La casa de la playa a partir de 50.000€: la copropiedad llega a la clase media en España

La compraventa de viviendas compartidas se ha puesto de moda en España. Pacaso, Vivla... y ahora Suomma. Todas estas compañías han irrumpido en los últimos meses en el mercado residencial en España trayendo bajo el brazo una reinvención de la multipropiedad, bautizada ahora como propiedad compartida, una fórmula para poder comprar una vivienda junto a otros propietarios, pero a un precio muchísimo más asequible y disfrutando, eso sí, de la misma, el tiempo proporcional al porcentaje que posea el copropietario.

Hasta ahora, compañías como Pacaso, se habían centrado en el segmento de lujo, con desembolsos por participación en torno al medio millón de euros. Pero ahora, Borja Badiola y su socio, Julián Gil han decidido entrar en un mercado más asequible y llegar a la clase media que no puede asumir esas cifras, centrándose en las viviendas en primera línea de playa entre 400.000 y 600.000 euros, que permiten convertirse en copropietarios con un coste mucho menor, entre 40.000 y 80.000 euros.

Casas en primera línea de playa entre 300.000 y 600.000€, al alcance por 40.000 y 60.000

Desde Suomma pretenden 'atacar' directamente un nicho de mercado en el que consideran que, por el momento, no tienen competencia. El de la segunda residencia, eso sí, en primera línea de playa y hasta 600.000 euros. Propiedades 'premium' por su ubicación, pero alejadas del lujo que sí entran dentro del radio de acción de otro perfil de compañías como Pacaso.

Un gran nicho de mercado sobre el que posicionarse, si tenemos en cuenta que calculan que en España hay unos 3,7 millones de segundas residencias y unas 100.000 ventas a extranjeros al año, la mayoría adquiridas por europeos, lo que supondría un potencial volumen de negocio en España de unos 4.000 millones de euros.

Borja y Julián vieron una oportunidad de negocio y decidieron dejar sus puestos como directores generales en Carwow -compañía dedicada a la venta online de coches- y Omnio -plataforma de viajes-, respectivamente, para embarcarse en una nueva aventura empresarial -una plataforma, en este caso inmobiliaria- con la que esperan cerrar el primer año de vida con casi 150 transacciones y un volumen de ventas de 71 millones de euros. Y disparar estas magnitudes en tres años, superando las 1.000 viviendas anuales vendidas y un volumen de ventas en torno a los 660 millones de euros.

La compañía echaba a andar el pasado mes de febrero con 1,5 millones de euros, gracias al apoyo financiero de un 'business angel', pero para cumplir con este escenario de gran crecimiento, buscarán, de nuevo, financiación en el mercado. Lo harán entre inversores de capital riesgo con un objetivo entre 30-50 millones de euros.

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"Queremos popularizar el acceso a segundas residencias 'premium', que antes estaban al alcance de solo unos pocos", explica Borja Badiola. "Ahora muchos propietarios podrán irse de vacaciones, por ejemplo, en viviendas que cuestan 500.000 euros con vistas al mar, algo que antes era inviable y muy exclusivo".

La compra, a través de una SL

La pregunta del millón que todos los potenciales interesados les hacen es la misma. ¿Cómo se articulan este tipo de operaciones? Suomma adquiere la vivienda en cuestión a través de una sociedad limitada y divide la propiedad en ocho partes o fracciones, de tal manera que el propietario podrá comprar como mínimo una fracción y como máximo, cuatro, convirtiéndose, por ello, en socio de esta sociedad. Según explica Badiola, con esta fórmula se evita, por ejemplo, el pago "del impuesto de transmisiones patrimoniales", entre otras ventajas.

Por otro lado, y frente a otro tipo de tenencia de viviendas o servicios vacacionales, todos los gastos de la vivienda se repartirían entre ocho, mientras que el derecho a disfrute de la propiedad se fija en seis semanas al año por fracción, incluida una semana en temporada alta, como mínimo. En total, 44 noches al año.

"Todo este complejo rompecabezas se realiza a través de una gestión integral del inmueble. Así, el equipo de Suomma puede atender y organizar un sinfín de tareas como los días de reservas de todos los propietarios, las entradas y salidas, el mantenimiento y limpieza, la gestión de incidencias, gestiones administrativas y jurídicas, así como el alquiler o la venta de la fracción", según explica Badiola.

Y es que, como recuerda, en ocasiones algunos propietarios necesitan vender con urgencia su participación en la propiedad o simplemente quieren liquidez para poder comprar otra, "y Suomma ofrece el servicio de venta rápida, realizando una oferta para comprar su parte. Oferta que por lo general tendrá un descuento del 5%-10%, obteniendo el comprador el efectivo en pocos días".

También ofrecen al copropietario la posibilidad de alquilar los días/semanas que no se disfrute de la vivienda, consiguiendo, de esta manera, unos ingresos extra. "Si alguno de los propietarios no puede venir los días o semanas asignados, nos encargamos de subir la vivienda a varias plataformas de alquiler vacacional para alquilarla. Por este trabajo cobramos una comisión de gestión, pero el dinero del alquiler va directamente al copropietario", asegura Badiola.

Además, como explica el cofundador de esta proptech, también puede darse el caso de un propietario de una vivienda en la playa que quiera vender parte de ella para conseguir liquidez, pero manteniendo parte de la propiedad de la misma. Estos supuestos también están contemplados en el modelo de negocio de Suomma.

Por lo pronto, la compañía ya cuenta con propiedades a la venta en la Costa del Sol y Formentera, si bien, su objetivo es aterrizar también en Costa Blanca, Baleares y Canarias, mercados, todos ellos, con gran potencial, además de aterrizar en otros mercados europeos como Francia.