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No compran casa porque no pueden, los millennials no son tan diferentes a sus padres
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ESTUDIO DE PISOS.COM

No compran casa porque no pueden, los millennials no son tan diferentes a sus padres

La pregunta, realmente, es si nuestros hijos quieren vivir como sus padres o quieren imponer nuevas reglas habitacionales

Foto: No compran casa porque no pueden, los millennials no son tan diferentes a sus padres
No compran casa porque no pueden, los millennials no son tan diferentes a sus padres

Soraya tiene 31 años. Ha cursado tres carreras, ha vivido en el extranjero, ha compartido piso y, finalmente, ha optado por comprar. Ha tenido que abandonar el centro de la ciudad y trasladarse a Villaverde pero, gracias a unos ahorros y a la ayuda familiar, ha podido comprar junto a su pareja una casa más grande que en la que vivía arrendada pagando la mitad de hipoteca que lo que debía pagar cada mes de alquiler. "No estoy tirando el dinero, pero es cierto que estoy casada con el banco".

Su testimonio encaja a la perfección con el de tantos otros millennials con estudios y formación que viven atrapados en un mercado en el que a duras penas pueden pagar el alquiler y mucho menos pueden comprar casa debido a la falta de ahorros y a su precaria situación laboral con bajos salarios y sus inestables condiciones de trabajo. Una generación que, en gran medida, tal y como hicieron sus padres -los baby boomers-, comprarían si pudieran hacerlo.

“Actualmente, la compra está condicionada por un ahorro previo muy fuerte y una capacidad de endeudamiento muy alta. Los jóvenes no pueden acceder a la propiedad, por lo que estiran al máximo la opción de vivir de alquiler. La pregunta, realmente, es si nuestros hijos quieren vivir como sus padres o quieren imponer nuevas reglas habitacionales”, ha explicado hoy Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, durante la presentación de su informe social ‘Cómo hemos cambiado... de vivienda’, coincidiendo con el décimo aniversario del nacimiento del portal inmobiliario. Un estudio elaborado con el objetivo de contraponer el punto de vista de la generación millennial con la del baby boom y su relación con el mercado de la vivienda y basado en las opiniones y perspectivas de la sociedad actual. "Ni por libertad ni por movilidad geográfica. Los jóvenes españoles viven de alquiler porque no se pueden permitir una vivienda en propiedad", ha señalado Font.

Foto: Efecto rebote: la demanda vuelve al alquiler ante la imposibilidad de comprar casa. (Foto: iStock)

El fuerte incremento que han experimentado los alquileres en ciudades como Madrid, Barcelona o las islas Baleares ha llevado a muchos jóvenes plantearse de nuevo la compra poniendo en evidencia que el auge del mercado del alquiler en España se ha debido en gran medida a la crisis y a la imposibilidad de comprar casa que a un verdadero cambio de mentalidad.

Según el estudio de pisos.com, el 50% de los millennials vive de alquiler, mientras que el 30% está hipotecado y un 20% no paga nada por su vivienda, fundamentalmente porque viven con sus padres y aún no se han emancipado. De entre aquellos que han optado por el arrendamiento, seis de cada diez reconocen que es lo único que se pueden permitir, si bien hay quienes destacan la movilidad, la flexibilidad o la libertad que les da vivir de alquiler.

Entre los baby boomers, en cambio, un 61% no paga por la casa en la que vive porque ya la ha pagado íntegramente o porque heredó o se la cedieron. Un 28% están hipotecados, mientras que un 11% vive de alquiler ya sea por necesidad, para poder ahorrar o para no pagar determinados impuestos y servicios. No obstante, entre los baby boomers que viven de alquiler, cerca de la mitad destinan más de un 41% al pago de la renta.

Pero, ¿por qué quieren comprar?

Los millennials no son, en este sentido, muy diferentes a sus padres. El sentimiento de propiedad sigue muy arraigado ya que, al igual que los baby boomers, tener una vivienda en propiedad les da seguridad, al tiempo que resurge la idea de que alquilar es tirar el dinero, tan fuertemente arraigada en la sociedad española y un mantra que parecía haber perdido fuerza tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Foto: Foto: iStock

No obstante, tal y como insiste Font, la situación actual de los millennials poco o nada tiene que ver con la que viven actualmente los baby boomers. "Para ellos, la situación en el pasado fue diferente, ya que el entorno económico era más propicio, a pesar de que los tipos de interés también eran muy elevados. En este sentido, es importante buscar soluciones que eviten que la vivienda canibalice los sueldos de los jóvenes, y no solo desde la compra y desde el alquiler. El sector debe apoyar alternativas intermedias que se adapten a las demandas de la generación de la que depende el progreso de la sociedad en su conjunto”.

"Atendiendo al gap generacional, el estudio revela que, en general, los jóvenes se enfrentan a un panorama mucho más complicado que sus progenitores, sobre todo, por la inestabilidad laboral y los bajos salarios, que no han crecido al mismo ritmo que el precio de la vivienda. Asimismo, la transformación de los principios y valores, es decir, de la mentalidad y el estilo de vida de estos jóvenes, ha influido en la forma en que se enfrentan a momentos como la emancipación o la compra de una vivienda, cambiando el panorama de forma radical".

Hipoteca o alquiler: un problema de accesibilidad

El estudio de pisos.com revela asimismo que, ya sea alquiler o compra, el porcentaje de ingresos que deben destinar los millennials tanto a la compra como al alquiler, es significativo ya que se 'come' entre un 20% y un 40% en casi la mitad de los casos. El Banco de España recomienda que el porcentaje no debería superar el 35%. No obstante, casi un 40% debe destinado más de un 41% de sus ingresos mensuales a pagar el arrendamiento frente a apenas un 15% que destina menos del 20%

No obstante, según estudio de pisos.com, la hipoteca no supone en ningún caso un gasto superior al 41% de los ingresos, ni para los más jóvenes ni para los mayores de 55 años, lo que pondría de manifiesto que, al menos por el momento, los controles de riesgo de las entidades financieras se estarían cumpliendo a rajatabla.

La accesibilidad se complica entre las mujeres, debido a condiciones laborales y salarios más precarios. Solo el 5% puede permitirse pagar la hipoteca en solitario, frente al 13% de hombres. Sin embargo, los jóvenes no pierden la esperanza: más del 60% de los millennials que viven de alquiler confía que su capacidad económica mejore en la próxima década.

¿Cómo ven el futuro del sector?

En lo referente al futuro, el portal inmobiliario ha indagado qué opinan los ciudadanos sobre cómo le irá al sector en la próxima década. El resultado ha sido una opinión bastante pesimista, ya que el 57,9% de los encuestados vaticina una nueva crisis inmobiliaria en los próximos años. En este plano, los jóvenes son los más negativos, cuyo convencimiento se extiende hasta casi el 70%.

Sin embargo, más de la mitad (55,2%) considera que los bancos son hoy en día más prudentes a la hora de conceder hipotecas, aunque el 66,4% cree que su transparencia sigue siendo baja. A pesar de todo, el 40,8% siente que ha ganado una mayor cultura financiera en el trascurso de estos diez años que le ayudará a afrontar mejor la próxima década.

Soraya tiene 31 años. Ha cursado tres carreras, ha vivido en el extranjero, ha compartido piso y, finalmente, ha optado por comprar. Ha tenido que abandonar el centro de la ciudad y trasladarse a Villaverde pero, gracias a unos ahorros y a la ayuda familiar, ha podido comprar junto a su pareja una casa más grande que en la que vivía arrendada pagando la mitad de hipoteca que lo que debía pagar cada mes de alquiler. "No estoy tirando el dinero, pero es cierto que estoy casada con el banco".

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