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Jaque al modelo de las agencias inmobiliarias: "Te llaman solo para encarecer el alquiler"
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POR LA LEY DE VIVIENDA

Jaque al modelo de las agencias inmobiliarias: "Te llaman solo para encarecer el alquiler"

La próxima ley de vivienda amenaza con obligar a los propietarios a pagar los servicios que contraten, a diferencia de ahora, que son abonados por el inquilino

Foto: Foto: EFE/Biel Aliño.
Foto: EFE/Biel Aliño.

Encontrar un piso de alquiler no solo es difícil, también es muy caro. En ciudades como Madrid y Barcelona, además de la renta del mes, el inquilino tiene que depositar una fianza, que equivale a dos o tres meses de alquiler, y pagar los emolumentos de la agencia inmobiliaria, que suponen otro mes más el IVA. Esto, suponiendo que el arrendador no exija un seguro contra la morosidad o un depósito de garantía, como viene sucediendo en los últimos años. En resumidas cuentas: una persona que busque un piso de 1.200 al mes puede enfrentarse a una cuota inicial de más de 7.000 euros antes de recibir las llaves.

No todos los cargos son iguales. Tanto la fianza como el depósito pueden ser recuperados al finalizar el alquiler, mientras que el alojamiento y los seguros son servicios que contrata el inquilino. Sin embargo, a la agencia inmobiliaria la paga el inquilino, aunque trabaja para el propietario. La práctica comenzó después de la crisis en Madrid, Barcelona y Mallorca, donde los alquileres están más calientes, pero se extiende rápidamente por ciudades donde siempre se ha trabajado al revés.

Álvaro Carrillo es un estudiante de Publicidad de Málaga. Desde hace años, alquila la casa de su abuela, en pleno centro, a través de portales online. "Siempre ha sido igual: cuelgo el anuncio, me escribe gente y se la adjudico a uno", dice a este periódico. Todo cambió la última vez que colgó el anuncio, hace pocos días: "Lo publiqué y al rato me habían llamado más de diez agencias diciéndome que tenía que subir el precio, porque era barato para la zona, y que podía cobrar más meses de fianza. Me decían, en definitiva, que se hacían cargo de todo y que no me preocupase, que todo lo pagaba el inquilino".

Carrillo había trabajado antes con agencias, siempre pagando él: "Se entendía que el casero pagaba la agencia con el primer mes de alquiler, siempre ha sido así, pero después de la pandemia todo ha cambiado, la vivienda se ha despendolado", dice. "Estas agencias solo querían encarecer el alquiler, es una locura: yo también tengo amigos incorporándose al mundo laboral y veo lo mal que lo pasan para encontrar piso. ¿Pero cuántos miles de euros quieren que pague una persona por su alquiler?".

A medida que el mercado del alquiler se ha ido calentando en España —con varias ciudades en máximos históricos—, las agencias inmobiliarias han ido poniendo el dedo en la balanza en detrimento del inquilino, que se ve obligado a pagar por los servicios que ha contratado su casero. Ha sido una decisión de enorme rentabilidad en el sector, que ha pasado de las poco más de 11.000 empresas con fines inmobiliarios que había en 2014 a las 55.000 actuales, marcando siete años de crecimiento vertical.

Las empresas dedicadas al inmobiliario han pasado de 11.000 a 55.000 en nueve años

"Naturalmente, es más fácil que nos pague el inquilino que el propietario. Y, si tiene más de un piso, ni te cuento", dice el gerente de una inmobiliaria en Pacífico, Madrid. "No te voy a negar que nos es rentable: en esta oficina éramos tres y ahora somos ocho. Cuando sale un piso en alquiler, la gente se pega tortas por él, así que les suele dar igual pagar un poco más el primer mes".

Al experto en Comunicación Digital Eduardo Vega no le daba igual. El año pasado decidió salir de Madrid y volver a su Alcalá de Henares natal, pero se encontró el mercado distinto al que recordaba: "Eran pisos muy pequeños, todos por encima de los 650 euros, que me pedían dos meses de fianza (alguno tres), contrato indefinido, las tres últimas nóminas, el mes en curso y alguna me intentó meter el seguro de morosidad...", lamenta. Vega tuvo la osadía, junto a su pareja, de intentar que el casero pagase la inmobiliaria: "Tres pisos tuvimos que rechazar por este motivo, incluyendo algún roce con los de la inmobiliaria", dice.

"Al final, tuvimos que pasar por el aro y pagarle 700 euros a la señora de una agencia, que nos enseñó la casa en cinco minutos y, eso sí, tuvo el detalle de adjudicárnosla", zanja Vega.

Inmobiliarias contra el Gobierno

La semana pasada, la ministra Ione Belarra recordó en Salvados (La Sexta) que la facción morada del Gobierno sigue luchando por cada punto de la próxima ley de vivienda. Con la negociación encallada en los topes al alquiler y las restricciones a los desahucios, Belarra dejó caer que la idea de obligar a los propietarios a pagar a las agencias estaba sobre la mesa de negociación y que venía por la parte socialista. "Es una propuesta que han traído los grupos y de las que me parecen más razonables", explicó en televisión.

Las declaraciones han supuesto un terremoto en el sector de la intermediación inmobiliaria, que teme por sus ingresos: "De aprobarse esta medida, las agencias que tuvieran su foco puesto en el alquiler se verían seriamente comprometidas", dice José María Alfaro, coordinador general de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI). "Estoy hablando de puestos de trabajo que desaparecerán en un sector en el que predominan los autónomos".

placeholder Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. (EFE)
Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. (EFE)

Es difícil cuantificar el impacto de la reforma en tanto que las comisiones de agencia se guían por los usos y costumbres. En España, coexisten las tres modalidades: en las grandes ciudades suele pagar el inquilino, en Levante y algunas zonas de interior se costea a medias y en el resto se suele hacer cargo el propietario. Alfaro aboga por el modelo mixto: "Creo que el propietario tiene que pagar al menos una parte, pero tampoco creo que tenga que ser gratis para el inquilino, porque los agentes realizan servicios para él: redacción del contrato, depósito de la fianza, acomodación en inmueble...".

Jaén es una de las ciudades donde se paga a medias, pero su patronal también está en contra de la medida. "No podemos estar a favor de que limiten nuestro derecho a cobrar a quien queramos, siempre que quiera pagarlo", dice Diego Galiano, presidente del Colegio Agentes de la Propiedad de Jaén. "Es equiparable a las subvenciones: no funcionan, porque al final los propietarios siempre terminan repercutiéndolo en el inquilino. ¿Le haces pagar más al propietario? Pues un poco más caro alquilará el piso".

"Se nos ataca con facilidad porque somos un sector muy desprestigiado"

"Al final, al sector se le ataca demasiado fácilmente", lamenta Galiano. "Porque estamos muy desprestigiados, nos hace falta una regulación. O al menos unos requisitos de formación, que a un carnicero le piden una licencia y nuestro trabajo puede hacerlo cualquiera. Ni el seguro de responsabilidad civil es necesario, vaya".

Para Alfaro, de la patronal, la clave está en la oferta. "El Gobierno pone el foco en el lugar equivocado. España tiene un problema enorme con el alquiler tan sencillo como que no hay oferta para tantísima demanda. Aunque te pongas selectivo, hay 10 o 12 candidatos aptos por cada piso de Madrid o Barcelona. Madrid aumenta cada año su población en torno a 50.000 personas, pero cada vez hay menos pisos en alquiler".

"Hay que crear las condiciones para sacar los pisos cerrados al mercado, no legislar contra los propietarios", termina Alfaro.

Encontrar un piso de alquiler no solo es difícil, también es muy caro. En ciudades como Madrid y Barcelona, además de la renta del mes, el inquilino tiene que depositar una fianza, que equivale a dos o tres meses de alquiler, y pagar los emolumentos de la agencia inmobiliaria, que suponen otro mes más el IVA. Esto, suponiendo que el arrendador no exija un seguro contra la morosidad o un depósito de garantía, como viene sucediendo en los últimos años. En resumidas cuentas: una persona que busque un piso de 1.200 al mes puede enfrentarse a una cuota inicial de más de 7.000 euros antes de recibir las llaves.

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