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Los datos más curiosos sobre el Monte Fuji, la montaña sagrada de Japón
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UN LUGAR LLENO DE MAGIA

Los datos más curiosos sobre el Monte Fuji, la montaña sagrada de Japón

Aunque aparece en todas las guías turísticas del país nipón, hay detalles de su historia geológica y la cultura que representa que tal vez desconocías. Hoy vemos algunos de ellos

Foto: El Monte Fuji, al atardecer. (iStock)
El Monte Fuji, al atardecer. (iStock)

Se trata de la montaña más emblemática de Japón y una de las estructuras geológicas más conocidas y fotografiadas de la Tierra. El Monte Fuji, con sus 3.776 metros de altura, destaca sobre el resto de montañas por su inusitada belleza simétrica que le concede su corona de nieve blanca en la parte superior. En 2013, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y aunque pueda parecer una montaña normal, en realidad es un volcán que ha permanecido dormido unos cuantos siglos; la última erupción se registró en 1707, durante el período Edo.

Los japoneses se suelen referir a él como Fujisan (san es una manera cariñosa de referirse a los nombres propios) o Fujiyama, (ya que yama significa "montaña"). En kanji, significa "riqueza" y "hombre de status". Sin embargo, el origen del nombre sigue siendo un misterio. Hay crónicas que aseguran que el término "fuji" nació a finales del siglo IX o principios del X, y que fue la tribu indígena Ainu quien se lo puso para referirse a su diosa del fuego, llamada Fuuchi-Kamuy.

La mayor parte del Monte Fuji es pública, pudiendo pasear libremente por su superficie, pero la octava estación o etapa pertenece a un santuario

Como decíamos, se trata de un volcán que permanece dormido, pero no por ello los habitantes que viven en sus inmediaciones están del todo tranquilos; al ser un país tan propenso a sufrir terremotos, existe cierto temor que en cualquier momento pueda volver a surgir una erupción. Aunque es poco probable que entre en erupción hay un protocolo establecido por la Agencia Nacional de Policía nipona en caso de que haya que evacuar la zona. La última erupción de 1707 solo fue de ceniza y no de lava.

Varios montes en uno

Otra curiosidad del Monte Fuji es que, curiosamente, no es uno, sino tres en uno. La leyenda cuenta que nació de la noche a la mañana después de un grave terremoto muchos siglos atrás. Sin embargo, los hallazgos geológicos sugieren que está formado por tres picos de orígenes muy remotos y distintos. El primero de ellos al parecer empezó a ascender en torno a hace unos 700.000 años atrás, llamado Komitake, el cual ahora mismo se encuentra en la ladera norte del monte. El segundo se llama Ashikaka y ya no se puede distinguir de los demás debido a que está enterrado, formando parte de los cimientos de la montaña. Por último, está el volcán por el que asciende su famosa chimenea, el Shin Fuji (que significa "joven" o "nuevo"), denominado así porque es la parte más joven de todo el monte, comenzando su formación hace aproximadamente de 8 a 11 siglos.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

A su vez, el cráter en la parte superior está bordeado por ocho picos diferentes que conforman su estructura y dan forma a la circunferencia: Ohaidake, Izudake, Jojudake, Komagataeke, Mushimatake, Kengamine, Hukusandake y Kusushidake. Curiosamente, la mayor parte del Monte Fuji es pública, pudiendo pasear libremente por su superficie, pero la octava estación o etapa (el término que usan los montañistas que lo suben), que empieza a partir de los 3.200 metros hasta su cumbre, es privada, ya que pertenece al santuario sintoísta Fujisan Hongu Sengen Taisha. Esto se debe a que el fundador del shogunato Tokugawa donó el pico del monte a dicho santuario en 1606 y desde entonces es de titularidad privada. Cuando llegó la dinastía Meji, en 1860, todos los santuarios privados fueron nacionalizados. Todos, excepto el Fuji.

Foto: Ilustración de Yasuke del artista Anthony Azekwoh. (Wikipedia)

Que haya un santuario en su cumbre no es casualidad, ya que el Monte Fuji se considera una estructura geológica de suma importancia espiritual y religiosa en Japón, de ahí que sea su montaña sagrada más importante, venerada por las tres religiones y culturas más populares del país: el sintoísmo, el budismo y el confucianismo. Cada año, a finales de agosto, otro de los santuarios repartidos por su ladera, conocido con el nombre de Kitaguchi Hongu Fuji Sengen, alberga el Festival del Fuego de Yoshida, en el que se encienden 70 antorchas de fuego desde el pie de la montaña. Esta práctica es centenaria y se cree que nació como un rito en honor al Monte para aplacar su ira y que no entrase en erupción.

Una oficina de correos en la cumbre

Uno de los grandes atractivos turísticos del Monte Fuji sin ningún tipo de carga espiritual es una oficina de correos alojada en la cumbre, por si deseas enviar una postal de recuerdo con el matasellos original del monte. No en vano, todos los años (a excepción del covid, obviamente) se envían decenas de miles de cartas desde su cumbre, que son diligentemente trasladadas desde la cima hasta abajo por los técnicos de correos. Ah, y si quieres enviar una foto al instante a algún ser querido desde la cima también puedes, ya que según informa Mental Floss, hay conexión wi-fi.

Si eres rápido, tardas tan solo cinco horas en llegar a la cima, mientras que si vas un poco lento puedes completar el recorrido en 10 horas o más

Un dicho muy común relacionado con el Monte Fuji es que los sabios solo lo escalan una vez, mientras que los tontos lo hacen dos veces. Curiosamente, hay un hombre que puede congratularse de conocer el ascenso como la palma de su mano, ya que con 76 años ha llegado a completar la proeza hasta unas 2.060 veces. Su nombre, Jitsukawa Yoshinobu, quien subió por primera vez hasta su cumbre con 42 años y, desde entonces y sobre todo desde que se jubiló, no ha dejado de hacerlo como meta personal. A veces, incluso dos veces en un día. Pero, ¿cuánto tiempo suele llevar un solo ascenso? Si eres rápido, tan solo cinco horas, mientras que si vas un poco más lento puedes llegar en 10 horas o más. Descender es mucho más rápido, tan solo tres o cuatro horas.

Si quieres visitar el Monte Fuji y lanzarte a la aventura de coronar su cumbre, podrás hacerlo solo de principios de julio hasta mediados de septiembre debido a que el resto del año el clima impide esta actividad. La mayoría de las personas comienzan el ascenso desde la quinta estación, ya que se puede subir en coche hasta ese punto y así tardar un poco menos. Al año, entre 200.000 y 300.000 personas suben el Monte Fuji, por lo que seguramente encuentres compañeros en tu viaje, ya que todos ellos se concentran en esta época del año.

Se trata de la montaña más emblemática de Japón y una de las estructuras geológicas más conocidas y fotografiadas de la Tierra. El Monte Fuji, con sus 3.776 metros de altura, destaca sobre el resto de montañas por su inusitada belleza simétrica que le concede su corona de nieve blanca en la parte superior. En 2013, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y aunque pueda parecer una montaña normal, en realidad es un volcán que ha permanecido dormido unos cuantos siglos; la última erupción se registró en 1707, durante el período Edo.

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