Inauguran en Londres la piscina suspendida entre dos edificios a 30 metros de altura

Los edificios de hoy en día tratan de aportar las máximas comodidades a sus ocupantes por medio de la domótica, los aparatos conectados a internet, etc. Pero, además, algunos afortunados tienen la suerte de vivir en casas o urbanizaciones en las que disponen de gimnasio, piscina o incluso jacuzzi para poder hacer deporte o relajarse en sus ratos libres.

Lo que no es normal es poder disfrutar de una piscina transparente suspendida a 30 metros de altura y sujetada por los dos edificios sobre los que está construida. Se acaba de inaugurar en el barrio de Nine Elms, en el suroeste de Londres, y, a priori, solo podrán disfrutar de ella los privilegiados que residen en este complejo de apartamentos.

Se trata de la estructura de piscina acrílica independiente más grande del mundo y ha sido fabricada en Estados Unidos y transportada después a Londres. Esta piscina mide 25 metros de longitud, tiene 3 metros de profundidad y puede utilizarse para ver algunos de los edificios más emblemáticos de la capital británica desde el interior del agua.

Un viaje de 8.000 kilómetros

En su diseño han participado arquitectos, ingenieros y una de las empresas más importantes del mundo en la construcción de acuarios, Reynolds. En sus instalaciones se hicieron todo tipo de pruebas antes de poder mover la piscina en bloques, introducirla en un barco y mandarla a 8.000 kilómetros de distancia para convertirse en una de las grandes atracciones de Londres este año.

Se trata de la estructura de piscina acrílica independiente más grande del mundo

Los bordes de la piscina tienen un grosor de 20 centímetros, mientras que el fondo es aún más ancho, con 300 milímetros de grosor. En ambos lados de la piscina hay escaleras para entrar y salir, además de varios sistemas de filtración. Los diseñadores han instalado hasta cinco modos diferentes de iluminación porque quieren conseguir una "sensación de magia".

Brian Eckersley, director de la empresa de ingeniería Eckersley O'Callaghan que participó en la construcción de la piscina, reconoce a la CNN que "una vez que nades, puedes mirar hacia abajo. Será como volar".

A partir de su inauguración, solo los residentes en el complejo de 200 apartamentos podrán acceder a esta espectacular piscina. Eso sí, los precios no están al alcance de todos los bolsillos: lo más barato es un apartamento de dos dormitorios que está a la venta por más de un millón de libras, aproximadamente 1.200.000 euros. Nadie dijo que el lujo fuera barato.