El misterio de Houska, la fortaleza checa que oculta una 'puerta de entrada al infierno'

Aquí la luz alcanza levemente la tierra, tal vez por eso las voces se preservan del paso del tiempo. Refugiadas casi como criaturas de tacto, permanecen entre los árboles, entre las hojas, denominando el lugar desde las alturas, casi asomándose al resplandor de la vida. Estamos en algún lugar al norte de los campos de Praga, en la República Checa.

Aquí, justo entre el bien y el mal, una estructura de estilo gótico sobresale de un acantilado. A veces parece que acecha, que controla su entorno; otras, sin embargo, da la impresión de estar sometida a este, intentando camuflarse en él sin éxito. La leyenda popular dice que retiene aquello que guarda, como una mazmorra. Siempre en medio de una eterna lucha entre el exterior y el interior, todas y cada una de sus piedras evitan la desgracia que sería el mal derramado.

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Ada Nuño

Construido en el siglo XIII, entre los años 1253 y 1278, y misteriosamente aislado de todas las rutas comerciales de la época, el castillo Houska supone uno de los mayores misterios en el país: una especie de pesadilla colectiva. Según explican desde su web oficial, fue pensado como un centro administrativo para el rey Otakar II de Bohemia y más tarde para su sucesor Wenceslao II, pero es otra la historia que lo narra. Para muchos habitantes de los alrededores, sus temores a una supuesta grieta abierta en la piedra caliza que creyeron una puerta de entrada al mismísimo infierno explica mejor por qué este lugar es como es.

Un pozo sin fondo

Nunca tuvo fuente de agua ni fortificación, y por si fuera poco todas sus zonas de defensa están ubicadas hacia un patio interior. "Es como si el propósito del castillo no fuera mantener alejados a los invasores, sino mantener algo atrapado dentro", apunta el reportero Marco Margaritoff en 'All that interesting'. La más famosa de todas las leyendas, sin duda, sugiere que el castillo fue construido para ocultar aquella grieta como un pozo "sin fondo" en el suelo, pues las personas afirmaban que criaturas demoníacas, mitad humanas y mitad animales salían de él cuando llegaba la noche.

Lo cierto es que no lo sabemos, pero de ser verdad que existía un pozo, quedó oculto por una capilla dedicada al Arcángel Miguel, conocido como el líder del ejército de dios contra las fuerzas del mal. Los interiores de esta están decorados con frescos que representan al arcángel luchando contra un dragón y pesando almas en el llamado juicio final. No obstante, la imagen más extraña que adorna las paredes de la capilla es la de una mujer centauro, representada como una arquera zurda (las imágenes de un centauro, una arquera o una persona zurda son extremadamente raras en entornos cristianos).

Según los últimos hallazgos de un estudio arqueológico, el castillo se eleva en el lugar donde previamente hubo un fuerte de madera primero y más tarde de piedra, a finales del siglo IX, que el entonces duque Pšovany Slavibor fundó para su hijo Housek. También pasaron por él los Ostrva, señores de Dubé.

La entrada al infierno... del nazismo

En 1541, el cronista Václav Hájek ya detallaba en su Crónica Checa que la primera estructura conocida en el sitio fue un pequeño fuerte de madera. Para entonces, Hájek también recogía el folclore local que hablaba de la aparición de una grieta en el acantilado, nadie sabe cuándo, solo que la fisura reveló un abismo aparentemente interminable que ya consideraban una entrada a otro mundo.

Por ello, durante muchos siglos ha permanecido vacío, hasta que se convirtió en espacio para uno de los horrores más reales de la historia. Durante la ocupación nazi de Checoslovaquia, el interior del Houska ocultó algún tipo de actividad supervisada por las schutzstaffel de Hitler, más conocidas como SS. Las teorías al respecto no son pocas, desde posibles experimentos con armas paranormales hasta una "granja humana" diseñada para engendrar aquello que el nazismo llamaba "la raza superior". Desafortunadamente, es difícil saberlo, pues todos los documentos sobre la estancia del nazismo en este curioso castillo han sido destruidos.