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¿El mayor riesgo de los pisos sin vender? El deterioro por el paso del tiempo
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GRUPO MAIN EVALÚA LAS CARTERAS DE LAS ENTIDADES

¿El mayor riesgo de los pisos sin vender? El deterioro por el paso del tiempo

Los ingentes stocks inmobiliarios que acumulan los bancos en sus carteras se enfrentan a un problema ineludible: el paso del tiempo. Algunos de estas viviendas se

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¿El mayor riesgo de los pisos sin vender? El deterioro por el paso del tiempo

Los ingentes stocks inmobiliarios que acumulan los bancos en sus carteras se enfrentan a un problema ineludible: el paso del tiempo. Algunos de estas viviendas se van deteriorando con el paso de los años y otras obras a medio terminar o en estado de abandono pueden ocasionar a las entidades perjuicios a la hora de asumir la responsabilidad penal de un accidente.

Grupo Main ha lanzado al mercado un servicio de análisis del riesgo con el que cuentan cada uno de estos activos en manos de los bancos. “La responsabilidad civil está cubierta por los seguros pero la penal apunta al dueño, esto es al banco, y aquí entran todo tipo de posibilidades que pueden suceder, desde un accidente de alguien que entra en una obra a medio terminar, un desprendimiento, un incendio por una chispa en un cuadro eléctrico o unos okupas que puedan resultar heridos”, apunta José Parra-Moreno, director general de la compañía.

Con este servicio se trata de evaluar el riesgo de cada uno de estos inmuebles para que las entidades no incurran en juicios con sanciones por imprudencia temeraria. Por ello, “desde Grupo Main creemos que existe un gran desconocimiento entre los propietarios, administradores y altos directivos de estas entidades sobre las responsabilidades en las que podrían incurrir, que pueden llegar incluso a penas de cárcel”.

“Cada vez se va viendo que hay más bancos que son conscientes de estos problemas mientras tratan de organizar el caos de sus carteras de viviendas. Generalmente prefieren que sea una compañía con expertos externos los que se encarguen de realizar las auditorías correspondientes a su cartera de inmuebles”, apunta Parra-Moreno.  

Este servicio también se aplica a las naves industriales que acaban en posesión de los bancos, uno de los tipos de edificaciones más problemáticas ya que “suelen presentar un deterioro significativo cuando son evaluadas, con un elevado estado de abandono en el que resulta complicado hasta acceder a las instalaciones”.

Los ingentes stocks inmobiliarios que acumulan los bancos en sus carteras se enfrentan a un problema ineludible: el paso del tiempo. Algunos de estas viviendas se van deteriorando con el paso de los años y otras obras a medio terminar o en estado de abandono pueden ocasionar a las entidades perjuicios a la hora de asumir la responsabilidad penal de un accidente.