerzo del discurso racista de la ultraderecha aglutinada bajo las siglas del Front National. Un oportunismo que no ha evitado el fuerte estupor generado entre la sociedad francesa y, sobre todo, entre los literatos, que ya están preparando un carta colectiva para exigir a Millet que se retracte. La escritora Annie Ernaux, incluso llamaba en las páginas del diario Le Monde a la rebelión de sus colegas que publican bajo el sello editorial para el que trabaja Millet (Gallimard).

El escritor franco-marroquí Tahar Ben Jelloun, que ha publicado sus cuatro últimos ensayos en Gallimard, presionó públicamente al editor Antoine Gallimard a través de la radio France Info para que dejase de contar con los servicios de Millet en su empresa porque “no puede formar parte de una organización de este tipo al mismo tiempo que defiende unos principios tan horribles”. Para Jelloun, el panfleto Elogio literario de Anders Breivik deja en ridículo a toda la sociedad francesa y supone toda una “provocación”.

Una arriesgada operación de marketing, con antecedentes

El revuelo generado en el país galo y las críticas del mundo literario, lejos de hacer reflexionar a Millet, parecen haberlo reforzado todavía más. Con unos aires de arrogancia, afirmaba en unas declaraciones a la radio que “ser uno de los autores franceses más odiados es una posición interesante que me convierte en un ser excepcional”. Ciertamente, Millet nunca había acaparado tanta atención mediática, nacional e internacional, antes de esta publicación. Ni siquiera cuando fue reconocido como el mejor ensayista del año por la Academia Francesa ni cuando publicó la aclamada novela Dévorations, que se mantuvo varias semanas entre los primeros puestos de la lista de libros más vendidos.Millet confiesa que su inclinación ante los atentados de Breivik por su perfección formal

Para acaparar la primera plana de los diarios más vale una buena polémica que una buena novela. Y esto es lo que ha debido pensar Millet para ahorrarse los costes de promoción de su último ensayo Langue fantôme (Pierre Guillaume de Roux). Un libro de 118 páginas que ha salido a la venta conjuntamente con el panfleto de 18 páginas en el que elogia al terrorista noruego. ¿Coincidencia o marketing? Sea cual sea la respuesta verdadera, no se puede negar que el título de su último ensayo ha sido referenciado ya en multitud de medios. Con una simple búsqueda comparativa en Google, se puede comprobar cómo los términos Langue fantôme + Richard Millet’ han alcanzado ya las 48.700 citas en tan solo dos semanas, mientras que al buscar Dévorations + Richard Millet’ las referencias en internet se reducen a 10.100. Todo ello, teniendo en cuenta que esta última novela ha sido un éxito en ventas y fue publicada el 21 de agosto de 2006.

Esta polémica levantada por Millet no es la primer pero, casualmente, todas sus controversias anteriores han coincidido con la salida a la venta de sus ensayos. La más sonada fue en 2007 instantes después de la publicación de Désenchantement de la littérature (Gallimard). En aquel momento su blanco fueron los escritores contemporáneos franceses a los que acusaba de haber abandonado el sentimiento religioso en sus textos. 

El ensayista y editor francés Richard Millet ha despertado en el país galo los fantasmas de la supremacía blanca con su obra recientemente publicada Elogio literario de Anders Breivik (Pierre Guillaume de Roux). Alumno aventajado de los estructuralistas marxistas Gilles Deleuze y Roland Barthes y galardonado por la Academia Francesa en 1994 gracias a El sentimiento de la lengua (La Table Ronde), nunca antes había sido sospechoso de xenófobo ni mucho menos de teórico del terrorismo. Escuetamente y en un panfleto de tan solo 18 páginas, Millet justifica la matanza de Utoya, en la que fueron asesinadas 77 personas que participaban en el campamento de verano de las juventudes del Partido Laborista de Noruega, como resultado “de la inmigración y el multiculturalismo que están islamizando a Europa”.