El bebé chino que ha ganado a la muerte: despierta a pocos minutos de ser cremado

“El milagro de An An”. Así ha llamado la prensa internacional al estremecedor suceso que ha tenido lugar en la provincia china de Zhejiang. Allí, un recién nacido que había sido dado por muerto despertó justo antes de que se procediera a su cremación después de haber pasado 15 horas sometido a las bajísimas temperaturas de una cámara frigorífica.

El pequeño sobrevivió a 12 grados bajo cero durante más de medio día después de que los médicos le declararan en muerte cerebral. An An, como así se llama el menor, nació el pasado 8 de enero de forma prematura. Pesaba poco más de un kilo y, a pesar de los esfuerzos del personal sanitario, los expertos consideraron que no había forma de recuperar su cerebro para que continuara con vida de manera natural.

Después de pasar 23 días en una incubadora, su familia decidió llevarle a casa para festejar el Año Nuevo chino que tuvo lugar el pasado lunes. Fue en ese momento cuando la salud del pequeño comenzó a empeorar a marchas forzadas y, tras dos días de cuidados caseros, sus padres le trasladaron al hospital de Pan'an, en Jinhua, el mismo donde se le había tratado con anterioridad.

La insuficiencia cardíaca con la que llegó al centro médico fue intratable, tras intentar por todos los medios salvar la vida del pequeño, tuvieron que firmar su acta de defunción. Sin embargo, cuando el pequeño iba a ser cremado, el personal escuchó llantos y se dieron cuenta de que An An estaba vivo. “He sido pediatra durante más de 20 años y nunca he visto algo así”, afirmó el jefe de Pediatría del mencionado hospital, Chen Shuanghua.

No es la primera vez que pasa

A pesar de que el jefe de Pediatría del hospital de Pan'an se sorprendió sobremanera al conocer el hecho –y no es para menos–, no es la primera vez que un bebé le gana la batalla a la muerte. En noviembre de 2013, un recién nacido que había sido dado por muerto y que había pasado dos días en la morgue se salvó de ser incinerado gracias a que los trabajadores del tanatorio le escucharon llorar.

El bebé recibía tratamiento respiratorio en el hospital de Anhui, también en China, pero los padres decidieron terminar con su sufrimiento y autorizaron la desconexión del menor de los aparatos que le mantenían con vida a pesar de sus múltiples deformaciones y patologías. El médico que certificó su muerte fue acusado de negligencia después de que se conociera que el pequeño continuaba vivo.